Un tesoro de guerra guardado en las entrañas del Gran Chaco
Una construcción de paredes blancas con un jardín a la entrada, donde se pueden divisar dos cañones acomodados a los costados de la puerta principal, se ha convertido en un museo que alberga un tesoro invaluable de la Guerra del Chaco.



Se trata del entonces comando boliviano, que fue inaugurado como Museo Histórico Militar de la Guerra del Chaco el 14 de junio de 1998. La originalidad de la construcción del edificio está dada en su forma octagonal y en éste se guardan trofeos de guerra, fotografías, mapas, maquetas del desarrollo de algunos combates, documentos, uniformes y patios cuajados de cruces simbólicas.El museo se encuentra frente a la Plaza 6 de Agosto, a pocos metros de la iglesia San Francisco Solano. Soldados del Regimiento de Artillería Pisagua cuidan de él, éstos son seleccionados por concurso priorizando al mejor relator para atender a los visitantes. La infraestructura está abierta desde las ocho de la mañana hasta las siete de la noche en horario corrido.
Dentro el museoAl atravesar la puerta el soldado Acosta está sentado sobre una silla, éste saluda y cuando se intenta ingresar dice “son dos bolivianos”. Ése es el precio que se paga para retroceder en el tiempo y conocer un poco de la historia de la Guerra del Chaco. El lugar está vacío, pero la mente vuela e imagina los combates. La infraestructura está dividida en seis habitaciones, el soldado Acosta se pone de pie y dice que cada una de ellas transporta a los visitantes a una parte de la Guerra del Chaco, hecho histórico que va desde la pérdida de la bandera boliviana en la batalla de Boquerón hasta el final de la contienda en la misma ciudad de Villa Montes.De acuerdo al soldado, lo más sobresaliente es la bandera de Boquerón, que estaba flameando en la batalla del mismo nombre. Dice que ésta tiene más de 80 años y su importancia se concentra en que cuando cae Boquerón en 1932 la lleva un prisionero boliviano hasta Paraguay. Pasan los años y en 1998 el ex presidente de Paraguay devuelve la bandera a Hugo Banzer Suárez. Acosta detalla que ésta actualmente se encuentra dividida en dos partes. La mitad está en Villa Montes y la otra mitad en el Museo del Colegio Militar en la ciudad de La PazTambién explica que hubo varias batallas, así dice que entre las primeras está Boquerón, que sucedió el 9 de septiembre de 1932. Nos explica que Boquerón “era un fortín paraguayo, pero en territorio boliviano” y cuando se desarrolló la batalla, 619 soldados bolivianos se enfrentaron a 15.000 paraguayos. “Sólo un puñado de hombres ha defendido este fortín, desde entonces decían que en Boquerón se habían escrito las páginas doradas de nuestra historia”, afirma.Relata que una vez que cae Boquerón van cayendo otros fortines como Arce. Luego, según explica, se suscitó otra batalla, la del Kilómetro 7, que se da meses más tarde cuando los paraguayos siguen avanzando y caen dos fortines más de los bolivianos. Revela que se le llamó así porque desde un fortín al campo de batalla la distancia era de siete kilómetros. “Ahí se derribó por primera vez a una avioneta paraguaya. Rafael Pavon Cuevas, era un piloto boliviano y fue quien derribó la avioneta”, relata. Luego revela que la única batalla que ganó Bolivia fue la de Cañada Strongest. “Eso era un campo de batalla, no era fortín ni nada. Ahí los soldados bolivianos rodearon a los paraguayos y capturaron a 1.500 prisioneros, de éstos mataron a 600”, dice.Añade que también capturaron morteros, camiones y varios fusiles. Los prisioneros capturados fueron llevados a la ciudad de La Paz para hacer la carretera de la Paz a los Yungas, que hoy es conocida como la “Carretera de la Muerte”Finalmente dice que llegó la defensa de Villa Montes en 1935, ésta fue la última batalla de la Guerra del Chaco. “Bolivia estaba con 30 mil soldados y si no se entrometía Argentina, Bolivia hubiera llegado hasta Asunción, pero se entromete Argentina y hace firmar el acta de armisticio. Éste es un resumen de todo lo que recordamos aquí”, concluye.Los tesoros guardados En el lugar se observan puestos de comunicación, trincheras, un cementerio, vehículos de la época, pertrechos y otros que recrean el paisaje que hubo en los distintos puestos de combate durante la campaña del Chaco.Asimismo, en los salones del museo está la exposición de una serie de fotografías de las batallas como de los héroes que participaron en la contienda. El escenario se complementa con material bélico, uniformes, certificados, sables, mapas, listas de baterías, entre otros recuerdos que lograron superar al tiempo.En Villa Montes existe el mito que dicho lugar conecta mediante un túnel a la casa del corralito que está unas ocho cuadras más al Este. Como también se piensa que hay una conexión con la iglesia colindante y a la antigua iglesia San Francisco Solano. Actualmente no hay un registro de las piezas de combate que se utilizaron en el Chaco, no sólo en Villa Montes, sino en todos los museos que hay sobre la Guerra del Chaco en Bolivia, que incluye a ocho departamentos, excepto Pando. Así como los museos de Villa Montes, Yacuiba, Camiri y otros 14 que están en los municipios del Chaco.
objetos que guardan importante historia
Fotografías de guerraEn las paredes del museo se exhiben fotografías antiguas de diferentes acontecimientos suscitados en la Guerra del Chaco.
El soldado desconocidoEn honor a los soldados caídos en la Guerra del Chaco se erigió un monumento que lleva el nombre del “Soldado Desconocido”. Está situado cerca al museo, en la avenida 6 de Agosto.
Cantimploras Las cantimploras fueron una herramienta fundamental en la guerra, pues con éstas se proveía de agua a los combatientes, incluso habían soldados exclusivos para el transporte de agua.