Con la cuarentena, se cerraron las fronteras y eso provocó el aumento de azúcar bermejeña
Pese a la baja producción, Iabsa se quedó sin azúcar
La zafra, años antes, empezaba la segunda quincena de julio, pero desde el 2015 empezó a retrasarse hasta agosto, el año pasado empezó en septiembre por los problemas laborales que tuvo el ingenio



El azúcar de Bermejo se vendió en su totalidad gracias a que desapareció el contrabando procedente de Argentina. Con la cuarentena, por la pandemia del coronavirus, se cerraron las fronteras y la gente consumió mucho más producto nacional, esto hizo que prácticamente Industrias Agrícolas de Bermejo (Iabsa) se quede sin producto en sus almacenes.
El director secretario de esa compañía, Williams René Angles Córdova, informó que el ingenio ya no tiene azúcar en stock, todo fue vendido, distribuido, la demanda fue mayor que la del año pasado, se multiplicó.
“Siempre la compañía ha vendido azúcar en quintales (q) de 46 kilogramos y arroberas, este año planeamos vender productos de un kilo y cinco kilos para que puedan llegar a supermercados o tiendas de barrio directamente y un poquito competir con el contrabando desleal”, anunció.
Explicó que se vieron limitados por la cantidad de caña que tiene Bermejo, antes se producía unas 500 mil toneladas de caña que daba un millón de quintales de azúcar, actualmente esa cantidad bajó y el año pasado solo pudieron producir 300 mil q de la misma cantidad de ese fruto.
Por otra parte, el año pasado se tuvo un problema con el sector laboral y hubo un retraso en el inicio de la zafra que causó pérdidas al sector cañero y a la empresa, por lo que tomaron la decisión de realizar una reestructuración a nivel salarial e institucional. Este año la cosecha iniciará los primeros días de agosto y Iabsa espera producir el doble que en 2019, se busca moler 400 mil toneladas de caña.
Cañeros
A su turno, el secretario general de la Asociación de Cañeros Independientes de Bermejo, Gilberto Salazar, contó que la zafra años antes solía empezar la segunda quincena de julio, pero desde el 2015 empezó a retrasarse hasta agosto, el año pasado empezó en septiembre por los problemas laborales que tuvo Iabsa con sus trabajadores, lo que provocó que el azúcar cruceña cope los mercados.
“Ha sido uno de los peores años, entregamos 194 toneladas de caña y de eso se produjo cerca de 200 mil quintales”, explicó a tiempo de coincidir con Angles que a causa del coronavirus todo el azúcar que se produjo el año pasado se vendió. Además, tenían previsto arrancar con la zafra la segunda quincena de julio, pero por ciertos retrasos de la empresa lo harán en agosto.
Un vendedor del Mercado Central de Tarija que no quiso dar su identidad, mostró que tenía algunas bolsas de azúcar de Bermejo, lo consiguió de comerciantes que al principio de la cuarentena adquirieron grandes cantidades del endulzante y ahora lo están sacando de a poco y más caro.
Explicó que no es azúcar cruceña embolsada en bolsas de Iabsa, porque sabe reconocerla: la bermejeña es más granulada que la “camba”, mientras que la argentina parece un polvo más blanco.
A su vez, la dependiente de un micro mercado, Valeria, contó que existen bolsas de uno y cinco kilos de azúcar cruceña, pero con etiquetas cambiadas de Iabsa, porque la proveniente de Bermejo no existe, ya no le llevan, además su precio es más bajo, ella vende a seis bolivianos el kilo.
El alcohol se venderá fraccionado
Williams René Amgles Córdova, contó que la venta del alcohol que produce IABSA es buena una parte se fue al exterior, a los mercados de Argentina y Chile y otra cantidad se quedó para los compradores locales. Este año, después de 50 años de funcionamiento, lo fraccionaron en envases de un litro y cinco litros.
“Lo hicimos de manera experimental para el mercado, actualmente tenemos un stock para la venta porque se sigue trabajando en su refinado, este trabajo es prácticamente es año redondo, se va guardando a medida que se va procesando la caña y se guarda el material resultante”, explicó.
Generaron alrededor de dos millones y medio de litros de alcohol en base a la cosecha de la caña en 2019, el 70 por ciento fue exportado y el resto quedó para la venta local. “Para nosotros competir dentro el mercado local con los ingenios de Santa Cruz era complicado por sus precios más bajos, además que no fraccionábamos”, agregó.
Subrayó que este año la demanda fue la misma, no varió, pero los precios se incrementaron, los mercados cautivos de Tarija, Potosí, Sucre y La Paz, vendieron lo que tenían y solo se les envió un 70 por ciento de lo que recibían.
“Lo que ha variado más que la demanda fue el precio, subió casi en un 50 por ciento, el alcohol siempre se vendió a cinco bolivianos el litro, de todos los ingenios, tanto de Santa Cruz como de Bermejo, pero actualmente se lo expende entre 10 y 11 bolivianos”, contó.