Hacinamiento en Neonatología, no hay espacio para incubadoras
Solo hay espacio para que una persona pueda caminar, y es que las incubadoras están amontonadas en el pasillo de la Unidad de Neonatología del Hospital Regional San Juan de Dios (HRSJD), no hay donde más ubicarlas. En ese lugar, el personal trabaja en medio del hacinamiento. La parte de los...



Solo hay espacio para que una persona pueda caminar, y es que las incubadoras están amontonadas en el pasillo de la Unidad de Neonatología del Hospital Regional San Juan de Dios (HRSJD), no hay donde más ubicarlas. En ese lugar, el personal trabaja en medio del hacinamiento.
La parte de los casilleros del personal de salud también fue aprovechada para colocar incubadoras, dejando así un espacio solo para pasar de costado. Al frente están las batas colgadas, que los médicos y cualquier persona de visita debe colocarse para ingresar a las salas donde están los neonatos.
En las salas las incubadoras no cumplen la distancia que debe haber entre una y otra. No hay otra alternativa, se debe hacer espacio para atender la demanda que existe, aunque esto signifique un riesgo de infecciones para los recién nacidos.
El jefe de la Unidad de Neonatología, Juan Jijena, quien dedicó 40 años a la atención de ese sector de la población, lamenta que estén obligados a trabajar en esas condiciones, que no es reciente, sino desde hace años.
El galeno dice que el problema no es el equipamiento médico, sino la falta de infraestructura para ubicar los equipos y atender a los neonatos. Sucede que no solo reciben a bebés que nacen en la Maternidad de ese nosocomio, sino también a los que llegan de las provincias, desde el sur de Potosí y Chuquisaca.
Es por eso que ese servicio está constantemente saturado. El médico explicó que en algunas ocasiones, desgraciadamente se les dice a los progenitores que no hay espacio para atender a sus hijos. Sabe que decirles eso a los papás es sinónimo de muerte, ya que los recién nacidos llegan a esa unidad por emergencia.
Jijena refiere que ese espacio es para la gente pobre, de escasos recursos, aquellos que no tienen trabajo y por ende no tienen ningún seguro de salud. Sin embargo, las condiciones de infraestructura no permiten atender toda la demanda.
La jefa de enfermería de la Unidad de Neonatología, Virginia Michel, señaló que hace años trabajan en esa situación. Recuerda que iniciaron con una sala pequeña, luego se hizo la ampliación, pero con el pasar del tiempo ese ambiente también no abastece la demanda.
Su experiencia le lleva sostener que el riego de trabajar en hacinamiento es que los neonatos contraigan infecciones, ya que a esa edad de vida son frágiles para las enfermedades, no tiene defensas porque son prematuros.
Ante esa situación, Jijena dice que la solución a ese problema es la conclusión del Hospital Materno Infantil. No entiende por qué la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT) no aprueba el crédito de la banca privada que solicitó la Gobernación para concluir esa obra, pero al mismo tiempo no entiende el por qué el Ejecutivo no garantizó recursos propios para terminar ese proyecto.
El especialista afirma que de temas financieros, aprobaciones presupuestarias y decisiones políticas entiende poco. Aclara que es médico, por eso indica que concluir el hospital Materno Infantil influirá de manera favorable en la salud de la población. Dice que solo falta terminar un 20 por ciento de la obra.
La parte de los casilleros del personal de salud también fue aprovechada para colocar incubadoras, dejando así un espacio solo para pasar de costado. Al frente están las batas colgadas, que los médicos y cualquier persona de visita debe colocarse para ingresar a las salas donde están los neonatos.
En las salas las incubadoras no cumplen la distancia que debe haber entre una y otra. No hay otra alternativa, se debe hacer espacio para atender la demanda que existe, aunque esto signifique un riesgo de infecciones para los recién nacidos.
El jefe de la Unidad de Neonatología, Juan Jijena, quien dedicó 40 años a la atención de ese sector de la población, lamenta que estén obligados a trabajar en esas condiciones, que no es reciente, sino desde hace años.
El galeno dice que el problema no es el equipamiento médico, sino la falta de infraestructura para ubicar los equipos y atender a los neonatos. Sucede que no solo reciben a bebés que nacen en la Maternidad de ese nosocomio, sino también a los que llegan de las provincias, desde el sur de Potosí y Chuquisaca.
Es por eso que ese servicio está constantemente saturado. El médico explicó que en algunas ocasiones, desgraciadamente se les dice a los progenitores que no hay espacio para atender a sus hijos. Sabe que decirles eso a los papás es sinónimo de muerte, ya que los recién nacidos llegan a esa unidad por emergencia.
Jijena refiere que ese espacio es para la gente pobre, de escasos recursos, aquellos que no tienen trabajo y por ende no tienen ningún seguro de salud. Sin embargo, las condiciones de infraestructura no permiten atender toda la demanda.
La jefa de enfermería de la Unidad de Neonatología, Virginia Michel, señaló que hace años trabajan en esa situación. Recuerda que iniciaron con una sala pequeña, luego se hizo la ampliación, pero con el pasar del tiempo ese ambiente también no abastece la demanda.
Su experiencia le lleva sostener que el riego de trabajar en hacinamiento es que los neonatos contraigan infecciones, ya que a esa edad de vida son frágiles para las enfermedades, no tiene defensas porque son prematuros.
Ante esa situación, Jijena dice que la solución a ese problema es la conclusión del Hospital Materno Infantil. No entiende por qué la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT) no aprueba el crédito de la banca privada que solicitó la Gobernación para concluir esa obra, pero al mismo tiempo no entiende el por qué el Ejecutivo no garantizó recursos propios para terminar ese proyecto.
El especialista afirma que de temas financieros, aprobaciones presupuestarias y decisiones políticas entiende poco. Aclara que es médico, por eso indica que concluir el hospital Materno Infantil influirá de manera favorable en la salud de la población. Dice que solo falta terminar un 20 por ciento de la obra.