Entre protestas, cívicos definen hoy su hoja de ruta

En Tarija hay polarización, pero no enfrentamiento. Afortunadamente. O de momento. La marcha de los que piden el encarcelamiento de por vida de Luis Fernando Camacho la lideraron las Bartolinas – y no el depuesto presidente del MAS Tarija. Carlos Acosta – y eso ayuda a que la tensión no se eleve. La marcha fue numerosa, acabó en la plaza y se disolvió más o menos rápido.

La marcha de “autoconvocados” que piden la liberación del gobernador de Santa Cruz se fue de nuevo al Comando Departamental de la Policía. La capitalizó la diputada suplente Luciana Camero que distribuyó afiches con la cara del presidente Luis Arce y la leyenda: dictador, con los que empapelaron el frontis del edificio. También hubo movilización en Villa Montes y se anuncia para hoy en Yacuiba.

A los puntos ganaría la marcha del oficialismo, que volvió a demostrar poder de convocatoria. Eso sí, en ninguna se notaba esa fuerza que sale de dentro y que en Bolivia, a veces, tumba gobiernos y que estos días se mide en Santa Cruz. Ambas corrientes esperan instrucciones y acontecimientos.

La asamblea

Ayer Tarija estuvo representada en el ampliado celebrado en Santa Cruz donde los cívicos de casi todas las regiones se comprometieron con la causa de la liberación de Camacho y hablaron de “multiplicar” y “masificar” las acciones, eso sí, “escalonadamente”, lo que deja margen para la deliberación local, que en Tarija será hoy, pues está convocada la Asamblea de instituciones.

Lo más factible es que en Tarija se implementen los acuerdos respecto a instalar vigilias en las instituciones estatales y se adhieran al día nacional de la protesta convocado para el martes 11 de enero a nivel nacional.

El resto está por ver. El cierre del departamento de Santa Cruz ha cortado la ruta 9 a la altura de Boyuibe y se espera que el impacto no tarde en llegar a Yacuiba, que verá reducida su actividad comercial y de transporte de mercancías, y la inestabilidad suma poco a un departamento que recién empezaba a crecer después de seis años de recesión, herencia precisamente de un gobernador interino que sustituyó a un electo que, como Camacho, fue declarado enemigo por el oficialismo.