Municipio continúa realizando clausuras de comedores que incumplen licencia de funcionamiento y atienden como cantinas
En el trascurso de la última semana, el Gobierno Municipal de Tarija, mediante la Intendencia y a Guardia Municipal, mantuvo la realización de operativos sorpresa y clausuras a restaurantes y comedores cuyas actividades que realizan en sus instalaciones no correspondientes a las establecidas...



En el trascurso de la última semana, el Gobierno Municipal de Tarija, mediante la
Intendencia y a Guardia Municipal, mantuvo la realización de operativos sorpresa
y clausuras a restaurantes y comedores cuyas actividades que realizan en sus
instalaciones no correspondientes a las establecidas en sus licencias de
funcionamiento según su rubro, propiamente la venta de bebidas alcohólicas. En
la última semana de estos operativos, fueron 16 los locales clausurados.
Los lugares que más frecuentemente presentan estos casos son la calle Daniel
Zamora, la avenida Circunvalación, Parada del Norte, los distritos ocho y nueve, a
alturas del barrio El Constructor y la avenida La Paz y las sanciones de acuerdo a
la gravedad de las faltas van desde 500 Unidades de Fomento a la Vivienda (UFV)
hasta 10.000, más la clausura del local.
“Los comedores simplemente tienen autorización para la venta de comida y no así
para el expendio de bebidas alcohólicas, pero muchos de ellos incumplen con esta
norma y venden, por lo que se debe realizar operativos frecuentes y constantes,
junto a la Intendencia, para su control. Por ahora donde las zonas más conflictivas
con este tema son la avenida La Paz y la calle Daniel Zamora”, ha informado el
comandante de la Guardia Municipal, Aldo Vega.
Esta realidad demostrada con los últimos operativos en la ciudad, ha logrado
encontrar locales, comedores y restaurantes que infringían la normativa y hacían
mal uso de la licencia de funcionamiento.
“Normalmente, los comedores que venden bebidas alcohólicas sin autorización y
utilizan una rockola sufren una multa de 2.500 UFV que son alrededor de 5.500
bolivianos en una primera instancia”, ha informado el director municipal de
ingresos, Marcelo Calle.
La normativa vigente detalla que si la Guardia Municipal en sus recorridos
habituales por áreas conflictivas, encuentra a locales que no cuentan con
autorización para determinadas actividades o realiza otra diferente a lo que indica
su licencia de funcionamiento, sus propietarios tienen un plazo de 24 horas para
presentar sus descargos, de no hacerlo, corresponde a la clausura del local y al
pago de una multa.
Los requisitos para que un solicitante acceda a la autorización de funcionar como
comedor son: que cuente con los espacios adecuados, baños para ambos sexos,
cocina amplia, inocuidad y los respectivos utensilios.
Si en cualquier inspección que se realiza al local, este no cumple con estos
requisitos, además del rubro estipulado en la licencia de funcionamiento, la
Intendencia emite un certificado que será enviado a la Dirección de Ingresos para
iniciar el trámite de clausura y multas.
“Pero lo que ocurre es que una vez que los solicitantes adquieren la licencia de
funcionamiento, pero en las inspecciones se verifica en algunos casos que le
añadieron una rockola, que ya no expenden comida y el refrigerador contiene
bebidas espirituosas, empiezan a cambiar de figura, por lo que se debe
sancionarlos desde la Dirección de Ingresos, con las multas y clausurar el lugar,
que es el trabajo que se está realizando actualmente”, ha explicado el comandante
de la Guardia Municipal.
Intendencia y a Guardia Municipal, mantuvo la realización de operativos sorpresa
y clausuras a restaurantes y comedores cuyas actividades que realizan en sus
instalaciones no correspondientes a las establecidas en sus licencias de
funcionamiento según su rubro, propiamente la venta de bebidas alcohólicas. En
la última semana de estos operativos, fueron 16 los locales clausurados.
Los lugares que más frecuentemente presentan estos casos son la calle Daniel
Zamora, la avenida Circunvalación, Parada del Norte, los distritos ocho y nueve, a
alturas del barrio El Constructor y la avenida La Paz y las sanciones de acuerdo a
la gravedad de las faltas van desde 500 Unidades de Fomento a la Vivienda (UFV)
hasta 10.000, más la clausura del local.
“Los comedores simplemente tienen autorización para la venta de comida y no así
para el expendio de bebidas alcohólicas, pero muchos de ellos incumplen con esta
norma y venden, por lo que se debe realizar operativos frecuentes y constantes,
junto a la Intendencia, para su control. Por ahora donde las zonas más conflictivas
con este tema son la avenida La Paz y la calle Daniel Zamora”, ha informado el
comandante de la Guardia Municipal, Aldo Vega.
Esta realidad demostrada con los últimos operativos en la ciudad, ha logrado
encontrar locales, comedores y restaurantes que infringían la normativa y hacían
mal uso de la licencia de funcionamiento.
“Normalmente, los comedores que venden bebidas alcohólicas sin autorización y
utilizan una rockola sufren una multa de 2.500 UFV que son alrededor de 5.500
bolivianos en una primera instancia”, ha informado el director municipal de
ingresos, Marcelo Calle.
La normativa vigente detalla que si la Guardia Municipal en sus recorridos
habituales por áreas conflictivas, encuentra a locales que no cuentan con
autorización para determinadas actividades o realiza otra diferente a lo que indica
su licencia de funcionamiento, sus propietarios tienen un plazo de 24 horas para
presentar sus descargos, de no hacerlo, corresponde a la clausura del local y al
pago de una multa.
Los requisitos para que un solicitante acceda a la autorización de funcionar como
comedor son: que cuente con los espacios adecuados, baños para ambos sexos,
cocina amplia, inocuidad y los respectivos utensilios.
Si en cualquier inspección que se realiza al local, este no cumple con estos
requisitos, además del rubro estipulado en la licencia de funcionamiento, la
Intendencia emite un certificado que será enviado a la Dirección de Ingresos para
iniciar el trámite de clausura y multas.
“Pero lo que ocurre es que una vez que los solicitantes adquieren la licencia de
funcionamiento, pero en las inspecciones se verifica en algunos casos que le
añadieron una rockola, que ya no expenden comida y el refrigerador contiene
bebidas espirituosas, empiezan a cambiar de figura, por lo que se debe
sancionarlos desde la Dirección de Ingresos, con las multas y clausurar el lugar,
que es el trabajo que se está realizando actualmente”, ha explicado el comandante
de la Guardia Municipal.