Los adultos mayores se suman a la tendencia de los tatuajes
Una tendencia o moda que se impuso hace unos años en jóvenes y adolescentes ahora también incluye a personas adultas que dejaron el “tabú” concentrado en que a cierta edad ya no se debe optar por un tatuaje en el cuerpo, así lo confirmaron varios artistas que se dedican al rubro a escala...



Una tendencia o moda que se impuso hace unos años en jóvenes y adolescentes ahora también incluye a personas adultas que dejaron el “tabú” concentrado en que a cierta edad ya no se debe optar por un tatuaje en el cuerpo, así lo confirmaron varios artistas que se dedican al rubro a escala departamental, nacional e internacional.
Ellos aseguran que son más las ventajas que las desventajas en una persona mayor, sobre todo porque a esa edad deciden con criterio lo que quieren tatuarse y también analizan el lugar, el artista y las condiciones en las que se realiza este arte.
Maternidad y tatuajes
En consulta con Tita Ruiz, madre de tres hijos, ella dice que el arte de utilizar el cuerpo como un lienzo para plasmar una imagen dejó de ser “una moda” solo para los jóvenes y adolescentes desde hace varios años atrás.
Con 54 años de edad, Tita cuenta que ya tiene cuatro tatuajes en diferentes partes de su cuerpo y en esta oportunidad decidió perforarse la nariz y utilizar un aro brillante de color rosa, es decir un “piercing”.
Los motivos para tatuarse el cuerpo pueden ser diversos, muchos son por estética, moda, para cubrir una cicatriz o solo porque sí, lo cierto es que con el transcurso del tiempo, cada vez más personas se “animan” a plasmar una imagen en su cuerpo a través del tatuaje.
“Siempre soñé con hacerme tatuajes, pero en mis tiempos, porque soy bastante mayorcita, resulta que iban de la mano con drogas u otros, entonces mis padres jamás aprobarían que me haga uno. Me casé, tuve mis hijos y ahora ya tengo cuatro tatuajes, incluso mi hijo me pidió permiso para hacerse su primer tatuaje a los 18 años y se lo permití siempre y cuando él me acompañe a mi primera experiencia, actualmente mi hijo tiene prácticamente todo el cuerpo tatuado”, contó.
La señora Tita se siente orgullosa del arte plasmado en su cuerpo, sus cuatro tatuajes cuentan una historia y todos implican a sus tres hijos, con un significado de unión, cariño y fortaleza en su familia.
“A todas mis amigas que veo que son de mi tanda las animo y les comento para que se hagan un tatuaje, si es algo que les gusta por qué no, hay que dejar de lado que va con cosas malas, que está limitado sólo para los jóvenes o ‘gente rara’, nada que ver con eso, el tatuaje es la emoción de tener algo en tu piel con un significado importante”, señaló.
En el caso de Ruiz, durante la tercera versión del Tarija Tattoo Festival 2020, decidió también realizarse un piercing en la nariz y cuenta que la experiencia fue única.
La recomendación que expone la entrevistada sobre las personas que deciden hacerse un tatuaje se concentra en cumplir un mínimo de edad, en este caso los 18 años, esto para tomar una decisión correcta sobre lo que una persona quiere llevar en su cuerpo “para toda la vida”.
Un tatuaje para una cicatriz
Entre los varios motivos que existen para que una persona tome la decisión de tatuarse alguna parte del cuerpo está también la denominada “cobertura”, una técnica utilizada por los artistas del tatuaje para cubrir ya sea una cicatriz, un tatuaje antiguo, un lunar, etc.
Vanesa, nuestra segunda entrevistada, cuenta que no existe una edad escrita o una regla, que indique el momento preciso para que una persona decida hacerse un tatuaje, solo depende de los motivos de cada una. La entrevistada tiene 36 años de edad.
“Al principio duele, pero después uno se acostumbra, es bastante bello lo que hacen. Yo me animé a hacerme un tatuaje por mi hermana que me animó, tengo una cicatriz y para una mujer, estéticamente se ve feo, no tiene ningún significado dejé al artista que me recomiende un diseño y es lindo”, comenta.
El artista que tatuó a Vanesa llegó desde Santa Cruz hasta la ciudad de Tarija para participar del festival del tatuaje en la capital. Con cuatro años de experiencia el tatuador Aldrin Flores explica que antes los tatuajes se hacían como “una moda juvenil”, pero hoy en día esto pasó a la historia, sobre todo cuando existen personas que se hacen tatuajes desde muy jóvenes o adultos mayores.
Los “piercings” no tienen edades
Nacida en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, María Celeste Cusnir de 43 años de edad, se dedica a las perforaciones de aros en diferentes partes del cuerpo y cuenta que tampoco existen edades ni una regla para este tipo de modificaciones corporales.
“Antes era un poquito mal visto, como raro. Se dice que se lo hacía gente especial, ‘maleantes’, pero la verdad que desde hace unos años es una cosa más de modas, de estética. No tiene que ver tanto con un significado especial sino que con que a cada uno le guste. También hay gente que se tatúa nombres o fechas y después se los quiere borrar, veo que ahora hay mucha gente mayor que quiere tatuarse o hacer un piercing”, dice.
Como ejemplos, María Celeste explica que conoció personas mayores que se hacen un tatuaje con el nombre de sus hijos y de sus nietos, afirma que estas situaciones antes no eran muy comunes, pues los tatuajes constituían una tendencia más “juvenil”.
“Ahora veo que es muy común que una mamá venga con su hija y las dos se hagan un piercing, por ejemplo en la nariz, es algo mucho más normal. En Bolivia llegan a aceptar las cosas diferentes un poco tarde. Por ejemplo los padres les dan permiso a sus hijos para un aro, pero en los colegios les obligan a sacárselo, todavía falta un poco, es un poco tradicionalista desde mi punto de vista”, opina.
Cusnir cuenta que la persona más joven a la que hizo un piercing es una niña de 11 años a quién perforó la nariz con la compañía de su madre, mientras que la persona con más edad con la que trabajó fue un hombre de 50 años de edad.
El tatuaje y su historia
El tatuaje es una práctica tradicional y milenaria que se practica en diversas culturas con el objetivo de transmitir información relevante, son variadas las razones asociadas a su utilización y fines.
Un ejemplo es la cultura egipcia, en la que los faraones se pintaban la piel por motivaciones estéticas; otro ejemplo son los Nuba de Sudan, quienes realizaban dicha práctica para diferenciar el paso a la adultez.
En los últimos años el tatuaje se convirtió en una forma de expresar emociones y actitudes relacionadas con eventos negativos o positivos vitales, se puede considerar una inscripción en el cuerpo que permite comunicar significados y emociones.
Tatuajes, perforaciones corporales y experiencias
Fanatismo por los tatuajes
Emir Alejandro Ruiz es un principiante en el arte del tatuaje, tiene 28 años de edad, cuenta que prácticamente perdió la cuenta sobre la cantidad de tatuajes que lleva en el cuerpo. Dice que son más de 55 imágenes las que tiene plasmadas de por vida.
Perforaciones corporales
María Celeste Cusnir explica que tanto para los tatuajes como para las perforaciones en el cuerpo o “piercings”, no existen edades establecidas. Ella tiene 43 años de edad y recomienda a las personas siempre buscar la higiene y experiencia en un artista.
Un primer tatuaje
Vanesa tiene 36 años de edad y asegura, mientras se realiza su primer tatuaje para cubrir una cicatriz, que esta tendencia no es sólo para los jóvenes y que los motivos para llegar a la decisión de tatuarse el cuerpo, dependen de cada uno.
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Ellos aseguran que son más las ventajas que las desventajas en una persona mayor, sobre todo porque a esa edad deciden con criterio lo que quieren tatuarse y también analizan el lugar, el artista y las condiciones en las que se realiza este arte.
Maternidad y tatuajes
En consulta con Tita Ruiz, madre de tres hijos, ella dice que el arte de utilizar el cuerpo como un lienzo para plasmar una imagen dejó de ser “una moda” solo para los jóvenes y adolescentes desde hace varios años atrás.
Con 54 años de edad, Tita cuenta que ya tiene cuatro tatuajes en diferentes partes de su cuerpo y en esta oportunidad decidió perforarse la nariz y utilizar un aro brillante de color rosa, es decir un “piercing”.
Los motivos para tatuarse el cuerpo pueden ser diversos, muchos son por estética, moda, para cubrir una cicatriz o solo porque sí, lo cierto es que con el transcurso del tiempo, cada vez más personas se “animan” a plasmar una imagen en su cuerpo a través del tatuaje.
“Siempre soñé con hacerme tatuajes, pero en mis tiempos, porque soy bastante mayorcita, resulta que iban de la mano con drogas u otros, entonces mis padres jamás aprobarían que me haga uno. Me casé, tuve mis hijos y ahora ya tengo cuatro tatuajes, incluso mi hijo me pidió permiso para hacerse su primer tatuaje a los 18 años y se lo permití siempre y cuando él me acompañe a mi primera experiencia, actualmente mi hijo tiene prácticamente todo el cuerpo tatuado”, contó.
La señora Tita se siente orgullosa del arte plasmado en su cuerpo, sus cuatro tatuajes cuentan una historia y todos implican a sus tres hijos, con un significado de unión, cariño y fortaleza en su familia.
“A todas mis amigas que veo que son de mi tanda las animo y les comento para que se hagan un tatuaje, si es algo que les gusta por qué no, hay que dejar de lado que va con cosas malas, que está limitado sólo para los jóvenes o ‘gente rara’, nada que ver con eso, el tatuaje es la emoción de tener algo en tu piel con un significado importante”, señaló.
En el caso de Ruiz, durante la tercera versión del Tarija Tattoo Festival 2020, decidió también realizarse un piercing en la nariz y cuenta que la experiencia fue única.
La recomendación que expone la entrevistada sobre las personas que deciden hacerse un tatuaje se concentra en cumplir un mínimo de edad, en este caso los 18 años, esto para tomar una decisión correcta sobre lo que una persona quiere llevar en su cuerpo “para toda la vida”.
Un tatuaje para una cicatriz
Entre los varios motivos que existen para que una persona tome la decisión de tatuarse alguna parte del cuerpo está también la denominada “cobertura”, una técnica utilizada por los artistas del tatuaje para cubrir ya sea una cicatriz, un tatuaje antiguo, un lunar, etc.
Vanesa, nuestra segunda entrevistada, cuenta que no existe una edad escrita o una regla, que indique el momento preciso para que una persona decida hacerse un tatuaje, solo depende de los motivos de cada una. La entrevistada tiene 36 años de edad.
“Al principio duele, pero después uno se acostumbra, es bastante bello lo que hacen. Yo me animé a hacerme un tatuaje por mi hermana que me animó, tengo una cicatriz y para una mujer, estéticamente se ve feo, no tiene ningún significado dejé al artista que me recomiende un diseño y es lindo”, comenta.
El artista que tatuó a Vanesa llegó desde Santa Cruz hasta la ciudad de Tarija para participar del festival del tatuaje en la capital. Con cuatro años de experiencia el tatuador Aldrin Flores explica que antes los tatuajes se hacían como “una moda juvenil”, pero hoy en día esto pasó a la historia, sobre todo cuando existen personas que se hacen tatuajes desde muy jóvenes o adultos mayores.
Los “piercings” no tienen edades
Nacida en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, María Celeste Cusnir de 43 años de edad, se dedica a las perforaciones de aros en diferentes partes del cuerpo y cuenta que tampoco existen edades ni una regla para este tipo de modificaciones corporales.
“Antes era un poquito mal visto, como raro. Se dice que se lo hacía gente especial, ‘maleantes’, pero la verdad que desde hace unos años es una cosa más de modas, de estética. No tiene que ver tanto con un significado especial sino que con que a cada uno le guste. También hay gente que se tatúa nombres o fechas y después se los quiere borrar, veo que ahora hay mucha gente mayor que quiere tatuarse o hacer un piercing”, dice.
Como ejemplos, María Celeste explica que conoció personas mayores que se hacen un tatuaje con el nombre de sus hijos y de sus nietos, afirma que estas situaciones antes no eran muy comunes, pues los tatuajes constituían una tendencia más “juvenil”.
“Ahora veo que es muy común que una mamá venga con su hija y las dos se hagan un piercing, por ejemplo en la nariz, es algo mucho más normal. En Bolivia llegan a aceptar las cosas diferentes un poco tarde. Por ejemplo los padres les dan permiso a sus hijos para un aro, pero en los colegios les obligan a sacárselo, todavía falta un poco, es un poco tradicionalista desde mi punto de vista”, opina.
Cusnir cuenta que la persona más joven a la que hizo un piercing es una niña de 11 años a quién perforó la nariz con la compañía de su madre, mientras que la persona con más edad con la que trabajó fue un hombre de 50 años de edad.
El tatuaje y su historia
El tatuaje es una práctica tradicional y milenaria que se practica en diversas culturas con el objetivo de transmitir información relevante, son variadas las razones asociadas a su utilización y fines.
Un ejemplo es la cultura egipcia, en la que los faraones se pintaban la piel por motivaciones estéticas; otro ejemplo son los Nuba de Sudan, quienes realizaban dicha práctica para diferenciar el paso a la adultez.
En los últimos años el tatuaje se convirtió en una forma de expresar emociones y actitudes relacionadas con eventos negativos o positivos vitales, se puede considerar una inscripción en el cuerpo que permite comunicar significados y emociones.
Tatuajes, perforaciones corporales y experiencias
Fanatismo por los tatuajes
Emir Alejandro Ruiz es un principiante en el arte del tatuaje, tiene 28 años de edad, cuenta que prácticamente perdió la cuenta sobre la cantidad de tatuajes que lleva en el cuerpo. Dice que son más de 55 imágenes las que tiene plasmadas de por vida.
Perforaciones corporales
María Celeste Cusnir explica que tanto para los tatuajes como para las perforaciones en el cuerpo o “piercings”, no existen edades establecidas. Ella tiene 43 años de edad y recomienda a las personas siempre buscar la higiene y experiencia en un artista.
Un primer tatuaje
Vanesa tiene 36 años de edad y asegura, mientras se realiza su primer tatuaje para cubrir una cicatriz, que esta tendencia no es sólo para los jóvenes y que los motivos para llegar a la decisión de tatuarse el cuerpo, dependen de cada uno.
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