Suele haber una tendencia que se puede ver con las encuestas
Rumbo al 18-O, el “momento clave” de las encuestas en Bolivia
En el último debate realizado por un grupo de medios, los propios candidatos pusieron en duda la confiabilidad de las encuestas. Por ello se pidió mayor control sobre ellas al TSE



A 12 días de las elecciones generales del 18 de octubre, los posibles escenarios políticos que se plantean son múltiples, pero hasta que se concreten con el voto soberano del pueblo, nos movemos de momento en el terreno de las encuestas electorales.
Las encuestas electorales siempre dan qué hablar, la intención de voto de las personas deja inquietos a todos, tanto a partidos políticos, medios de comunicación y sobre todo a la misma sociedad, pero ¿realmente se puede confiar en ellas?
En el último debate realizado por un grupo de medios de comunicación, los propios candidatos, como Jorge “Tuto” Quiroga, pusieron en duda la confiabilidad de las encuestas. Por ello se pidió mayor control sobre ellas al Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Un sondeo realizado por Facebook del diario El País de Tarija dio como resultado que de 268 personas consultadas solo fueron encuestadas 36, en algún momento de su vida, mientras que el resto señalaba no haber sido encuestada nunca.
¿Cómo funcionan las encuestas?
Carlos Saavedra, politólogo y comunicador, explica que existe un reglamento del TSE que norma cuáles son las empresas, tiempo y cantidad de encuestas que se pueden publicar, todas estas instituciones tienen un rango del 5% de error. Durante cada proceso electoral, las compañías se presentan y a partir de su aprobación tienen que cumplir ciertos criterios técnicos, demostrando quiénes las están financiando, los cuales no pueden ser los partidos políticos.
“A las encuestas hay que tomarlas como lo que son, datos estadísticos de un momento que permiten ver patrones numéricos de conducta en la percepción política de la población”, recalcó Saavedra.
Por otra parte, Gonzalo Ávila, licenciado en Ciencias Políticas, habla sobre la fiabilidad de las encuestas, explicando que “son confiables, si es que se cumplen los requisitos metodológicos adecuados.” Complementando que las empresas siempre deben presentar una ficha técnica sobre cómo se realizaron las encuestas.
Ávila afirma que las encuestas funcionan gracias a empresas especializadas que son contratadas por partidos políticos o medios de comunicación que tienen interés en saber las estadísticas. “La muestra se la hace de manera aleatoria y por un porcentaje de cada ciudad”, dijo, haciendo referencia a qué tipo de personas se eligen para ser parte de estas encuestas.
El especialista en Ciencias Políticas explicó que “la encuesta es una foto, de lo que pasa en las últimas semanas”, sin embargo, no es algo que determine lo que va a pasar en sí, por que las decisiones de las personas están sujetas a cambios. Pero, suele haber una tendencia que se puede ver con las encuestas, aunque esto no significa que ése será el resultado final.
Para el actual proceso electoral, son cuatro las empresas encargadas de investigar la intención de voto: Ciesmori que trabaja con Unitel, Mercados y Muestras que lo hace con Página 7, Focaliza con ATB y Fundación Jubileo, que trabaja con las universidades y distintos medios de comunicación.
Elecciones no definidas, todo puede suceder
Según Carlos Saavedra y Gonzalo Ávila, licenciados en Ciencias Políticas, el panorama electoral todavía es incierto, las últimas encuestas demuestran que las elecciones aún están abiertas y todo puede suceder.
Según Saavedra, el Movimiento al Socialismo (MAS) tiene un voto duro de alrededor del 30%, también existe un voto contra, el anti MAS, del 50%. La diferencia es que el voto anti MAS está dividido entre tres partidos, lo cual genera que el MAS esté en primer lugar en las encuestas.
Añade que hay otro 20% del electorado que pertenece a un votante que no es ideológico sino más pragmático, que en determinado momento apoyó al MAS, pero que en otro votó por la oposición, “creo que ese 20% es clave, porque no encontraron un partido político que lo represente”, alude.
Saavedra cree que hay tres frentes de batalla electoral: quien conquista a la clase media, el segundo es el que está con el voto anti masista, y el tercero es una batalla territorial, con Santa Cruz, que tiene una disputa por tener a alguien en el liderazgo político
Ávila, por su parte, considera que las encuestas vienen reflejando algunas percepciones de la gente, la cual tiene la idea de estabilidad económica que se creó durante el gobierno del MAS.
Sobre la estrategia de la oposición, añadió que “peca de creer que con acusarlo de dictador es suficiente, no tiene una propuesta social que reemplace el daño que el MAS le hizo al país”. Ávila cree que se puede llegar a una segunda vuelta y “ahí se tiene que ver” cómo manejan la situación.
Ambos profesionales concuerdan en que estas dos semanas habrá mucho ruido político y habrá que tener en cuenta cómo se va moviendo el escenario.