El problema de Tarija y la indiferencia del Libertador
Simón Bolívar, el libertador de seis naciones dio paso a un conflicto que duró 100 años y que está referido a la cuestión de Tarija, con lo cual se salió de los esquemas de los que forma parte todo el accionar de este personaje clave de la historia Latinoamericana.
Así lo considera el director del Archivo Histórico de Tarija, Elías Vacaflor Dorakis para quien una acción determinante en relación a Tarija fue la restitución que hizo a Argentina el Libertador de esta provincia que se negaba a pertenecer a las Provincias Unidas del Río de la Plata.En el conflicto por Tarija confluyen dos visiones diferentes, una la del Libertador Simón Bolívar y otra la del Mariscal Antonio José de Sucre.Bolívar nunca conoció Tarija y por ello su postura era más bien de indiferencia en relación a la suerte de esta provincia. En su mente de visionario mantuvo siempre firme el sueño de la gran nación americana por lo tanto no estaba interesado en desmembrar a las Provincias Unidas del Río de la Plata. “Bolívar se molestó cuando Sucre convocó a la asamblea del Alto Perú porque Bolívar quería la gran nación americana y no quería que las Provincias Unidas del Río de la Plata sean desmembradas”.Cuando Antonio José de Sucre promulga el decreto del 9 de febrero de 1825 mediante el que convoca a la asamblea de las provincias del Alto Perú, Bolívar manifiesta su desacuerdo pero la maquinaria de la corriente proboliviana ya había comenzado a funcionar.“La historia de Tarija desde 1825-de acuerdo a Vacaflor- esta ligada a Antonio José Sucre, el verdadero artífice del nacimiento de la República de Bolivia junto con Francisco Burdett O’Connor”.Sucre era estadista, estratega y sabía muy bien que Tarija no pertenecía al Alto Perú y que pertenecía a la Intendencia de Salta desde febrero 1807, sin embargo él promovió una serie de acciones disimuladas para que el pueblo tarijeño sea partícipe de esta asamblea del Alto Perú que él convocó mediante decreto y para que finalmente pase a pertenecer al Alto Perú.En ese sentido envía a Francisco O’Connor para que realice la silenciosa y subterránea tarea de conseguir que Tarija renuncie a las Provincias Unidas del Río de la Plata y se una a la naciente República de Bolivia.“Sucre consideraba que Tarija era un territorio estratégico y geopolíticamente era clave tener a Tarija”, explica el historiador Roberto Ávila.La restitución de Tarija a Argentina por BolívarLas Provincias Unidas del Río de la Plata enviaron una delegación conjunta encabezada por los ministros plenipotenciarios Carlos María de Alvear y José Miguel Díaz Vélez hacia Potosí con el fin de felicitar a Simón Bolívar por su triunfo contra los realistas en la Batalla de Junín, además para gestionar una alianza contra la inminente guerra contra el Imperio del Brasil a causa de la ocupación de la Banda Oriental y darle a conocer la ley de 9 de mayo de 1825. Al pasar por Salta, el 20 de septiembre, tomaron conocimiento de lo ocurrido en Tarija.El 7 de octubre, los delegados argentinos fueron recibidos en Potosí y el 25 de octubre presentaron formalmente sus reclamos por Tarija ante Bolívar:La delegación entrevistó a Bolívar el 27 de octubre, éste expuso las objeciones militares y políticas que Sucre le había relatado para conservar Tarija y Alvear expuso las dificultades en que caerían los nuevos estados si no se respetaban los límites previos a 1810. Cuando Bolívar se negó a apoyar a las Provincias Unidas del Río de la Plata en su conflicto con Brasil, “Alvear casi a gritos de dijo, entonces devuélvannos Tarija”, relata Vacaflor.Luego de la reunión Bolívar le dijo a Sucre: “Señor Mariscal, es preciso que el Perú se desprenda de sus pretensiones sobre Tarija”.El 17 de noviembre de 1825 Bolívar ordenó a Sucre la devolución del territorio de Tarija a las Provincias Unidas del Río de la Plata. Sucre transfirió la orden a O’Connor y le ordenó abandonar Tarija.La villa de Tarija fue entregada al delegado argentino teniente Ciriaco Díaz Vélez el 4 de febrero de 1826. Parecía que Tarija iba a aceptar las órdenes del Libertador pero se realizó un cabildo abierto y ese día la villa pidió al Congreso Argentino su constitución como provincia separada de Salta. Como Ciriaco Díaz Vélez demorara la entrega a Salta del territorio de Tarija, Álvarez de Arenales viajó a esa villa y el 10 de mayo de 1826 asumió como teniente de gobernador Mariano de Gordaliza declarando la reincorporación a la Intendencia de Salta. Gordaliza tomó medidas en contra de quienes deseaban incorporarse a la República de Bolivia. Descontento con el gobierno argentino, Eustaquio Méndez, pidió la baja del ejército y se retiró al campo, pero al enterarse Gordaliza que O’Connor con la Legión Peruana se hallaba en Chichas, ordenó el 25 de agosto de 1826 el arresto de Méndez por temor a que éste aprovechara para tomar la ciudad y se dispuso a remitirlo a Salta al día siguiente. “Lo hizo sacar de su casa desnudo lo que provocó en enojo de la gente, en especial de los sanlorenceños”. Se dice que los montoneros de Méndez ocuparon la ciudad y el cabildo abierto celebrado el 26 de agosto declaró la incorporación a Bolivia y nombró nuevamente a Bernardo Trigo para gobernar a Tarija con el cargo de prefecto.Se eligieron diputados al Congreso de Bolivia, Gabino Ibáñez, José Fernando de Aguirre y José María de Aguirre que los aceptó en Chuquisaca el 23 de septiembre de 1826. El Cabildo de Tarija retiró los poderes de los diputados ante la Junta Provisional y el Congreso Argentino, enarboló banderas bolivianas y pidió la protección de las tropas de O’Connor, quien llegó a Tarija y nombró a Trigo gobernador de la Provincia de Tarija. El 7 de septiembre otro cabildo abierto ratificó la determinación de Tarija de incorporarse a Bolivia. Tarija quedó separada de Salta también en los aspectos eclesiásticos.Durante todos esos sucesos determinantes para la historia de Tarija, Bolívar dejó el control a Sucre. “Él se va y esa papa caliente la tendrá Sucre quien fue en realidad el gestor para que Tarija haya decidió pertenecer a Bolivia”.De acuerdo a Vacaflor, la determinación de Sucre se puso de manifiesto en una correspondencia en la que el Mariscal sugiere hacer una guerra para recuperar Tarija, luego de la decisión de Bolívar de devolver ese territorio a Argentina.El 3 de octubre de 1826, Antonio José de Sucre, promulgó la ley boliviana que autorizó la incorporación de los diputados de Tarija al Congreso Constituyente de Bolivia. Y en otro cabildo abierto tuvo lugar el 17 de octubre de 1826, Tarija declaró: (...) sus vínculos naturales, geográficos, etnológicos y su voluntad de pertenecer a Bolivia (...) Tarija consentía antes desaparecer de la Tierra que dejar de ser boliviana; que su voluntad era pertenecer a Bolivia y sin Bolivia no quería existir ni en el mapa geográfico.El gobierno boliviano comunicó oficialmente al de Salta que: (...) si las armas de Salta ó de las de la República quisiesen sofocar el movimiento de Tarija, este pueblo sería protegido por las de Bolivia.Durante el conflicto alguien le preguntó al Libertador Simón Bolívar sobre el destino del conflicto y el Libertador dio una respuesta indiferente pero profética cuando dijo que quizá se resolvería en 100 años.“El no lo pensó quizá cuando lo dijo –explica Vacaflor- pero tuvo razón porque el conflicto por Tarija se resolvió finalmente en 1925 cuando Argentina y Bolivia firmaron su ultimo tratado de límites”.
Simón Bolívar y su breve estadía en Bolivia
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte-Andrade y Blanco, caudillo de la independencia hispanoamericana, fue el primer presidente de Bolivia, nació en Caracas, Venezuela el 24 de julio de 1783, en una familia de origen vasco.Adquirió sus ideas libertarias en base a lectura de pensadores de la ilustración como Locke, Rousseau, Voltaire, Montesquieu y otros.Fue fundador de la Gran Colombia y una de las figuras más destacadas de la emancipación americana frente al Imperio español. Contribuyó de manera decisiva a la independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Asumió la presidencia en cuanto llegó al Bolivia y gobernó por cuatro meses.El título honorífico de Libertador le fue concedido en 1813, por el Cabildo de Mérida en Venezuela. Participó en la fundación de la Gran Colombia, nación que intentó consolidar como una gran confederación política y militar en América, de la cual fue Presidente. Bolívar es considerado por sus acciones e ideas el “Hombre de América” y una destacada figura de la historia universal, ya que dejó un legado político en diversos países latinoamericanos, algunos de los cuales le han convertido en objeto de veneración nacionalista. Recibió honores en varias partes del mundo a través de estatuas o monumentos, parques, plazas, etc. Asimismo, sus ideas y posturas política-sociales dieron origen a una corriente o postura llamada Bolivarianismo.Entre los actos administrativos de Bolívar está la creación de la contaduría para el manejo de los fondos públicos y se encargó a Simón Rodríguez confeccionar un proyecto educativo. Abolió el tributo indigenal y prohibió que los originarios fueran obligados a prestar servicios contra su voluntad. Pese a lo positivo de esta disposición tuvo que derogarse en tiempo de Sucre, pues la economía se sustentaba con este tributo. Otra medida fue la abolición de los cacicazgos y privilegios de la nobleza indígena.Determinó que el puerto Cobija fuera denominado puerto La Mar en homenaje al general de este nombre y que fuera considerado el principal puerto de la república.Protagonista de varias revoluciones en Venezuela, venció a las tropas realistas españolas en la batalla de Boyacá (1819), que dio la independencia al Virreinato de Nueva Granada (la actual Colombia). Elaboró una Constitución para la nueva República de Colombia, que englobaba lo que hoy son Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá; fue elegido presidente de ésta “Gran Colombia”. Se puso al frente de la insurrección del Perú. En 1824 obtuvo la más decisiva de sus victorias en la batalla de Ayacucho, que determinó el fin de la presencia española en Perú y en toda Sudamérica.Bolívar llegó al territorio de Bolivia en agosto de 1825 y se fue en diciembre de ese año por lo que su estadía fue de escasos cinco meses. El Libertador Simón Bolívar falleció el 17 de diciembre de 1830, a los 47 años de edad, en la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta.