Crónica política de la semana
El 45%, la bronca en la Fexpo y Javier Milei marcan la semana política
En Tarija sigue la calma con el Gobierno Nacional mientras reverdece el pulso con el Chaco, a nivel nacional, Camacho rehuyó el choque con Arce en la feria y la oposición sigue buscando sus caminos
Aunque la semana ha venido marcada por eventos extra - políticos, no han sido pocos los movimientos de fondo que se están registrando y que vienen perfilando una especie de nueva etapa tanto a nivel nacional como a nivel departamental, dos escenarios políticos diferentes, por cierto, muy desconectados el uno del otro.
Y es que con el MAS Tarija prácticamente desarticulado tras la “partida” de Álvaro Ruíz al Viceministerio de Autonomías y la Gobernación muy concentrada en lo suyo, la región está más al margen de la política nacional que tal vez nunca, advierten algunos analistas. Montes apenas ha hecho alguna referencia a la situación humanitaria de Jeanine Áñez mientras Luis Arce prácticamente ignora las necesidades del departamento, y la representación de Comunidad Ciudadana, ya en proceso de implosión tras las declaraciones de Edwin Rosas y las ausencias de Rodrigo Paz, es cada vez más ausente.
Por el momento el Gobernador ha sacado adelante su Ley Financial sin demasiados problemas, lo que ha permitido no tensionar a su mayoría legislativa. El Presupuesto tiene una serie de componentes clave pensando en la paz social: se ha incrementado el dinero en el Prosol, lo que ayuda a neutralizar a las comunidades campesinas en este intervalo de incertidumbre, y se han dispuesto recursos para los municipios, con los que se viene dialogando para evitar más débitos automáticos. Como ni la Asamblea ni la Gobernación han colgado todavía los anexos, se entiende que también están los recursos comprometidos para el SIN, por ejemplo, y para que el Sedeca siga trabajando.
Encuentro Luis Fernando Camacho evitó encontrarse con el presidente Luis Arce en la inauguración de la Fexpo
De todas formas, como no se puede vivir sin polémica, menos cuando los recursos escasean, la distribución del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) ha vuelto a poner en guardia a chaqueños y vallunos, que ya han empezado a sacar su verbo afilado para cargar contra los otros, agitando el victimismo, que suele venir “muy bien” en estas circunstancias.
El Chaco ha recordado toda la legislación vigente que le otorga el 45 por ciento de la distribución de la renta petrolera en general, pero también la del IDH en particular. Desde la Gobernación se apela a una inversión más racional de esos recursos y se plantea una suerte de redistribución. Como el asunto “da likes”, las posiciones se van enconando, pero lo cierto es que una vez descontadas las cantidades para la Renta Dignidad y el resto de compromisos nacionales con plata departamental, apenas quedan cinco millones de dólares de los que el 45% serían 16 millones de bolivianos, una “miseria” si se compara con lo que se administraba no hace tantos años.
Volver y volver
Mientras tanto a nivel nacional la política se sigue moviendo circularmente. Cuando parecía que el informe del GIEI había abierto una puerta de salida al debate enfrascado de golpe versus fraude, cuando parecía que Comunidad Ciudadana iba a acabar cediendo el juicio de responsabilidades antes de desaparecer, y cuando el presidente Luis Arce había bajado sustancialmente su tono, la inauguración de la FexpoCruz sirvió de escenario para reavivar el tema.
El asunto no era menor. Los empresarios hicieron de poder fáctico y avanzaron con la feria con la obviedad del sistema, no hay crisis política que pueda imponerse a lo económico, que es vital. A la inauguración citaron a Luis Arce, que se ha prodigado poco institucionalmente en Santa Cruz por razones obvias. Arce confirmó y el Gobernador Luis Fernando Camacho dio la espantada en el acto político más importante del año.
Camacho se fue al campo, los empresarios hicieron lo suyo y le pidieron al Presidente un poco de paz y de colaboración, además de las clásicas ayudas a la exportación, etc., y Arce respondió con artillería pesada.
Luis Arce sabía perfectamente dónde estaba, no en vano ha dado grandes estímulos al empresariado cruceño en su era de ministro de Economía vía AFP y vía etanol, pero en esta ocasión defendió su modelo social, cargó contra Áñez, y acabó declarando la guerra al “golpismo” cruceño en el mismísimo centro de operaciones.
Comunidad Ciudadana, hacia la convulsión
El otro tema candente en la política nacional es el de Comunidad Ciudadana, que lejos de apaciguarse tras la rápida retirada de Andrea Barrientos de la primera línea, se ha ido enrareciendo con los días. Su renuncia a la presidencia de la bancada no ha impedido que el eco de sus palabras: “tenemos más afinidades con el MAS que con Creemos” siga trascendiendo barreras. Tampoco su explicación posterior más pausada, pues no acaba de decir cuales son esas afinidades.
Mientras tanto, la derecha militante pone sus ojos en Javier Milei, el político bonaerense que se define como libertario y que ha obtenido un buen porcentaje para entrar en el parlamento tras las elecciones de noviembre. ¿Habrá un Javier Milei en Bolivia?