Crónica política de la semana
Del “mea culpa” opositor a la evocación de los “21 días”
Mientras el MAS Tarija “arregla” sus problemas internos, Montes analiza las posiciones a tomar ante el plan cruceño de multiplicar la tensión con el Gobierno Central en un periodo de incertidumbre económica
Semana de transición política que ha dejado el foco prendido sobre todo aquello que no es el MAS, ni en Tarija ni a nivel nacional, donde además ya hay explicación para cualquier cosa que retorne del pasado con ganas de hacer ruido contra Evo Morales: Plan negro.
Ya lo habían ensayado los leales al expresidente otras semanas, pero esta vez vino al pelo para no hablar sobre las nuevas revelaciones de la CIDH respecto a la investigación de lo sucedido en el Hotel Las Américas, una especie de pesadilla que cada cierto tiempo vuelve a aporrear las conciencias de los protagonistas de aquellos hechos en los que ciudadanos extranjeros acabaron ejecutados por su supuesta vinculación a una cedula terrorista que pretendía reivindicar la secesión de Santa Cruz por la vía armada y que en realidad sirvió para desactivar la deriva en la que se había inmerso.
Que vuelva ahora en forma de recomendación de juicio contra el expresidente tiene una explicación para el entorno de Morales: Plan Negro, ese supuesto plan urdido desde el Gobierno y que lo busca inhabilitar como potencial candidato – y que en realidad lo ha colocado como tal – y que enfrenta a la mala a los cocaleros con los simpatizantes de David Choquehuanca, Luis Arce, y cualquiera que piense que el tiempo de Morales ya pasó.
El asunto le ha dado aire a una oposición muy castigada por su frugal papel de comparsa al que se ha reducido. Comunidad Ciudadana intentó emprender una campaña para cuestionar la legitimidad de la elección del nuevo Defensor del Pueblo hablando de golpes y autoritarismo y acabó pidiendo perdón a sus votantes por su irresponsabilidad de viernes, con su multitud de licencias fraudulentas que dejaron al MAS en franca mayoría como para no tener que violentar nada, sino aplicar el reglamento cambiando el orden del día y aprobando con dos tercios. El aún líder de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, aseguró por twitter que abrirá una investigación, pero todos recuerdan que con la última prometida - cuando Edwin Rosas se hizo elegir en la directiva de diputados con apoyo del MAS y contra la decisión de su bancada – no pasó nada.
La experiencia puede acabar abriendo vías para otros pulsos. El cabildo cruceño fue menos de lo esperado y aprobaron muchas cláusulas con mucho valor simbólico, pero quién sabe qué efecto real. Fundamentalmente le dieron al Gobierno tres semanas (sí, exactamente hasta el 20 de octubre, tercer aniversario de aquella elección frustrada de 2019 con la que empezó todo) para adelantar el censo a 2023. La amenaza es volver a un paro indefinido. Tal vez después llevar alguna carta a Palacio Quemado.
Tarija, en cálculos
Uno de los problemas del órdago de Luis Fernando Camacho sobre el federalismo, que se enraíza con los planes del Comité Cívico, aunque se disimule, es la falta de coordinación con otros líderes, sean gobernadores o alcaldes. Con Óscar Montes, que entre todos los gobernadores sería el que podría ser más proclive, no tanto por sus creencias personales sino por la historia reciente de Tarija, ni siquiera se ha reunido formalmente. Tampoco con el senador Rodrigo Paz, que sí ha planteado esa vía en momentos de campaña.
Con todo, en la Gobernación se analiza la posición a tomar, sus pros y sus contras: Pagada la cuota a Ende por el interconectado con un crédito privado y desbloqueado el asunto de las regalías de Margarita – aparentemente con derrota de los cívicos tarijeños -, los recursos ordinarios deberían volver a llegar a Tarija, y las posibilidades de que lleguen recursos extraordinarios o se entre en una nueva etapa de sintonía con el Gobierno Nacional son inexistentes, así que el riesgo de tomar una postura radical de confrontación puede reducirse – que no es poco – a las acciones penales individuales que se puedan tomar contra los ejecutivos en ejercicio.
En la Alcaldía Johnny Torres tiene más claro que no es momento de aventuras, al menos de liderarlas. Desde la Asociación de Municipios de Bolivia (AMB) se ha planteado una agenda que mejore la gestión institucional, especialmente en el manejo de endeudamientos, y el gobierno ha dado los primeros pasos en el Presupuesto General del Estado.
Mientras, la institucionalidad que queda del MAS Tarija ha hecho las amenazas “pertinentes” en defensa de Arce y el gobierno. Se esperaba que hablara de lo suyo, pero nada.
Sin cambios en el gabinete de Montes
Por otro lado, los cambios en la Gobernación de momento se hacen esperar. La inclusión de Freddy Castrillo en la Dirección de Hidrocarburos parece más tener que ver con los acuerdos puntuales en la Asamblea con el frente de Todos que con una necesaria revolución en el gabinete de Montes para incluir a más gente con peso político y depurar a algunos de los quemados con la gestión de algunos asuntos, como el del Sedeca, que han generado dudas.
Mientras el MAS Tarija sigue en sus pleitos internos, debilitando su función de oposición de la que incluso viene huyendo el coordinador gubernamental Marcelo Poma, la Gobernación no se ve aún en necesidad de mover fichas.