Entrevista con el candidato de Todos, Adrián Oliva
Oliva: Hemos enfrentado sin huir ni rendirnos todas las dificultades
El Gobernador busca la reelección después de seis años marcados por la crisis económica que no le ha impedido acabar algunas de las obras más entrampadas que dejaron los anteriores ejecutivos



El gobernador Adrián Oliva busca la reelección al frente de la Gobernación de Tarija después de seis años duros en los que, primero, tuvo que lidiar con “la herencia recibida” de la gestión de Lino Condori en forma de monumental deuda comprometida, y con el Covid después. El futuro no es alentador, pero eso no lo ha asustado, y tampoco cree que nadie pueda darle muchas lecciones de “experiencia” sobre lo que hay que hacer en un momento como este. Los ingresos del gas ya no llegarán, dice, y es tiempo de reinventarse.
No solo ha habido problemas económicos, Oliva lo ha tenido casi todo en contra – Gobierno, Asamblea, la mayoría de alcaldes y subgobernadores, etc., - y aun así no solo ha acabado la gestión, sino que ha mantenido un nivel de conflictividad bajo mientras destrababa muchas de las obras más polémicas y atrasadas de pasadas gestiones.
Las críticas al Gobernador casi siempre van por el endeudamiento, pero nadie plantea otra alternativa, tampoco ahora. Oliva dice que era lo que había que hacer y que se hizo a pesar de la coyuntura. Cree que no tendrá problemas en trabajar con Luis Arce, porque ya está trabajando, y cree que el departamento está en el buen camino.
La campaña acaba, pero la partida sigue abierta, el 7 de marzo los ciudadanos pondrán a cada cual en su lugar, y de eso precisamente hablamos en esta entrevista.
El País (EP). - Bolivia ha vivido dos años de alta tensión política, digamos que el pulso acaba con estas subnacionales, todo se ha ido reconfigurando. Dígame, ¿es fundamental llevarse bien con el Gobierno para tener una gestión estable en 2021-2026?
Adrián Oliva (AO). - Yo creo que es fundamental llevarse bien con el Gobierno porque además de los años de inestabilidad política, de transición, de conflictos que podemos haber enfrentado, Bolivia está enfrentando también una crisis sanitaria y los problemas del país, los problemas de Bolivia son más grandes que cualquier diferencia que pueda haber entre autoridades o cualquier diferencia que pueda haber de visiones respecto a lo que debemos hacer.
Tenemos entre todos la responsabilidad de dejar de lado cualquier cálculo particular y pensar en el conjunto del país. Yo creo que eso es lo que debe marcar la agenda política de los próximos años. Yo encuentro en el presidente Arce, una persona que está muy preocupada de la gestión, de los problemas que tiene que gestionar en el país y que va a dar pie a que se pueda avanzar en esa dirección, construyendo una agenda de trabajo que necesita Bolivia pero que también necesita el departamento de Tarija que no solo viene enfrentando la crisis sanitaria, sino, hace algunos años una crisis financiera y problemas que hemos heredado cuando llegamos al Gobierno
EP. - Precisamente por esa diferencia de visiones sobre la crisis económica que vivía Tarija tuvo usted varios pulsos, bastantes sonoros, con Luis Arce. ¿Cree que aquello está superado o cree que le puede pasar algún tipo de factura?
AO. - No, yo creo que está superado porque además la crisis sanitaria no discriminó. No diferencia regiones, la crisis sanitaria no discriminó ideologías, no discrimina absolutamente nada, es un problema común y en este periodo del gobierno del presidente Arce hemos trabajado para poder implementar medidas sanitarias importantes y hacerlo en coordinación con el Gobierno nacional.
Se ha trabajado en coordinación, sin ningún tipo de dificultad, entonces yo creo que todos tenemos que superar cualquier diferencia que se haya presentado en el pasado, cualquier pulso que haya sido en su momento determinante. Hoy, vuelvo a decir, los problemas son más grandes que cualquier situación de orden particular.
EP. - Se están coordinando cosas, pero también hay mucho roce, precisamente por la forma del Estado, se habla mucho de la fórmula del Estado de cambios, de ajustes que sean necesarios. ¿Cree que la autonomía está en riesgo en los próximos 5 años?
AO. - Yo creo que no, yo creo que hay roces, puede haber problemas -si se quiere – por el diseño del Estado, por las dificultades que hay en este momento para desarrollar los niveles de Gobierno, sus capacidades, por tantísimas cosas que podríamos discutir, pero yo quiero decir algo fundamental. Hoy la prioridad en Bolivia es la economía, entonces ponernos a debatir sobre el diseño, el modelo, discutir los aspectos estrictamente formales, proponer grandes reformas en el momento en que la economía, por tanto el empleo, la crisis sanitaria que afecta al empleo, que está afectando a la economía, son temas que están por encima de cualquier otra discusión y que deberían ocuparnos por lo menos los próximos dos años para poder organizar de otra manera la situación económica del país, resolver los problemas, superar las dificultades que estamos enfrentando para después hablar de lo que tengamos que hablar. De modelo de Estado, de desarrollo, de reformas, de otro tipo de temas que son fundamentales, pero yo creo que en este momento no están en el primer orden de discusión.
EP. - No cree por lo tanto que sea necesario ningún tipo de ajuste inmediato al Estatuto, básicamente porque también precisamente la crisis económica puede perderse el sentido coyuntural y no dejar reformas en la estructura.
AO. - Yo creo que sí, es un riesgo, pero yo estoy recorriendo la ciudad, estoy recorriendo las comunidades campesinas en provincia, las ciudades intermedias y créame que hoy la prioridad es la economía. Pero realmente es la prioridad, o sea, no hay alternativas. Hoy día la discusión es economía y empleo, obviamente la crisis sanitaria es la que ha provocado, en muchos de los casos, los problemas de la economía y empleo, entonces la gente está esperando que superemos la crisis sanitaria, que vacunemos a toda la población, que reactivemos la economía, que retomemos el ritmo, las actividades, la normalidad, la nueva normalidad de la que tanto se habla, que se generen nuevas oportunidades económicas de empleo, que la gente pueda tener mejores ingresos.
Ese es, para mí, el foco de lo que debemos hacer en los próximos años y en función a lo que se haga está claro que habrá que ir trabajando de manera paralela en otro tipo de reformas, discutiendo otros aspectos que hacen al propio régimen autonómico, estoy plenamente de acuerdo, pero yo creo que aquí hay un sentido de prioridad que para mí es un sentido de urgencia y eso es lo que nos debería ocupar a todos.
EP. - Para cerrar el bloque autonómico, ¿el 45% es acuerdo cerrado que no se puede modificar?
AO. - Bueno ese es un tema, además, que no está en manos del Gobernador, del Gobierno departamental, es un tema de carácter nacional, entonces abrir el debate sobre eso para mí no corresponde, no genera, no produce ningún tipo de resultado y lo que hace mas bien es avivar las tensiones de alejarnos de la posibilidad de enfrentar de manera conjunta los problemas que es algo fundamental en esta coyuntura.
Yo creo que, además, en caso de la renta petrolera hay que evaluar lo que hemos estado discutiendo todos estos años. Antes la lógica era el reparto, había que discutir cuánto repartíamos a cada quien, ahora qué renta petrolera vamos a repartir si no estamos recibiendo los ingresos que financiaba el desarrollo del departamento con los recursos del gas, estamos en una situación bastante disminuida, estamos enfrentando una situación en la que la renta petrolera no es el motor principal de la economía, no es el que impulsa el desarrollo del departamento, si no tenemos el desafío de generar nuevas fuentes de ingresos que es lo fundamental para el departamento.
EP. - Se sentaron a la mesa al inicio del proceso las diferentes fuerzas políticas de oposición, finalmente ustedes decidieron un camino, otro bloque decidió otro ¿Qué es en el fondo lo que le diferencia del bloque Unidos donde hay muchos que fueron sus socios en un momento determinado?
AO. - Primero que el dialogar, el hablar, es fundamental en democracia. Dialogar es la base de la construcción de acuerdos y cuando a nosotros nos convocaron a dialogar hemos estado, estuvimos prestos a dialogar, hemos estado prestos a dialogar en todo momento; eso es algo fundamental. Lo que está claro es que en el proceso se han ido configurando, para mí, dos visiones de Tarija, de lo que se debe hacer en Tarija.
Una, que está pensada o que está mirando el departamento desde la visión que se construyó en el pasado, desde esta lógica del reparto, desde la bonanza, desde el poder, que en su momento se ejerció en la época de las vacas gordas, en la época de los grandes ingresos, asumiendo que el departamento va a vivir de ese recuerdo y que ese recuerdo se va a reproducir a partir de la próxima elección, o a partir de la próxima gestión. Eso está claro, eso es lo que representa una de las opciones; y en el caso nuestro la discusión es otra. Primero porque hay un problema real en el departamento que lo hemos heredado precisamente desde el momento en el que se dispuso de esa gran renta petrolera, de esa bonanza, se la dispuso además de mala manera, se gastó la plata, en algunos casos se despilfarró la plata, en otros, se robó la plata, se fue, se acabó la plata y nos dejaron los problemas.
Nosotros hemos enfrentado todos estos años un gobierno que ha tenido muchísimas dificultades económicas, muchas dificultades financieras, que ha tenido que superar una deuda de cerca de 7 mil millones de bolivianos y enfrentar, además, el desafío de concluir más de un centenar de obras y proyectos a lo largo y ancho de todo el departamento. De sanear al Gobierno departamental y, por tanto, que no piensa o no propone volver a ese pasado que además no existe porque estamos partiendo del supuesto de la época de la bonanza, bonanza que ya no existe. Entonces hay diferencias muy grandes que se contrastan.
En el caso nuestro, con una visión de futuro intentando avanzar, proponiendo un plan, además, que tiene un conjunto de medidas que son alcanzables, que son reales, que son concretas, que las hemos sugerido en su momento pensando en la realidad que estamos administrando y no en volver a los privilegios, no en volver a restaurar la vieja clase política que ha gobernado el departamento, sino ocuparnos de los verdaderos problemas que hoy tiene el departamento y que tenemos que enfrentar.
EP. - Han sido seis años complicados con la Asamblea en contra, Gobierno en contra, alcaldes en contra y varias instituciones en contra. Al final la sensación que queda es que los ataques más virulentos han llegado desde sus propias filas o desde los que fueron de sus propias filas, sus compañeros en Camino al Cambio, ¿a qué cree debió esa fractura, de donde cree que surge?
AO. - Yo no llegué al Gobierno para defender privilegios ni para defender a ningún tipo de interés, yo llegué al Gobierno para resolver los problemas de Tarija. Yo llegué al Gobierno además en un contexto adverso donde, como tú dices, había muchas fuerzas que estaban en contra y muchas instituciones que estaban en contra nuestra, pero te puedo decir que estos seis años han sido años en los cuales hemos enfrentado la adversidad en paz, yo no recuerdo que el nivel de conflictividad que me haya tocado enfrentar sea mayor o sea más crítico que el que se haya vivido en anteriores gestiones.
Es más, creo que hemos tenido la capacidad de dialogar, de enfrentar los problemas, de superarlos uno a uno, de hacerlo en paz; y aquellos que en su momento llegaron al Gobierno con nosotros, muy rápidamente se acomodaron en la Asamblea para confrontarnos y eran los que probablemente dirigían muchos de los ataques en coordinación o alianza con el propio MAS. Entonces creo que los que tienen que responder esta pregunta son los que se fueron, los que se fueron al frente y estuvieron enfrentándonos y haciéndolo, además, para facilitar las cosas a quienes de manera circunstancial son nuestros rivales quienes han estado políticamente en una línea distinta, que son los amigos del MAS
EP. - Hablábamos al principio de los dos años complicados, precisamente hablando del MAS, hablábamos de estos dos años de tensión política. En su caso ha basculado, primero apoyó a Carlos Mesa, después cambió a Jeanine Áñez, ¿cómo valora esos dos años y como cree que le ha podido afectar precisamente esos cambios en los apoyos?
AO. - Bueno, fueron años difíciles en los que había que tomar decisiones y tomar partido, era importante hacerlo. Hicimos una elección en la que nos fue bastante bien el año 2019, ustedes saben lo que sucedió en todo el país a partir de los resultados de 2019. Eso modificó el escenario, se generó un contexto en el que, para mí, una de las razones por las cuales había que tratar de construir un proyecto de unidad era precisamente la posibilidad de trabajar en ese periodo con el Gobierno y tratar de enfrentar muchos problemas que durante tiempo el departamento venía aplazando o postergando.
Lo hice por eso, quería que podamos aprovechar un contexto que pudiera ayudarnos, facilitar las condiciones en las cuales nos encontrábamos para poder avanzar y superar los problemas que tenía Tarija, sin embargo, no siempre los deseos se expresan en realidades, las buenas intenciones en acciones y en este caso, el apoyo y el resultado, si yo hice mi mayor esfuerzo. Estuve siempre con el mejor ánimo de apoyar, pero siento que en muchos de los casos no logramos los resultados, y el país no logró los resultados que esperaban ni encontró la respuesta que esperaban de el Gobierno de transición y eso a nosotros nos ha afectado, no en lo particular ni en lo político, porque lo político pasa, son coyunturas, son circunstancias, sino que creo que en lo que representa la mirada de futuro, en lo que representa la posibilidad de avanzar.
Entonces, hay un nuevo contexto, un nuevo escenario que se ha generado y con el que tenemos que trabajar. Y en ese escenario hay una crisis de por medio, entonces cualquier discusión de lo político, de la política, de lo que haya significado ha pasado a segundo plano porque la crisis sanitaria es lo que ha determinado y está determinando hoy cuál es el comportamiento que tenemos que tener desde el ámbito institucional y también desde el ámbito político.
EP. - Hablando de su gestión y su propuesta, ha recibido muchas críticas por el endeudamiento en el que se ha incurrido, pero a la vez también vemos que en la mayoría de los programas electorales de otras fuerzas se habla de futuros endeudamientos. Al final ¿fue una buena idea endeudarse o se podría haber hecho de otra manera?
AO. - Fue una buena idea, porque no había otra alternativa para resolverse los problemas. Antes en Tarija el buen gobierno pasaba por el reparto, nadie discutía la cantidad de plata que entraba al departamento. Es más, cada año ingresaba más plata, cada año ingresaba más plata al departamento, el problema no era la plata que ingresaba, una buena autoridad, un buen gobierno era el que repartía bien la plata; el que tenía la capacidad de distribuir esos recursos o para decirlo, en otros términos, de ejecutar esos recursos, esos presupuestos.
A mí me tocó gestionar los recursos para pagar las deudas porque en muchos de los casos, en el 90% de los casos, nosotros no decidimos el destino de esos recursos. Esos recursos ya estaban comprometidos, pero yo no soy irresponsable, Jesús, en este departamento cuando llegué, cada que llegaba una autoridad echaba por tierra todo lo que había hecho el anterior, todos los proyectos estaban mal, quedaban paralizados, quedaban abandonados, judicializados, se discutía todo de nuevo, había que volver a empezar. ¿Y cuál fue el resultado de eso?, a lo largo y ancho del departamento habían centenares de obras abandonadas, plata que era el testimonio del abuso, del despilfarro, de la corrupción, pero también de la confrontación entre autoridades; y eso ha hecho que encontremos un departamento en el que todo se iniciaba y nada se concluía, en el que todo se ofrecía y nada se resolvía, en el que todo se decía y nada se hacía y yo he tomado la decisión de hacer las cosas, no mis cosas, no las que yo quería probablemente en mi programa de Gobierno pero uno Gobierna el departamento que tiene con las dificultades que tiene, no el departamento que quiere.
Y en esas circunstancias hemos reducido la deuda de 7mil millones de bolivianos a cerca de 700 millones para cerrar este año 2021, a cerca de nueve veces, a 10% de la deuda que nos ha tocado heredar. ¿Cómo lo íbamos a hacer?, prestándonos plata. ¿Cómo lo íbamos a hacer?, refinanciando obras con las propias empresas privadas que estaban ejecutando los proyectos. ¿Cómo lo íbamos a hacer?, reprogramando los pagos. ¿Cómo lo íbamos a hacer?, cuidando que la plata vaya a la inversión.
Yo hice un esfuerzo extraordinario porque la plata de Tarija vaya a inversión y eso a mi me ha generado un costo, nosotros hemos hecho un sacrificio muy grande, no hemos comprado una computadora, no hemos comprado un celular, no hemos comprado un vehículo, no hemos hecho un solo gasto insulso en estos cinco años. Nos hemos ocupado de poner la plata en inversión y obviamente en programas sociales que no pueden esperar, Prosol, la canasta del adulto mayor y tantos otros que no pueden esperar y que son una responsabilidad, además, de orden recurrente que tenemos que ejecutar todos los años y que no se discuten, tenemos la obligación de hacer.
EP. - En los próximos cinco años la economía va a seguir siendo el principal caballo de batalla, digamos, el principal desafío. ¿Cuáles son los planteamientos de Comunidad de Todos?
AO.- Bueno nosotros hemos trabajado un plan que lo hemos denominado “Tarija de pie”, este plan lo que propone para las grandes inversiones es crear, primero, un fondo de inversiones y desarrollar un modelo de alianzas público privadas a partir de una ley que hace cuatro años la hemos presentado a la Asamblea con Oscar Farfán que fue nuestro delegado para la Agencia de Desarrollo, un proyecto de ley que expresa muy bien la visión que tenemos, pero, además, que tiene por atrás si se quiere por lo menos cinco o seis emprendimientos que ya están siendo impulsado y que se van a beneficiar de esa ley para poder llevarlos a la práctica, para atraer inversiones, para desarrollar nuevas industrias para poder movilizar la economía del departamento.
Tenemos, además, un segundo planteamiento que tiene que ver con la generación de empleo, en específico no hemos propuesto que para la generación de empleo tenemos que subvencionar la energía y el gas. Vamos a subvencionar el 30% de gas y de energía a las micro y pequeñas empresas que contraten a nuevos trabajadores que generen mano de obra, que generan empleo. Vamos a hacer un esfuerzo para reducir los impuestos en un 50% para los automotores y para los inmuebles destinados a nuevos emprendimientos.
Vamos a hacer un esfuerzo grande para poder asumir el 30% del costo laboral de nuevos empleos de las micro y pequeñas empresas que se ocupen de apoyarnos, pero, además, de contratar a personas menores de 30 años. Y esto va a permitir que podamos avanzar de manera significativa, vamos a poner el foco en la educación tecnológica, así como lo que hemos hecho con la beca futuro, para que nuestros profesionales se vayan a formar en el exterior. Estos cinco años la educación técnica y tecnológica va a ser el centro de nuestra tarea, de nuestra ocupación, de nuestro interés en materia de educación. Nos vamos a enfocar en la educación tecnológica para becar a los jóvenes, para traer experiencias de otros países, para desarrollar todo un sistema educativo a ese nivel que permita la inserción laboral muy rápida.
Y finalmente, hay dos propuestas que tienen que ver de manera directa o indirecta con la economía, una de ellas es el plan de vacunación, vamos a comprar 100 mil vacunas, vamos a vacunar a la brevedad posible porque no hay reactivación si no superamos la crisis sanitaria. Y un segundo aspecto fundamental, vamos a trabajar para llevar internet gratuito, lo que queremos es que se recupere mas no solo la economía, sino la educación, porque hoy muchas familias están sufriendo por los problemas que tienen para que los niños estudien por el costo que representa el estudio.
Hoy hay que pagar por estudiar en Bolivia, esa es la realidad y eso nos debe a todos convocar y movilizar, pero, además, de internet gratuito, que debe dejar de ser un privilegio para pasar a ser un derecho va a tener un altísimo impacto económico. Va a tener un impacto en la economía del departamento porque a mayor flujo de información también tenemos mayores condiciones de competitividad. Así que vamos a trabajar sobre eso y vamos a dar un mensaje claro de cuáles son nuestras prioridades en los próximos cinco años.
EP. - Para terminar, brevemente, ¿Por qué Adrián Oliva quiere salir al frente de la Gobernación?
AO. - Porque no he concluido mi trabajo, porque estos años he dedicado todo lo que he tenido, todo mi tiempo, mi esfuerzo, todo mi sacrificio para poder enfrentar situaciones muy duras, muy difíciles, lo he hecho con convicción, con compromiso, con cariño, pero siento que no he concluido la tarea. Siento que hay desafíos que todavía tenemos pendientes de encarar, siento que hemos sentado las bases para superar los problemas que hemos heredado y tenemos que dar el paso para que podamos reactivar nuestra economía, para que podamos diversificar nuestra economía, para que podamos industrializar nuestro departamento, para que podamos transformar Tarija y darle a Tarija otro rumbo.
Eso es algo fundamental en lo que todavía siento que tenemos que trabajar y por eso yo pido que la población me apoye, me de la oportunidad estos cinco años para poder llevar adelante este programa de Gobierno, después de haber enfrentado dos crisis, después de haber enfrentado situaciones tan difíciles y de estar trabajando para que podamos dar un nuevo rumbo al departamento.