Entrevista al Viceministro de Política Tributaria
Viceministro Morales: La demanda interna va a permitir a Bolivia salir adelante
La inversión pública y la demanda interna son destacadas por el Gobierno nacional como los motores de la economía, que, hasta primer trimestre del año, registra un incremento del 2,3 por ciento
Desde el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas durante la semana hicieron énfasis en el crecimiento económico y estabilidad que registra el país, a comparación con datos de países vecinos.
El viceministro de Política Tributaria, Johnny Morales (JM), en entrevista con El País (EP), detalló algunos porcentajes, que los atribuyó especialmente al consumo interno y la inversión pública.
“No estamos diciendo que todo está muy bien”, hace énfasis Morales, pero, a comparación con otros países de la región, considera que Bolivia va por buen camino.
EP: El Ministro de Economía en pasados días aseguraba que Bolivia tendrá una de las economías con mayor crecimiento en la región. ¿Cuál es la base para esa afirmación?
JM: Al primer trimestre de la esta gestión 2023 la economía ha crecido en 2,3 por ciento a comparación con el primer trimestre del año 2022. Es decir, en términos más sencillos, la economía está produciendo más que el año pasado, ese es el reflejo.
¿Cuál es el motor que está promoviendo esta tasa de crecimiento? El Ministro nos explicaba que el motor principal del crecimiento de esta gestión está explicado en la demanda interna.
La demanda interna ha crecido en 10,1 por ciento y la demanda externa, al contrario, se ha contraído en 7,8 por ciento. Tenemos una demanda interna que está creciendo, hay una demanda interna pujante, eso se deriva principalmente por un mayor consumo de las familias, de las inversiones, de las empresas. Y es importante destacar también, porque es una política de Estado de nuestro presidente, Luis Arce, la inversión pública.
Ambos, son los motores que están permitiendo a Bolivia gozar de una tasa de crecimiento positiva, que comparando con otros países de la región, es algo de resaltar.
Entonces, es importante que la población sepa, que es este motorcito de la demanda interna el que nos está permitiendo crecer. ¿Por qué?, porque afuera hay problemas con la demanda externa, hay una contracción en los demás países y obviamente no podemos apostar a que el país pueda crecer en base a las exportaciones. El mundo está atravesando una serie de dificultades y obviamente eso se ve reflejado en que ellos contraigan sus demandas de otros países, en este caso de las exportaciones bolivianas.
Por lo tanto, nosotros no nos hemos equivocado al momento de implementar un modelo económico que está basado en el que haya una demanda interna, porque este es el motorcito que va a permitir a Bolivia salir adelante.
Nuestro Presidente recientemente entregó la planta de fertilizantes NPK, porque ese es otro elemento al que estamos entrando, el de la sustitución de las importaciones, aminorar las importaciones con producción nacional.
EP: Pese a los datos que maneja, organizaciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional siguen previendo un crecimiento menor al que estima el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas
JM: Hemos escuchado a muchos analistas y operadores políticos manejar datos del Banco Mundial. Pero el Banco Mundial, en el mes de junio de este año, había estimado que Bolivia crecería alrededor de 2,5 por ciento, y al mes de octubre rebaja esa predicción y nos pone con una tasa de crecimiento al 1,9 por ciento. Aquí hay que reflejar que no todos los organismos internacionales tienen la lectura que señaló el Banco Mundial, por ejemplo, el Fondo Monetario en abril de 2023 tenía una previsión de crecimiento en Bolivia de 1,8 por ciento y a octubre de 2023 ratificó su previsión, no ha disminuido. Por el contrario, para la CEPAL, por ejemplo, en abril nos dice que Bolivia está creciendo con el 2 por ciento, pero en septiembre aumenta la previsión y dice que Bolivia va a creer en 2,2 por ciento.
Entonces, son elementos importantes a reflejar, esta no es una posición de todos, son estimaciones que hacen los organismos internacionales y así pasa con todos los países.
Además, hay que recalcar que, en el caso del Banco Mundial, no solo para Bolivia baja la previsión. A Ecuador le disminuye de 2,6 a 1,3 por ciento. A Perú de 2,2 que tenía de previsión de crecimiento el Banco Mundial le reduce a 0,8 por ciento. Entonces también advierte una desaceleración en las demás economías, no solo Bolivia, pero son previsiones, estimaciones, pero que no son iguales, algunas nos disminuye, otras nos dices que estamos iguales y otras nos mejores las previsiones, que es el caso de la CEPAL.
Lo importante es que tenemos un comportamiento de crecimiento, explicado fundamentalmente en la demanda interna. Y a este crecimiento acompañamos la estabilidad de los precios en la economía boliviana. Al mes de septiembre la tasa de inflación es del 1,5 por ciento, muy inferior a lo que está pasando en otras economías, sin ir muy lejos, la de Perú está con 3,6 por ciento, Uruguay está con 4,2 por ciento, Colombia está con 8 por ciento, Chile está con 3,3 por ciento y Argentina está con el 80,2 por ciento de inflación, y Venezuela ya superó los tres dígitos, está con 158 por ciento de inflación al mes de septiembre.
Entonces, es a eso que se refería nuestro Ministro, a que la región está pasando por un contexto muy turbulento, muy incierto, pero en Bolivia hay variables, datos, indicadores que nos muestran que estamos bien. No estamos diciendo que todo está muy bien, sino que los datos macroeconómicos nos muestran que estamos por buen camino, hay una tasa de crecimiento positiva, una inflación controlada, un nivel de desempleo bastante bajo, niveles de pobreza que han ido disminuyendo por encima de lo que teníamos en anteriores gestiones.
Y no solo nos hemos quedado con el tema de la redistribución o de la inversión pública, ahora estamos dedicados en la sacar adelante la industrialización en nuestro país, que es lo que nuestro Presidente señaló como algo importante.
EP: Sobre el tema de la inflación, desde el Colegio de Economistas de Tarija en varias ocasiones atribuyeron esa estabilidad al contrabando, que este ilícito en cierta manera es lo que ayuda a mantener los precios en los mercados
JM: Yo creo que se debe estar refiriendo a lo que está pasando en Argentina, donde la inflación está en el orden de 80,2 por ciento, es decir, que los precios han subido en un 80 por ciento, y eso se refleja en lo que está pasando en ese país.
Pero lo que preocupa a la población de Tarija es el ingreso de esos productos vía contrabando, nosotros como Gobiernos estamos instruyendo un refuerzo al control, tanto al Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, como a la Aduana Nacional, para que haya un mayor control en el ingreso ilegal de la mercadería.
Pero, la demanda de productos de contrabando no solo debe ser una preocupación de Gobierno nacional, a través de sus brazos operativos, es fundamental que nuestros municipios, que nuestras autoridades departamentales también puedan tomar medidas para controlar este fenómeno.
Ahora, nuestra baja inflación no es un tema de los productos importados, porque en nuestra canasta familiar hay productos alimenticios que son locales. La explicación está dada por nuestra política de subvención que tenemos en varios productos, eso permite que nuestra población no tenga que pagar el día de mañana más allá de 50 centavos el precio del pan, o la gasolina por encima de los 3,72 bolivianos, o el diésel por encima de los 3,74 bolivianos.
Ese es un elemento que estamos garantizando, precautelando el bolsillo de nuestra población en general, para que no sufra de un incremento en los precio y que sus ingresos no les permitan cubrir sus necesidades de alimentación o de transporte, porque eso golpea a la población. Lo que tenemos que garantizar es que nuestra población se sienta tranquila, con certidumbre de que mañana puede ir a la tienda del barrio y comprar el pan para el desayuno, el arroz o cualquier otro producto, al mismo precio que tenía ayer, y que si ha subido sea un incremento muy ligero y estacional.
EP: Uno de los aspectos que menciona importante para la economía de Bolivia es la inversión pública. Pero, considerando, por ejemplo, que al año concluye el contrato de gas con Argentina, luego el de Brasil, que no han tenido éxitos las operaciones de exploración de nuevos pozos, las reservas de gas han caído, y eso lo admitió el propio Presidente, y los recursos por la exportación de gas son las base económica del Presupuesto General de la Nación, ¿no está en riesgo esta inversión pública?
JM: Bueno, es evidente, nosotros lo hemos señalado a través de nuestro Presidente, hemos tenido que asumir una serie de medidas respecto a la exploración de hidrocarburos.
Lamentablemente en anteriores gestiones nos han dicho que teníamos un mar de gas y, sin embargo, al momento de ver la información y evidenciar ese tema, el Gobierno advirtió que eso no era así, era una afirmación que no era cierta.
Entonces, lo que hemos intentado hacer es destinar recursos para que Yacimientos haga las inversiones en exploración. Tenemos varios proyectos que están en esa etapa, pero esas inversiones no se van a reflejar de un día para otro, son proyectos de mediano plazo con perspectiva. Y el Presidente lo dijo, que el 2024 o 2025 vamos a tener resultados de esa exploración.
Ahora, coyunturalmente, con la venta del gas, no hemos dejado de lado el tema del Brasil, que es donde vemos un mercado potencial, y otros que ya está gestionando nuestro Ministerio de Hidrocarburos para permitir que podamos tener ingresos.
Sin embargo, no solamente hay que ver el tema del gas, porque en algún momento se va acabar, tenemos que potenciar la industria manufacturera, hay que ver el tema del litio, la sustitución de importaciones a través de la industrialización, que es la llave del éxito para nuestras futuras generaciones, porque en algún momento el gas, el litio, se van a terminar y debemos tener una estructura productiva muchas más amplia, en base a la industria manufacturera. Bolivia tiene todo para ser potencia en economía industrial y a eso estamos apostando como Estado, como Gobierno.