Bongers: 5tª versión de Festival Cine de DD.HH llegará a pueblos del Chaco
Entrevista Con el objetivo de contribuir a la promoción, defensa, respeto a los Derechos Humanos y prevención de violencia en la población, la 5ta edición del Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos en Bolivia, “Bajo nuestra piel", llegará a 18 ciudades del país, entre ellas...
Entrevista
Con el objetivo de contribuir a la promoción, defensa, respeto a los Derechos Humanos y prevención de violencia en la población, la 5ta edición del Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos en Bolivia, “Bajo nuestra piel", llegará a 18 ciudades del país, entre ellas por primera vez a poblaciones del chaco tarijeño y cruceño, donde residen pueblos indígenas.
Simón Bongers, director del Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos, indicó que el evento es un espacio de encuentro mediante el cual se genera un debate, análisis y reflexión sobre Derechos Humanos, es así que se trabaja en coordinación con alcaldías, grupos de apoyo, ONG y voluntarios que coadyuvan para realizar las proyecciones en diferentes poblaciones del territorio nacional.
En ese marco, este año se prevé conversatorios, talleres, documentales, largos y corto metrajes, en la ciudad de La Paz, El Alto, Santa Cruz, Tarija, Potosí, Sucre, Cochabamba, Oruro y poblaciones intermedias como Samaipata, Padilla, Monteagudo, Camiri, Villa Montes, Entre Ríos, Tupiza, Aiquile, Totora y Coroico.
La muestra cinematográfica se realiza con éxito en Bolivia desde 2016 y cada año suma colaboradores con el objetivo de socializar los Derechos Humanos en sectores más vulnerables de la ciudad.
El País (EP): ¿Desde cuándo se realiza en Bolivia el Festival de Cine de Derechos Humanos?
Simón Bongers (SB): El festival inició el 2016 como un acto de lucha contra las diversas formas de vulneración de Derechos Humanos, no solo en Bolivia, sino también se realiza en diferentes países del mundo. En cada país hay diferentes contextos y realidades, las cuales también pretendemos mostrar algo al público boliviano.
Al ser un festival internacional tenemos diferentes películas y documentales de varios lugares y tratamos siempre de fomentar la cultura boliviana, por tanto se incluye el cine de Bolivia en las presentaciones.
El primer trabajo lo hicimos con una ONG Belga que se llama Louvain, en la ciudad de Oruro. Allá trabajamos con la Defensoría del Pueblo, colegios, la universidad y ha sido una presentación ejemplar del festival por eso se realiza cada año con mucho éxito. Hasta ahora hemos podido trabajar en la ciudad de Santa Cruz, Tarija, La Paz, y también llegamos a pueblos, visitamos en Beni un pueblo que se llama Huacaraje, en el Chaco cruceño estuvimos en Camiri, Gutiérrez y poblaciones pequeñas donde hay pueblos indígenas. Este año vamos a realizar un recorrido por el Chaco tarijeño y cruceño.
EP: ¿Cuál es la importancia de promover los Derechos Humanos a través del cine en Bolivia?
SB: Bolivia sigue teniendo deudas en esta materia con poblaciones históricamente vulnerables. Es imprescindible abrir espacios de diálogo y aprendizaje de estos temas, y el cine se presenta como una herramienta transformadora, a través de la cual se genera una experiencia colectiva de empatía con el otro. Sin embargo, no siempre se pueden tocar muchos temas importantes en cine, aunque es una herramienta bastante única e interesante y el festival nos permite también trabajar en Derechos Humanos, por ejemplo con ONG o grupos de auto apoyo que ayudan a personas que son víctimas de violencia.
El cine abre los ojos no solamente para los espectadores sino también para el público en general, en el festival participan profesores de colegios y en el caso de Tarija la Secretaría de la Mujer y la Familia. Es un área bastante amplia de trabajo, casi uno no se da cuenta, pero el efecto de ver una película y luego tener el cine debate es un aporte grande, la gente llega a casa y todavía puede reflexionar los temas que los filmes tratan.
EP: ¿Cuántas películas se proyectaron el 2019 en Bolivia en el marco del festival?
SB: En la edición pasada contó con 60 películas, la mitad cortos y otros largometrajes; para la edición de este año todavía no tenemos un número exacto de películas a proyectar, pero estamos pensando mostrar cortos y largos, como es tradición del festival. Sin embargo, esto dependerá también de lo que nos llegue mediante la convocatoria que lanzamos para que los cineastas nacionales participen con sus producciones.
La convocatoria para el Festival de Cine en Derechos Humanos de este año está abierta hasta el 30 de abril mediante la plataforma Festcom, ahí pueden conocer más detalles.
EP: En el caso de Tarija ¿Qué rescata de la participación de la población en el festival?
SB: En la réplica en Tarija por ejemplo han participado cineastas, invitamos a Gustavo Castellanos, que ha presentado una clase magistral sobre su forma de trabajar en cine, también participó la cineasta y productora de La Paz, Paola Rosalvez y contamos con la presencia de Omar Alarcón, un cineasta que hizo el documental Mar Negro.
El año pasado también hemos realizado talleres en Tarija, referentes a Derechos Humanos, los denominamos Libertango, una expresión de cómo nació el tango, producto de una lucha de los migrantes que llegaron a Argentina. Además hemos hablado de diferentes temas en diversas ocasiones con la presencia de la Defensoría del Pueblo, fuimos al penal de Morros Blancos, mostramos películas en Padcaya y en El Puente, siempre tratamos de encontrar el público más amplio posible.
Asimismo, hemos tenido cine debate con las personas invitadas, por ejemplo participaron agrupaciones de mujeres y el colectivo LGTB. Aunque la participación del público no es siempre garantizada, no siempre están dispuestos a hablar, cuesta un poco hacer que la gente hable. Generalmente, en el primer momento lanzamos una pregunta sencilla, por ejemplo ¿Qué le gustó de la película? y luego poco a poco entramos a más profundidad con el tema de la cinta.
Pero en general se tiene una masiva participación de jóvenes y estudiantes con la ayuda de los colaboradores que apoyan en el festival.
EP: Si bien, las presentaciones son gratuitas ¿Cómo se financia y quiénes apoyan la realización del Festival de Cine en Derecho Humanos?
SB: El festival es gratuito en toda Bolivia, nunca quisimos tener un festival que se cobre al público, por eso buscamos apoyo de diferentes entidades, ONG, empresas privadas que nos apoyan en especies, como ser hoteles y restaurantes, también contamos con el apoyo de embajadas.
A nivel municipal siempre buscamos el apoyo de las alcaldías y muchas veces apoyan con la parte técnica como ser las salas para mostrar las películas que no cobran alquiler. Sin embargo, es un gran trabajo buscar auspicios porque también entregamos premios a las mejores producciones. Esto también forma parte de nuestra planificación y presupuesto, en la última versión del festival hemos premiado por primera vez y eso es parte de los apoyos que buscamos para poder entregar un incentivo. Es así que en el festival premiamos por ejemplo a la mejor película sobre los derechos de la mujer y el colectivo LGBT.
EP: Para la quinta versión del festival ¿Qué premios se prevé entregar?
SB: En las dos categorías principales: Cinematográfica y de Derechos Humanos. Hay un premio para la mejor película de largometraje, mejor película de corto, el mejor documental largo y corto, entre ellos las temáticas estarán referidas al sector LGBT, género, niñez, personas con discapacidad, pueblos indígenas y desarrollo sostenible. Además, se prevé realizar al menos siete talleres sobre temáticas de Derechos Humanos con tutores expertos.
EP: ¿Cuándo se presenta la 5tª versión del Festival?
SB: Este año iniciamos el 1 de octubre al 8 en La Paz. Pero al mismo tiempo, desde el 8 de octubre al 10 de diciembre, fecha que se recuerda el Día de los Derechos Humanos vamos a recorrer el país con las presentaciones de los cortos, largometrajes y documentales.
Además vamos a estar en Tupiza y por primera vez en Potosí, para eso estamos gestionando una buena sala donde se puedan proyectar las películas, en Oruro vamos a volver después de cuatro años, también vamos a estar en el Chaco cruceño y tarijeño.
En la ciudad de Cochabamba por primera vez ya tenemos un pequeño equipo local de cuatro personas, quienes también están ayudando en la búsqueda de fondos para el desarrollo del festival, tenemos tres salas de cine en MarTadero, el Centro Simon I Patiño, en cuanto al departamento de Cochabamba estaremos en Tarata y Aiquile.
EP: ¿Cuánta gente se moviliza en torno al Festival Internacional del Cine en Derechos Humanos en Bolivia?
SB: Contamos con un equipo muy pequeño, esto por el tema de recursos económicos. Estoy en calidad de director/coordinador del Festival; Ricardo Dávalos que es el director artístico, Isabel Cuadros en coordinación de producción y programación, luego tenemos el apoyo de colaboradores locales, donde se suman pequeños grupos, hay voluntarios que apoyan la actividad para promocionar el festival mientras duran las presentaciones en las poblaciones. Además, este año tenemos previsto contar con el apoyo de dos a tres pasantes de las carreras de Comunicación Social o de Cine.
EP: En Bolivia ¿Qué aspectos se deben fortalecer en lo que respecta a Derechos Humanos?
SB: Lo importante del festival es que llegamos a lugares donde no hay cine, donde podemos socializar los Derechos Humanos, ya sea a pueblos, comunidades y barrios. En ese sentido, consideramos importante fomentar la formación de nuevos públicos críticos y participativos por medio de eventos cinematográficos y encuentros colectivos.
En esta labor de socializar los Derechos Humanos participan varias ONG, organizaciones de la sociedad civil como entidades internacionales, por ejemplo el premio al mejor derecho de la niñez, lo otorga la Coalición de Derechos de Niñas que existe en la ciudad de La Paz.
Paz es una ONG extranjera que trabaja en Derechos de la Mujer y Salud, así ellos han podido ver las películas y premian a la mejor película de ese rubro.
EP: ¿Qué rescata de la experiencia de promover el Festival de Derechos Humanos en Bolivia?
SB: Felizmente contamos con el apoyo de la Cinemateca Boliviana y tiene la fundación del archivo del cine boliviano con sede en La Paz donde también se proyectan películas y será ahí donde se realice la primer presentación con un acto oficial, participan los auspiciadores y ya contamos con salas fijas en el interior del país, por ejemplo en Santa Cruz tenemos la alianza francesa, Casa de la Cultura, en Tarija la Alcaldía nos ayuda con la sala e impresión del material.
Sin embargo, creo que falta socializar el trabajo en las redes sociales y estamos buscando ampliar nuestras proyecciones y buscar aliados para llevar las muestras de cine a más poblaciones, a lugares donde no hay cine, donde la gente nunca ha visto una película en una pantalla, aunque es un reto muy grande para la organización, pero felizmente existe la voluntad de apoyar, lo que es muy interesante trabajar con las instituciones locales, nacionales para poder llevar adelante las muestras en más lugares cada vez.
Resaltando que es importante el apoyo, poco a poco el festival se consolida y tiene el respaldo de personas e instituciones locales a donde vamos, ejemplo en Camiri tenemos una agrupación que apoya los Derechos Humanos, otra organización que apoya a las mujeres en el Chaco sobre todo en comunidades guaraníes, con esos grupos coordinamos para la organización y promoción del festival.
Quiero agradecer a los centros culturales que no nos cobran los espacios, además apoyan en la búsqueda de público y son nuestros grandes aliados. En general, el festival es un evento que gusta en Bolivia y esperamos que se consolide.
“Bolivia sigue teniendo deudas en esta materia con poblaciones históricamente vulnerables. Es imprescindible abrir espacios de diálogo y aprendizaje de estos temas, y el cine se presenta como una herramienta transformadora (…)”
“Al ser un festival internacional tenemos diferentes películas y documentales de varios lugares y tratamos siempre de fomentar la cultura boliviana, por tanto se incluye el cine de Bolivia en las presentaciones”
El PERFIL
Nombre
Simon Bongers
Actividad
Director/Coordinador/ Programador del Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos
Presentaciones del Festival de Cine de DD.HH en Bolivia
Temáticas
El Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos en Bolivia es un proyecto que desde 2016 busca acercar las audiencias bolivianas hacía contenidos cinematográficos con temáticas relacionadas a la defensa de los Derechos Humanos. En ese marco, las proyecciones refieren a temas como el reconocimiento de los derechos de la niñez, la mujer, las comunidades indígenas, la comunidad LGBTI, los migrantes, las personas en condición de discapacidad, entre muchos otros. En la foto uno de los premios a la mejor producción.
Presentaciones en Tarija
El Festival de Cine de Derechos Humanos se realiza en más de 48 países, sólo en Bolivia se realizaron presentaciones en 20 ciudades y poblaciones intermedias. En Tarija este evento coordina acciones y recibe el apoyo del municipio de Cercado con el préstamo de la sala alternativa en el Centro Cultural Salamanca y el Patio del Cabildo, mientras la Defensoría del Pueblo apoya en la llegada de algunas cintas en el recinto penitenciario y OASIS, ente otros lugares particulares.
Cine debate
Diferentes instituciones que trabajan con el tema de Derechos Humanos consideran que Bolivia sigue teniendo deudas en esta materia con poblaciones históricamente vulnerables y la protección de sus derechos fundamentales. Ante esa realidad, para la organización del Festival de Cine es imprescindible abrir espacios de diálogo, debate y reflexión de los Derechos Humanos después de cada presentación con el objetivo de generar empatía con el otro.
Con el objetivo de contribuir a la promoción, defensa, respeto a los Derechos Humanos y prevención de violencia en la población, la 5ta edición del Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos en Bolivia, “Bajo nuestra piel", llegará a 18 ciudades del país, entre ellas por primera vez a poblaciones del chaco tarijeño y cruceño, donde residen pueblos indígenas.
Simón Bongers, director del Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos, indicó que el evento es un espacio de encuentro mediante el cual se genera un debate, análisis y reflexión sobre Derechos Humanos, es así que se trabaja en coordinación con alcaldías, grupos de apoyo, ONG y voluntarios que coadyuvan para realizar las proyecciones en diferentes poblaciones del territorio nacional.
En ese marco, este año se prevé conversatorios, talleres, documentales, largos y corto metrajes, en la ciudad de La Paz, El Alto, Santa Cruz, Tarija, Potosí, Sucre, Cochabamba, Oruro y poblaciones intermedias como Samaipata, Padilla, Monteagudo, Camiri, Villa Montes, Entre Ríos, Tupiza, Aiquile, Totora y Coroico.
La muestra cinematográfica se realiza con éxito en Bolivia desde 2016 y cada año suma colaboradores con el objetivo de socializar los Derechos Humanos en sectores más vulnerables de la ciudad.
El País (EP): ¿Desde cuándo se realiza en Bolivia el Festival de Cine de Derechos Humanos?
Simón Bongers (SB): El festival inició el 2016 como un acto de lucha contra las diversas formas de vulneración de Derechos Humanos, no solo en Bolivia, sino también se realiza en diferentes países del mundo. En cada país hay diferentes contextos y realidades, las cuales también pretendemos mostrar algo al público boliviano.
Al ser un festival internacional tenemos diferentes películas y documentales de varios lugares y tratamos siempre de fomentar la cultura boliviana, por tanto se incluye el cine de Bolivia en las presentaciones.
El primer trabajo lo hicimos con una ONG Belga que se llama Louvain, en la ciudad de Oruro. Allá trabajamos con la Defensoría del Pueblo, colegios, la universidad y ha sido una presentación ejemplar del festival por eso se realiza cada año con mucho éxito. Hasta ahora hemos podido trabajar en la ciudad de Santa Cruz, Tarija, La Paz, y también llegamos a pueblos, visitamos en Beni un pueblo que se llama Huacaraje, en el Chaco cruceño estuvimos en Camiri, Gutiérrez y poblaciones pequeñas donde hay pueblos indígenas. Este año vamos a realizar un recorrido por el Chaco tarijeño y cruceño.
EP: ¿Cuál es la importancia de promover los Derechos Humanos a través del cine en Bolivia?
SB: Bolivia sigue teniendo deudas en esta materia con poblaciones históricamente vulnerables. Es imprescindible abrir espacios de diálogo y aprendizaje de estos temas, y el cine se presenta como una herramienta transformadora, a través de la cual se genera una experiencia colectiva de empatía con el otro. Sin embargo, no siempre se pueden tocar muchos temas importantes en cine, aunque es una herramienta bastante única e interesante y el festival nos permite también trabajar en Derechos Humanos, por ejemplo con ONG o grupos de auto apoyo que ayudan a personas que son víctimas de violencia.
El cine abre los ojos no solamente para los espectadores sino también para el público en general, en el festival participan profesores de colegios y en el caso de Tarija la Secretaría de la Mujer y la Familia. Es un área bastante amplia de trabajo, casi uno no se da cuenta, pero el efecto de ver una película y luego tener el cine debate es un aporte grande, la gente llega a casa y todavía puede reflexionar los temas que los filmes tratan.
EP: ¿Cuántas películas se proyectaron el 2019 en Bolivia en el marco del festival?
SB: En la edición pasada contó con 60 películas, la mitad cortos y otros largometrajes; para la edición de este año todavía no tenemos un número exacto de películas a proyectar, pero estamos pensando mostrar cortos y largos, como es tradición del festival. Sin embargo, esto dependerá también de lo que nos llegue mediante la convocatoria que lanzamos para que los cineastas nacionales participen con sus producciones.
La convocatoria para el Festival de Cine en Derechos Humanos de este año está abierta hasta el 30 de abril mediante la plataforma Festcom, ahí pueden conocer más detalles.
EP: En el caso de Tarija ¿Qué rescata de la participación de la población en el festival?
SB: En la réplica en Tarija por ejemplo han participado cineastas, invitamos a Gustavo Castellanos, que ha presentado una clase magistral sobre su forma de trabajar en cine, también participó la cineasta y productora de La Paz, Paola Rosalvez y contamos con la presencia de Omar Alarcón, un cineasta que hizo el documental Mar Negro.
El año pasado también hemos realizado talleres en Tarija, referentes a Derechos Humanos, los denominamos Libertango, una expresión de cómo nació el tango, producto de una lucha de los migrantes que llegaron a Argentina. Además hemos hablado de diferentes temas en diversas ocasiones con la presencia de la Defensoría del Pueblo, fuimos al penal de Morros Blancos, mostramos películas en Padcaya y en El Puente, siempre tratamos de encontrar el público más amplio posible.
Asimismo, hemos tenido cine debate con las personas invitadas, por ejemplo participaron agrupaciones de mujeres y el colectivo LGTB. Aunque la participación del público no es siempre garantizada, no siempre están dispuestos a hablar, cuesta un poco hacer que la gente hable. Generalmente, en el primer momento lanzamos una pregunta sencilla, por ejemplo ¿Qué le gustó de la película? y luego poco a poco entramos a más profundidad con el tema de la cinta.
Pero en general se tiene una masiva participación de jóvenes y estudiantes con la ayuda de los colaboradores que apoyan en el festival.
EP: Si bien, las presentaciones son gratuitas ¿Cómo se financia y quiénes apoyan la realización del Festival de Cine en Derecho Humanos?
SB: El festival es gratuito en toda Bolivia, nunca quisimos tener un festival que se cobre al público, por eso buscamos apoyo de diferentes entidades, ONG, empresas privadas que nos apoyan en especies, como ser hoteles y restaurantes, también contamos con el apoyo de embajadas.
A nivel municipal siempre buscamos el apoyo de las alcaldías y muchas veces apoyan con la parte técnica como ser las salas para mostrar las películas que no cobran alquiler. Sin embargo, es un gran trabajo buscar auspicios porque también entregamos premios a las mejores producciones. Esto también forma parte de nuestra planificación y presupuesto, en la última versión del festival hemos premiado por primera vez y eso es parte de los apoyos que buscamos para poder entregar un incentivo. Es así que en el festival premiamos por ejemplo a la mejor película sobre los derechos de la mujer y el colectivo LGBT.
EP: Para la quinta versión del festival ¿Qué premios se prevé entregar?
SB: En las dos categorías principales: Cinematográfica y de Derechos Humanos. Hay un premio para la mejor película de largometraje, mejor película de corto, el mejor documental largo y corto, entre ellos las temáticas estarán referidas al sector LGBT, género, niñez, personas con discapacidad, pueblos indígenas y desarrollo sostenible. Además, se prevé realizar al menos siete talleres sobre temáticas de Derechos Humanos con tutores expertos.
EP: ¿Cuándo se presenta la 5tª versión del Festival?
SB: Este año iniciamos el 1 de octubre al 8 en La Paz. Pero al mismo tiempo, desde el 8 de octubre al 10 de diciembre, fecha que se recuerda el Día de los Derechos Humanos vamos a recorrer el país con las presentaciones de los cortos, largometrajes y documentales.
Además vamos a estar en Tupiza y por primera vez en Potosí, para eso estamos gestionando una buena sala donde se puedan proyectar las películas, en Oruro vamos a volver después de cuatro años, también vamos a estar en el Chaco cruceño y tarijeño.
En la ciudad de Cochabamba por primera vez ya tenemos un pequeño equipo local de cuatro personas, quienes también están ayudando en la búsqueda de fondos para el desarrollo del festival, tenemos tres salas de cine en MarTadero, el Centro Simon I Patiño, en cuanto al departamento de Cochabamba estaremos en Tarata y Aiquile.
EP: ¿Cuánta gente se moviliza en torno al Festival Internacional del Cine en Derechos Humanos en Bolivia?
SB: Contamos con un equipo muy pequeño, esto por el tema de recursos económicos. Estoy en calidad de director/coordinador del Festival; Ricardo Dávalos que es el director artístico, Isabel Cuadros en coordinación de producción y programación, luego tenemos el apoyo de colaboradores locales, donde se suman pequeños grupos, hay voluntarios que apoyan la actividad para promocionar el festival mientras duran las presentaciones en las poblaciones. Además, este año tenemos previsto contar con el apoyo de dos a tres pasantes de las carreras de Comunicación Social o de Cine.
EP: En Bolivia ¿Qué aspectos se deben fortalecer en lo que respecta a Derechos Humanos?
SB: Lo importante del festival es que llegamos a lugares donde no hay cine, donde podemos socializar los Derechos Humanos, ya sea a pueblos, comunidades y barrios. En ese sentido, consideramos importante fomentar la formación de nuevos públicos críticos y participativos por medio de eventos cinematográficos y encuentros colectivos.
En esta labor de socializar los Derechos Humanos participan varias ONG, organizaciones de la sociedad civil como entidades internacionales, por ejemplo el premio al mejor derecho de la niñez, lo otorga la Coalición de Derechos de Niñas que existe en la ciudad de La Paz.
Paz es una ONG extranjera que trabaja en Derechos de la Mujer y Salud, así ellos han podido ver las películas y premian a la mejor película de ese rubro.
EP: ¿Qué rescata de la experiencia de promover el Festival de Derechos Humanos en Bolivia?
SB: Felizmente contamos con el apoyo de la Cinemateca Boliviana y tiene la fundación del archivo del cine boliviano con sede en La Paz donde también se proyectan películas y será ahí donde se realice la primer presentación con un acto oficial, participan los auspiciadores y ya contamos con salas fijas en el interior del país, por ejemplo en Santa Cruz tenemos la alianza francesa, Casa de la Cultura, en Tarija la Alcaldía nos ayuda con la sala e impresión del material.
Sin embargo, creo que falta socializar el trabajo en las redes sociales y estamos buscando ampliar nuestras proyecciones y buscar aliados para llevar las muestras de cine a más poblaciones, a lugares donde no hay cine, donde la gente nunca ha visto una película en una pantalla, aunque es un reto muy grande para la organización, pero felizmente existe la voluntad de apoyar, lo que es muy interesante trabajar con las instituciones locales, nacionales para poder llevar adelante las muestras en más lugares cada vez.
Resaltando que es importante el apoyo, poco a poco el festival se consolida y tiene el respaldo de personas e instituciones locales a donde vamos, ejemplo en Camiri tenemos una agrupación que apoya los Derechos Humanos, otra organización que apoya a las mujeres en el Chaco sobre todo en comunidades guaraníes, con esos grupos coordinamos para la organización y promoción del festival.
Quiero agradecer a los centros culturales que no nos cobran los espacios, además apoyan en la búsqueda de público y son nuestros grandes aliados. En general, el festival es un evento que gusta en Bolivia y esperamos que se consolide.
“Bolivia sigue teniendo deudas en esta materia con poblaciones históricamente vulnerables. Es imprescindible abrir espacios de diálogo y aprendizaje de estos temas, y el cine se presenta como una herramienta transformadora (…)”
“Al ser un festival internacional tenemos diferentes películas y documentales de varios lugares y tratamos siempre de fomentar la cultura boliviana, por tanto se incluye el cine de Bolivia en las presentaciones”
El PERFIL
Nombre
Simon Bongers
Actividad
Director/Coordinador/ Programador del Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos
Presentaciones del Festival de Cine de DD.HH en Bolivia
Temáticas
El Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos en Bolivia es un proyecto que desde 2016 busca acercar las audiencias bolivianas hacía contenidos cinematográficos con temáticas relacionadas a la defensa de los Derechos Humanos. En ese marco, las proyecciones refieren a temas como el reconocimiento de los derechos de la niñez, la mujer, las comunidades indígenas, la comunidad LGBTI, los migrantes, las personas en condición de discapacidad, entre muchos otros. En la foto uno de los premios a la mejor producción.
Presentaciones en Tarija
El Festival de Cine de Derechos Humanos se realiza en más de 48 países, sólo en Bolivia se realizaron presentaciones en 20 ciudades y poblaciones intermedias. En Tarija este evento coordina acciones y recibe el apoyo del municipio de Cercado con el préstamo de la sala alternativa en el Centro Cultural Salamanca y el Patio del Cabildo, mientras la Defensoría del Pueblo apoya en la llegada de algunas cintas en el recinto penitenciario y OASIS, ente otros lugares particulares.
Cine debate
Diferentes instituciones que trabajan con el tema de Derechos Humanos consideran que Bolivia sigue teniendo deudas en esta materia con poblaciones históricamente vulnerables y la protección de sus derechos fundamentales. Ante esa realidad, para la organización del Festival de Cine es imprescindible abrir espacios de diálogo, debate y reflexión de los Derechos Humanos después de cada presentación con el objetivo de generar empatía con el otro.