La “Caña de azúcar”
Esta era la moza más linda y más chucara; Endulzaba el campo con sus ojos de uva. Ella siempre andaba como oyendo música, cimbreando su cuerpo loco de lujuria. Y cual le picaran las miradas turbias de tuitos los mozos, temblaban sus curvas. Hasta se encendían los ojos del...
Esta era la moza
más linda y más chucara;
Endulzaba el campo
con sus ojos de uva.
Ella siempre andaba
como oyendo música,
cimbreando su cuerpo
loco de lujuria.
Y cual le picaran
las miradas turbias
de tuitos los mozos,
temblaban sus curvas.
Hasta se encendían
los ojos del cura,
cuando iba a la misa
rezando frescuras.
Por sus movimientos
y por su dulzura,
todos la llamaban
la”Caña de azúcar”
Si yo la encontraba
sólita, ¡La pucha!
Me echaba a la cara
sus ojos de burla...
Cual perro borracho
me iba dando curvas
y ella me rociaba
su risa de agujas.
Y una vez me dijo
en tono de zumba,
plantándome encima
sus senos de lujuria:
-/ Aprendé a ser hombre,
dejá de ser humpa.
Yo no soy el diablo
pa’que de mi juyas!...
Al sentir tan cerca
su carne de jruta,
yo le salté encima
lo mismo que un puma.
Empecé a morderla
con hambre y con furia.
Reventó en mis manos
su collar…¡Ay juna!
Y probé sus ojos,
su boca madura,
su cuello, sus hombros...
¡Velay qué locura!
Ella de un pechazo
me tiró de nuca.
Se paró de un salto
medrosa y confusa...
-Búscate otra sonsa
pa’eso que te gusta.
¡Vos no sois el zorro
que a mi me despluma...!
Y dende esa tarde
la “Caña de azúcar”
ya no me clavaba
sus ojos de uva.
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más linda y más chucara;
Endulzaba el campo
con sus ojos de uva.
Ella siempre andaba
como oyendo música,
cimbreando su cuerpo
loco de lujuria.
Y cual le picaran
las miradas turbias
de tuitos los mozos,
temblaban sus curvas.
Hasta se encendían
los ojos del cura,
cuando iba a la misa
rezando frescuras.
Por sus movimientos
y por su dulzura,
todos la llamaban
la”Caña de azúcar”
Si yo la encontraba
sólita, ¡La pucha!
Me echaba a la cara
sus ojos de burla...
Cual perro borracho
me iba dando curvas
y ella me rociaba
su risa de agujas.
Y una vez me dijo
en tono de zumba,
plantándome encima
sus senos de lujuria:
-/ Aprendé a ser hombre,
dejá de ser humpa.
Yo no soy el diablo
pa’que de mi juyas!...
Al sentir tan cerca
su carne de jruta,
yo le salté encima
lo mismo que un puma.
Empecé a morderla
con hambre y con furia.
Reventó en mis manos
su collar…¡Ay juna!
Y probé sus ojos,
su boca madura,
su cuello, sus hombros...
¡Velay qué locura!
Ella de un pechazo
me tiró de nuca.
Se paró de un salto
medrosa y confusa...
-Búscate otra sonsa
pa’eso que te gusta.
¡Vos no sois el zorro
que a mi me despluma...!
Y dende esa tarde
la “Caña de azúcar”
ya no me clavaba
sus ojos de uva.
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