Casa de la Moneda, el recuerdo de una época de oro en Bolivia
La sorprendente extracción de la plata del Cerro, el crecimiento de la población, la expansión del comercio y el inesperado auge que alcanzó la ciudad potosina, entre otros factores, creó la necesidad de organizar un centro de amonedación para facilitar las transacciones administrativas,...



Otra vez, el practicismo del Virrey Toledo llevó adelante la construcción de la primera Casa de la Moneda. En 1572 se pusieron los cimientos en las inmediaciones de la plaza del Regocijo (hoy plaza 10 de noviembre) bajo la responsabilidad del alarife potosino Jerónimo de Leto concluyendo la obra después de tres años. Su costo ascendió a 8.321 pesos, un tomín y 13 granos de plata. La acuñación se inició de inmediato aunque con una tecnología rudimentaria. Esta primera Casa de Moneda trabajó durante 212 años, es decir hasta 1767 dando lugar a que se extienda en el mundo el “vale un Potosí” como símbolo de riqueza y de poder. “Potosí, era en verdad, una de las grandes maravillas del mundo”, como afirmaban en los centros peninsulares de mando, mientras que en las faldas del monte argentifero se vivía entre la plata y monedas, la riqueza y el lujo, la ostentación y el poder porque “el español o sus descendientes median su prestigio social y por lo tanto su posesión económica, por su éxito o su fracaso en este círculo que marcaba el Cerro Rico”.
Segunda Casa de la Moneda Transcurren cerca de 150 años de funcionamiento de la primera Casa de la Moneda y pese a que la producción de plata del Cerro Rico atravesaba un periodo crítico las autoridades reales de España concibieron el proyecto de poner en marcha el “relanzamiento” del preciado metal. Constituía esta decisión un desesperado esfuerzo pare enfrentar la crisis del Reino, sufragar los gastos de guerras inútiles y el abultado costo de una frondosa nobleza improductiva. Una de las principales medidas fue construir una nueva Casa de la Moneda que deje atrás las deformes “macuquinas” -que por tan largo tiempo circularon - y lance al mundo reales columnarios o de busto. Su Majestad ordenó a las autoridades potosinas construir la nueva ceca, pero éstas a la cabeza del gobernador Ventura Santelices y Venero se opusieron argumentando que lo más acertado sería ampliar la antigua. Es decir la toledana de 1575. Las diferencias de criterios se prolongaron por mucho tiempo y, al final, se impuso la orden del Rey que envió al experimentado arquitecto Salvador de Villa que residía alternativamente en México y Lima para ejecutar tan ambicioso proyecto. La construcción duró de 1759 a 1773. La infraestructuraSólo mencionando que ocupa una superficie de 7.570 metros cuadrados y ostenta cerca de 15.000 metros cuadrados construidos se tiene una idea gráfica de su majestuosidad que se complementa con cinco patios y alrededor de doscientos ambientes. Su arquitectura barroca adquiere una vistosidad variada desde cualquier ángulo. Su portada, sus techumbres, sus balcones del primer patio, sus vigorosas paredes de piedra labrada y bolona con partes de fino ladrillo, en fin, en su conjunto aparenta una fortaleza infranqueable. Como referencia de su prolija edificación basta recordar que en el maderamen se emplearon 450 vigas, 1.239 tijeras, 10 planchas, 820 alfajias, 20 tirantes, 120 soleras, 1.200 tablas, 2.109 tablas ordinarias, 40 tablones y 20 maderas en trozo.
Precio de la construcciónAl concluirse se hizo un balance de acuerdo a los documentos arrojando un costo de 1.148.452 pesos y 6 reales. Los entendidos estiman que hoy en día esta suma representaría alrededor de diez millones de dólares. Razón tenía el Rey Carlos III de expresar al ser informado de la terminación de la obra y su costo estas palabras “todo el edificio debe estar hecho de plata pura...” Aparte del costo monetario en casi tres lustros, miles de obreros contribuyeron con su esfuerzo. Indígenas, albañiles, maestros, ayudantes, carpinteros, plomeros, cerrajeros, capataces sin dejar de lado supervisores, contadores, ingenieros y arquitectos. Las maquinarias coloniales y republicanas se conservan en el enorme edificio de la Casa de la Moneda como piezas museológicas.
Museo y Archivo Histórico Indiscutiblemente, la magnífica y opulenta construcción de la Casa de la Moneda es el legado arquitectónico de mayor trascendencia de parte de España. La colectividad potosina y la opinión nacional e internacional coincidieron apostando por un mismo proyecto: organizar allí, en esa ciudadela de amplios ambientes, de patios barrocos y de fornidos enrejados un Museo de Arte Retrospectivo y un Archivo Histórico. La recolección de manuscritos, de obras de arte y de todo cuanto poseía valor patrimonial, representó varios lustros y nadie escatimaba esfuerzo. El 10 de octubre de 1928, el entonces Presidente de la Nación, Dr. Hernando Siles con el Director General de Bellas Artes, el pintor potosino Cecilio Guzmán de Rojas acordaron apoyar tan loable iniciativa. Después de entrevistas y gestiones, el 7 de febrero de 1930 el mandatario constitucional, Dr. Siles, acompañado del Ministro de Instrucción Publica Dr. Emilio Villanueva y otras autoridades, incluyendo al Ministro Plenipotenciario del Brasil, Dr. Encillo Bueno, inauguran el Museo de Arte Retrospectivo. Las primeras piezas procedían del Museo Municipal, de las iglesias de la ciudad y de otras instituciones. El proyecto requería dedicación cotidiana. El 5 de octubre de 1940 se promulga una ley disponiendo que el Museo y sus dependencias sean entregados a la Sociedad Geográfica y de Historia fundada en 1912 y de reconocido prestigio en la ciudadanía - para su administración y acrecentamiento.
ActualidadEn la actualidad la Casa de la Moneda es un renombrado centro museológico documental, artístico y cultural. Para mantener, mejorar, restaurar y divulgar su arquitectura y sus obras de arte se requiere permanente apoyo financiero. Desde el 31 de julio de 1969, el Banco Central de Bolivia participa en este propósito de custodiar y enriquecer tan preciado patrimonio de la nación.
detalles de la infraestructura
InfraestructuraSu arquitectura barroca adquiere una vistosidad variada desde cualquier ángulo. Su portada, sus techumbres, sus balcones del primer patio, sus vigorosas paredes de piedra labrada y bolona con partes de fino ladrillo, en fin, en su conjunto aparenta una fortaleza infranqueable.
MuseoEn la actualidad la Casa de la Moneda es un renombrado centro museológico documental, artístico y cultural. Para mantener, mejorar, restaurar y divulgar su arquitectura y sus obras de arte se requiere permanente apoyo financiero.
AporteAparte del costo monetario en casi tres lustros, miles de obreros contribuyeron con su esfuerzo. Indígenas, albañiles, maestros, ayudantes, carpinteros, plomeros, cerrajeros, capataces sin dejar de lado supervisores, contadores, ingenieros y arquitectos.