Crónica política de la jornada
Cívicos y Gobierno se resisten a cerrar el pulso por el Censo
Unos y otros ganan tiempo para afinar sus relatos y explicar mejor sus decisiones ante la opinión pública e internacional; la violencia sigue en el centro
Unos y otros tratan de ganar tiempo para asentar el relato. El Gobierno estira la publicación del nuevo decreto fijando fecha – marzo 2024 - para el Censo de Población y Vivienda, pese a que apenas debe introducir un puñado de frases, esperando que el paro en Santa Cruz se vaya diluyendo por sí solo. Los cívicos convocan cabildo para el domingo confiando en que el tono lúdico que han tomado los puntos de bloqueo en las rotondas los mantenga el fin de semana, mientras se afina la estrategia que ahora pasa por presionar a la Asamblea Plurinacional para que trate con dispensación de trámite una Ley que fije el Censo en octubre de 2023.
La violencia es una de las claves de esa presión, porque un clima irrespirable – o una corrupción de alto vuelo – podría obligar a alguna de las facciones del MAS a cambiar su decisión, pero la cuestión es quién se hace responsable de avivar esa llama y lanzar a bolivianos contra bolivianos. En Santa Cruz se insiste en mostrar el lado idílico mientras que el Gobierno maximiza cualquier hecho que pueda servir para mostrar un lado oscuro, como el del violento asesinato perpetrado en un escenario de bloqueo, pero sin relación directa.
La otra es la interna del MAS, y en esa hasta los “influencer” azules y los mercenarios digitales andan perdidos sobre la línea a seguir. Atizar la violencia puede convertirse en boomerang para el Gobierno de Arce, pero eso no quiere decir que a alguien no le interese que eso pase. El expresidente Evo Morales lanza indirectas permanentemente para que se resuelva el conflicto al mismo tiempo que señala a quien considera los responsables de que no se haya hecho ya: los hermanos presidente y vicepresidente Luis Arce y David Choquehuanca, lo que no está gustando en el entorno de Arce, ya que consideran que trata de socavar su autoridad. Y de hecho lo hace.
El martes dos diputados se agarraron a puñetes. Ayer otros acusaron directamente y citando a Arce y Choquehuanca de traición. “Hermano Jerges, si todavía se le puede decir hermano, sus acusaciones tiene que comprobarlas y yo voy a hablar con las Seis Federaciones para que asista a un ampliado y demuestre esta acusación. De lo contrario va a ser castigado al ‘Palo Santo’. Hay que decir las cosas como son”, manifestó el diputado Gualberto Arispe en relación al elegido por Arce y Choquehuanca para presidir la Cámara de Diputados.
Cooperación opositora
Aunque también en Creemos y en Comunidad Ciudadana hay secesiones y diputados díscolos, la posibilidad de cambiar la dinámica en la Asamblea Plurinacional y poder ganar algo gestionando la división del MAS – aunque sea una convocatoria a revocatorio como salida, algo que se oye cada vez más fuerte – ha vuelto a tender puentes entre Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho, los dos protagonistas de la caída de Evo en 2019, pero de los que no se conoce coordinación de acción alguna, aunque sí una sorprendente sincronización en algunos temas.
Ayer Comunidad Ciudadana ya formalizó la proposición de ley con la que Carlos Mesa sueña con reconciliarse con Santa Cruz. Veremos si Camacho está dispuesto a ello, y a qué precio.