La incertidumbre de la pandemia hace mella en las familias
Niños y cuarentena, una labor “titánica” de adaptación
La psicóloga Alma Luz Forte recomienda implementar rutinas positivas en las familias, compartir y tener actitud positiva respecto al futuro para ayudar a los niños en su manejo emocional



Con la pandemia del covid-19 el país y el mundo atraviesan una situación inédita que incluye desde el cierre de escuelas o la cancelación de viajes terrestres y aéreos hasta el confinamiento total, como medida preventiva. En Tarija, además, está durando mucho más de lo previsto.
La etapa de la cuarentena ha afectado tanto a los adultos como a los niños, tanto a nivel psicológico como conductual, de forma conexa. Al estar los menores de edad, sin colegio, sin parques, sin interacción con otros niños, los padres se han visto en la necesidad de generar nuevas condiciones para disminuir el estrés.
Para la psicóloga Alma Luz Forte, la cuarentena nos ha puesto “a todos" en una situación de adaptación. Por lo que considera que las personas tenemos como "desafío" el adaptarnos a nuevas condiciones en el que tenemos que vivir, cohabitar, compartir y trabajar en función de nuestros vínculos.
"El desafío es manejar las condiciones de estrés o ansiedad que se presentan tanto en niños como en grandes, en función a los límites fijos de la casa", menciona, sin embargo, considera que los niños "tienen más capacidad de adaptación que los adultos, porque no son tan conscientes" de todas las condiciones que está generando la pandemia del coronavirus.
Estudios y licencias
Uno de los primeros estudios disponibles sobre el efecto emocional de la cuarentena en los menores de edad, realizado por la Universidad Miguel Hernández de Alicante, revela que el 85,7% de los padres ha constatado cambios en el estado emocional y en el comportamiento de sus hijos, concretamente problemas de concentración, desinterés, irritabilidad, agitación, nerviosismo, sentimientos de soledad, inquietud y preocupación.
Esos síntomas, según los investigadores, son más frecuentes entre los niños de países donde el confinamiento ha sido más estricto, como es el caso de España que tiene cierta similitud a la que se adoptó en Bolivia.
En el caso de Tarija, pese a algunas flexibilizaciones en las medidas de contención, todavía se mantiene la restricción de salida para los menores de edad, luego de más de cuatro meses de haberse decretado una cuarentena rígida y suspensión de actividades escolares.
Pese a que esta medida se encuentra normada, no se cumple a cabalidad. En un sondeo realizado por El País en la que participaron 221 personas, 96 mencionaron que se han visto en la necesidad de "romper la cuarentena" acompañados de sus menores de edad en algún momento.
Adaptación Las familias cuyos padres se han adaptado mejor a la nueva situación han reducido el estrés emocional de sus hijos ante el cambio de rutinas
"Las primeras dos semanas fue difícil porque mis niños querías salir y se les explicó lo del virus pero de igual forma querían salir, al paso de esas dos semanas -como todo- se acostumbraron y ahora son más conscientes de que no pueden salir y los motivos pese a su corta edad", contó G. Fernández, una madre de dos niños, a El País.
Forte explica que la adaptación a esta nueva realidad en los niños, va a depender de los adultos que estén a su alrededor y la forma que estos asuman el proceso de adaptación a la cuarentena.
"Si hay adultos que generen una adaptabilidad positiva, los niños van a tener una situación más fácil de acomodamiento a las nuevas dinámicas familiares que deben vivirse” sotiene Forte.
"Solo al niño lo saque 2 veces al peluquero, pero se asustó al ver a todas las personas con barbijos y sus trajes de bioseguridad, gracias a Dios los niños se adaptan a todo y también debo ser agradecida que mi casa es grande y tienen espacio para ir de un lado a otro, pero mi elección es no sacarlos", dijo Fernández.
Rutinas y positividad contra el estrés familiar
La psicóloga Alma Luz Forte explica que para que los menores de edad no tengan que enfrentarse a situaciones de estrés e irritabilidad, los padres de familia deben generar espacios de adaptación y estructurar horarios en la que participen todos los miembros de la familia, a modo de organización.
Es importante establecer horarios, para levantarse, comer, desarrollar tareas escolares, actividades de la casa, actividades grupales, entre otros, "para marcar una ruta de donde vamos a ir todos juntos - con un fin positivo - y cubrir las necesidades individuales", explica Forte.
Los niños necesitan sobre todo estar activos a nivel físico, por lo que se recomienda implementar deportes en casa, generar espacios de juego y compartir con los más pequeños para ayudarles a canalizar la energía y así evitar un comportamiento renuente a cumplir ciertas tareas de casa.
Por otro lado, la incertidumbre de no saber cuándo va a terminar la pandemia, genera - para los adultos - una situación de estrés y negatividad en la forma de asumir su día a día. Y son esas "emociones negativas" y la tensión que hay en el ambiente las que repercutirán en el comportamiento de los niños.
"Esta época hace que los adultos estén más tensionados ya sea por las condiciones económicas o condiciones sociales, el estrés de no saber cómo llegar a fin de mes, con discursos pesimistas frente al panorama de cuándo se va a resolver la situación puede provocar que los menores se muestren más irritados, aburridos y se comporten de manera inestable, con estado de ánimo cambiante", refiere Forte.
Es así, que para la psicóloga, la actitud positiva que puedan tener los adultos, la forma en que se resuelven los discursos en torno del hogar, el tiempo que se dedica a explicar el virus y las acciones preventivas ayudará de gran manera a sobrellevar esta nueva realidad.