Los sueños de San Roque
San Antonio de Padua y los chunchos de Sella
Este 13 de junio se festeja la fiesta de San Antonio de Padua en la comunidad campesina de Sella Méndez, donde también bailan los chunchos



La iglesia de Sella se levanta sobre una hermosa colina cerca de las montañas del extremo norte del Valle Central de Tarija. Siempre me pareció curioso de que, aunque desde arriba se ve bien lejos, a la iglesia no se la pueda ver desde el camino. Tienen que decirte dónde dejarte para que no te pierdas. Se entra por la escuela, por canchas y bosques para recién empezar a subir a la iglesia. No es que sea lejos, pero parece. Todo lo que tienes que hacer es preguntarle a la gente y vas a llegar.
Los de Sella son apenas una pervivencia de una orgullosa tradición de chunchos promesantes. La última vez que fui apenas eran tres parejas. Triste. La fiesta original de los chunchos de Sella era la de San Judas Tadeo, el 28 de octubre, con lo cual se convertía la última fiesta de chunchos antes de la época de lluvias. Esta era una tradición antigua, de las más antiguas de las tradiciones de chunchos chapacos, remontándose a finales del siglo XIX o a principios del siglo XX. En su época eran uno de los centros rituales de la región. Pero la fiesta desapareció, y con ella la tradición de los chunchos.
Hubo un cambio de parroquia, de centro administrativo, y así nació la actual fiesta de San Antonio de Padua. Durante un tiempo los chunchos desaparecieron del mapa. Pero en algún momento los chunchos viejos decidieron resucitarlos para la fiesta de San Antonio y desde entonces bailan en junio. El cantón de Sella tiene una importante tradición de músicos promesantes. Se reúnen de todos lados, y representan una parte importante de la fiesta.
Wilson Farfán me cuenta que la fiesta comienza el domingo por la noche, con una misa y unas vísperas. El lunes es el día del santo, y salen los chunchos luego de la misa de fiesta. El siguiente domingo es la octava, con tres misas y chunchos, para cerrar el siguiente domingo de encierro.
Los chunchos y los músicos de Sella participan activamente de la fiesta grande de San Roque en la ciudad de Tarija y a veces van a visitar las otras fiestas donde hay chunchos. Si no me equivoco ya llegaron hasta Santa Cruz. Si me permiten la digresión y a riesgo de equivocarme, yo me animaría decir que los de Sella son los chunchos errantes de Tarija. Con su fiesta desaparecida y una presencia reducida en junio, aun así, no se resignan a dejar de bailar. Se me ocurre interesantísima la reconstrucción de su historia y de su fiesta.
Cuando uno está parado en la colina, el cielo parece estar a un brazo de distancia. Las montañas azules se pierden en la distancia y uno pareciera estar en el centro del mundo. La iglesia es una iglesia vieja, de adobe y revoque, con un hermoso frontis que se eleva al cielo. Hay que llevar sombrero, porque el sol pega fuerte y no hay árboles arriba. Pero por lo demás es un espacio agradable y con una procesión corta alrededor de la iglesia, en la colina. Al final se arman unos puestos en el frontis de la iglesia, viendo hacia la escuela, y se arma una kermesse de fiesta. A esa hora la iglesia da una sombra muy agradable para sentarse a compartir. El cantón de Sella es conocido por sus ricos vinos pateros, y no faltan para la fiesta. Más de uno se retira machadito al finalizar el día.
No puedo hacer otra cosa que recomendarles que vayan a conocer la fiesta. La tradición de los chunchos de Sella es una pervivencia antigua de nuestros chunchos chapacos, en una época del año en la que no estamos acostumbrados a ver chunchos. Es la oportunidad perfecta para sentir en los poros de la piel la magnitud de la tradición de San Roque y sus chunchos promesantes. Es cerquita y es hermoso. Si conoces Sella sabes que tiene una magia especial. Y ahora, a principios de junio, todavía puedes encontrar parte del verde de la época lluviosa. Ahora es el momento de respirar una vez más el aire del verano pasado. Y si te gusta el sonido de la caña, esta es la oportunidad perfecta para empezar a practicar tu zapateo y hacer levantar el polvo de la tierra.