Rumbo al 17A
La hora decisiva: ¿Quién es quién en el MAS Tarija?
La departamental del partido azul siempre ha sido especialmente pragmática, y aunque ahora mismo se mantiene dividida, no llegó la sangre al río y todos pueden reinventarse. Muchos pasaron al anonimato



La batalla en el bloque popular ha llegado a su punto álgido. El fin de semana se llevaron adelante dos Congresos paralelos y en ambos hubo representación tarijeña.
En El Alto se reunió el bloque que “apuesta por la renovación” y que desconoció a Evo Morales como líder. Se le presupone una mayor afinidad con Luis Arce, aunque no es el asunto central de su debate. Son quienes tienen la sigla del Movimiento Al Socialismo (MAS) porque así lo dispuso el Tribunal Constitucional en uno de sus fallos polémicos.
En El Trópico se reunió el “MAS auténtico” erigido sin fisuras alrededor de Evo Morales y que ha logrado hacerse con la sigla del Frente Para la Victoria para concurrir a las elecciones, aunque sigue reivindicando su propio legado.
La influencia arcista
En el primer gabinete de Luis Arce no había ningún ministro que hubiera desarrollado su carrera política en Tarija. Solo se nombró a Gabriela Mendoza como ministra de Planificación, chaqueña de origen pero con toda la carrera realizada en el entorno de Arce en La Paz y ningún tipo de influencia orgánica en Tarija. La situación fue cambiando y hoy son tres tarijeños los que ocupan carteras que, además, son pesos pesados.
El último en llegar a ministro, pero el primero en incorporarse al gabinete fue Álvaro Ruíz, que dejó la sala de máquinas de la Presidencia donde ejercía como viceministro de Autonomías para asumir el polémico ministerio de Medio Ambiente. Ruíz es quien más vida orgánica ha hecho en Tarija, pues fue candidato a la Gobernación en 2021 y coordinó la oposición a Adrián Oliva entre 2015 y 2021 desde la Asociación de Municipios de Tarija y la FAM. Tiene una estructura armada con influencia en la universidad, en los municipios y en menor medida, en movimientos clave como los gremiales, la COD y los campesinos.
Con un rol más técnica asumió Alejandro Gallardo el ministerio de Hidrocarburos, que durante unos años había sido ocupado por un “no tarijeño”. Gallardo se está concentrando más en la provisión de combustibles que en otros aspectos del sector, como las reservas de gas. Cumple un rol de enlace con ciertos sectores empresariales tarijeños que en tiempos lograron acercarse a Evo Morales, aunque quedaron al descubierto tras su caída.
El gran fichaje de Arce fue Celinda Sosa, referente de la acción social y Bartolina Sisa, además de ser una de las primeras ministras de Evo Morales y su delegada para Tarija en momentos calientes como en la lucha autonómica. Sosa asumió la cancillería y acabó de voltear la estructura más sólida de entre las matrices en Tarija, la organización de mujeres Bartolina Sisa, que además incorporó con poderes a otra líder emblemática, Julia Ramos, también próxima a Morales en sus primeros años, pero que cayó en desgracia con el Fondo Indígena. Fue una de las pocas que pagó con cárcel y desde entonces tuvo claro su bando y su animadversión con Morales y su equipo. Hoy es vicepresidenta del MAS y quien más empeño le ha puesto en su revitalización democrática.
Cerca de Arce está también Karina Serrudo, jefa de la Aduana Nacional, y otras familias como los Medina o los Aldana, que han ido ocupando cargos estratégicos con Arce aunque ya ocupaban con Evo. También fue significativo que su exjefa de gabinete y directora del Segip, Patricia Hermosa, se quedara del lado de Arce.
Arce cuenta también con el respaldo de los ejecutivos del Chaco, como Karen Sánchez o José Luis Sánchez y otros alcaldes que se han movido hacia Arce por necesidad de dar viabilidad a su gestión. No tiene peso, sin embargo, en la Asamblea Departamental, donde sus principales voceros como José Yucra o Eider Quiroga se han alineado más con el evismo.
Las bases de Evo
Además de Yucra o Quiroga, Morales cuenta con respaldo de otros parlamentarios como la senadora y exalcaldesa de Yunchará, Gladys Alarcón. Además cuenta con el apoyo de los alcaldes del Chaco como Carlos Brú y Rubén Vaca.
Uno de los más fervorosos seguidores es Carlos Acosta, presidente del MAS Departamental aunque desconocido por la nueva directiva. Acosta empezó más cerca de Arce, pero se volvió plenamente Evista una vez que Arce empezó a nombrar delegados para, entre otras cosas, controlar las designaciones en las descentralizadas.
Otro de sus grandes apoyos es precisamente Pilar Lizárraga, consecuente desde el primer día y que no ha dudado en mantenerse fiel a Morales.
Tibios, equilibristas y desparecidos
A pesar de que la contienda entre evistas y arcistas tiene pinta de definitiva, hay algunos cuadros que han preferido ponerse de perfil mientras pasa la tormenta. Unos aseguran que lo hacen por compromiso global con el proceso y lamentan precisamente el pulso por el desgaste que genera; otros simplemente esperan la resolución para ver quién gana.
Algunos de los que trabajaron con Evo en su momento y se incluyeron en los equipos de Arce al principio se cuentan, por ejemplo, a Walter Ferrufino y Marcelo David Poma. Ambos fueron designados delegados presidenciales cuando Arce necesitaba un vocero más fuerte. Primero fue el exasambleísta Poma, quien también se hizo cargo de la ATT; luego fue el exsubgobernador de O’Connor, Walter Ferrufino, quien también acabó apartándose de la primera fila.
Morales también trabajó mucho la relación con cuadros universitarios tarijeños y tanto Marcelo Hoyos, como Carlos Cabrera como el actual rector Eduardo Cortez lo respaldaron múltiples veces, hoy sin embargo eluden posicionarse en el debate y más, en la crisis del MAS.
Entre los desaparecidos se cuenta, por ejemplo, al empresario Milcíades Peñaloza, a quien Morales sumó como primer senador por Tarija en 2014 y le encargó una suerte de super gerencia del MAS Tarija, pero que no dudó en salir del medio en la crisis de 2019. Otro que desapareció mucho antes es el también constructor Jorge Blacud, que fue uno de los primeros grandes empresarios en sumarse al MAS.
Tampoco se ha posicionado otro histórico del MAS Tarija expulsado en 2014, Luis Alfaro, quien ya entonces advirtió de la deriva autoritaria de Morales, pero que en 2020 volvió a apostar por el MAS en la Gobernación para frenar (sin éxito) al gobernador Óscar Montes.