El comercio de “Swarovski” y sus imitaciones en Tarija
Las joyas y cristales son los objetos preferidos para la mayoría de las mujeres, más aún cuando una persona allegada las obsequia en alguna fecha especial. Sin embargo, el mundo de éstas como un negocio oculta muchas cosas. Una de las debilidades de este comercio es el que no existe una...



Las joyas y cristales son los objetos preferidos para la mayoría de las mujeres, más aún cuando una persona allegada las obsequia en alguna fecha especial. Sin embargo, el mundo de éstas como un negocio oculta muchas cosas.
Una de las debilidades de este comercio es el que no existe una institución que regule la venta de este tipo de productos o alguien que coadyuve a identificar si las mismas son legítimas. Uno de los emprendedores que inició con la venta de la marca Swarovski en la ciudad de Tarija nos cuenta sobre esta actividad.
Comienza diciendo que Swarovski es una marca de productos de lujo con piedras brillantes parecidas a los diamantes y a las circonitas. Su inconfundible brillo conquista cada año a millones de mujeres que lucen orgullosas sus preciosas joyas, mismas que les dan un aspecto de distinción y elegancia sin igual.
Todas las piezas de la marca Swarovski lucen pequeños cristales tallados que emulan a las joyas de los grandes diseñadores, estos cristales se fabrican en la planta de producción de “Wattens” en Austria con una mezcla de cuarzo, arena y minerales.
La fórmula exacta que las compone es uno de los secretos mejor guardados de esta empresa, cabe destacar que el cristal de Swarovski no es una piedra, sino un tipo de vidrio hecho con óxido de silicio, un mineral compuesto de cuarzo y plomo.
Los retos en la venta de Swarovski
Desde hace 15 años y nacido en Tarija Alejandro Ibañez, propietario de Alexxander Joyas, comenzó a incursionar en el rubro de la joyería, él cuenta que hasta hace unos años trabajaba con bijouteria, es decir con materiales más ordinarios, luego comenzó el trabajo con rubís, esmeraldas, oro, plata, diamantes, piedras preciosas, y ahora la marca Swarovski.
“Quizás por el mercado en Tarija no pretendo llegar a un nivel de materiales muy caros, porque existen piedras preciosas que pueden costar arriba de los mil dólares y por una pieza muy pequeña. Mis trabajos los realizo a pedido y decidí quedarme con la marca Swarovski, en la cual me fui especializando a lo largo de los años para explicar a mis clientes sobre sus propiedades y cómo reconocerlos, etc.”, contó.
Para Ibañez la joyería es el arte de la “precisión”, pues se trata de trabajos milimétricos y “minuciosos”, ya que así lo exige cada pieza, más aún se debe mantener un precio accesible al mercado tarijeño para generar ventas, ésta es una situación que fue entendiendo con los años. En Tarija una persona no suele pagar mucho por una obra.
Ibáñez nos muestra algunas de las piezas que crea a partir de su imaginación para luego plasmarlas en algo concreto y físico. Evidenciamos que existen piezas desde los 80 bolivianos las cuales en otros departamentos se comercializan desde los 200 a los 500 bolivianos.
Una de las principales luchas de los joyeros legalmente establecidos en la ciudad de Tarija, que según Ibáñez poseen alrededor de cinco establecimientos comerciales, es la de enfrentarse a los vendedores de réplicas y cristales falsos. Es tanta la imitación que estas joyas son difíciles de reconocer, especialmente para los usuarios que adquieren estos productos.
“Muchas veces incluso a mí me confundieron con el tema del brillo, los cortes y a pesar que Swarovski emite comunicados constantemente sobre la venta de falsificaciones y cómo reconocerlos cada vez se vuelve más difícil reconocerlas, habría que contar con una lupa para verificar el cristal. Más aún, la diferencia básica es el precio, si algo es muy barato, una persona tiene que saber que hay algo raro”, suspiró.
Explicó que los costos no pueden abaratarse hasta llegar a 30 o 50 bolivianos en un producto Swarovski y menos cuando cuenta con materiales como el oro o la plata. Ibañez afirmó encontrarse “entristecido” debido a que este tipo de competencia estaría “desvirtuando” el concepto de joyería.
Redes sociales y la venta de cristales
Una de las plataformas que se convirtió en la preferida por parte de los vendedores informales de este tipo de joyas son las redes sociales, especialmente Facebook. De acuerdo a una búsqueda evidenciamos al menos 12 personas que comercializan productos Swarovski desde 30 bolivianos.
Algunas de las características de los cristales Swarovski están en la gran luminosidad que es fruto de la técnica de tallado que se realiza creando diferentes capas superpuestas. Esta particularidad permite jugar con las formas, los acabados y los efectos de las piezas.
Si una persona la observa de cerca se puede apreciar la exactitud de los cortes en las piezas. Para lograr otros tipos de acabados en las piedras, como si tuvieran un aspecto de arco iris, algunos cristales son revestidos con aurora boreal tipo “AB”.
Pero estos detalles no son visibles a primera vista y especialmente en espacios de venta que son altamente concurridos, como las diferentes ferias que se realizan en varios espacios de la ciudad.
Falta de control y fiscalización
Actualmente en la ciudad de Tarija la licencia de funcionamiento que otorga la Alcaldía a los vendedores de joyas etiqueta al rubro como “Artesano” y no se delimita el trabajo al que se dedica cada establecimiento. La situación difiere entre un establecimiento comercial que se dedica a la venta de productos textiles a otro que comercializa joyería de alto valor.
Ibañez afirmó que existe una total falta de control sobre la venta de joyas en la ciudad de Tarija, peor aun cuando no surgen políticas y una institución que se dedique a la fiscalización de los comerciantes en este rubro citando como ejemplo España, un país que ya cuenta con una institución que verifica que los productos en joyería que se comercializan, mantengan los materiales con los que el vendedor afirma que cuentan como ser oro, cristales certificados, entre otros.
“La única garantía que tenemos nosotros que adquirimos los productos Swarovski de los reempaquetadores en Bolivia, es que desde la fábrica los mandan en cajas bien selladas, con un sello de homologación y el nombre hasta en el último detalle de cada producto, pero una vez que se saca el cristal para una pieza, no hay un nombre que permita al cliente reconocer su veracidad”, explicó.
El creador “Swarovski”
Daniel Swartz, quien luego decidió cambiar su apellido por Swarovski, nació un 24 de octubre de 1862 en North Bohemia en la República Checa, su familia ya contaba con artistas especializados en el cristal cortado.
Su padre se dedicaba a tallar cristal y en aquel entonces, tenía una pequeña fábrica de vidrio. Éste fue el lugar donde el joven Swarovski empezó como aprendiz y adquiriendo las habilidades y conocimientos relacionados con la talla de cristal. Aprendió rápido y en 1892 patentó una máquina de corte eléctrico que cortaba cristal con mayor precisión que a mano, tres años más tarde fundó con otros dos socios la fábrica de Swarovski en los Alpes austríacos.
La visión de Daniel Swarovski era crear “un diamante para cada persona”. Desde entonces la empresa empezó a fabricar joyas expandiéndose rápidamente, creando vestidos y ropas adornadas con cristales de Swarovski, objetos de decoración, prismáticos, etc.
El arte de cada joya y el artista
Piezas
Cada trabajo o joya elaborada por un artista a su cliente, cuenta una historia y detalles diseñados específicamente para la persona que lo encarga, así lo afirmó el propietario de “Alexxander Joyas”, Alejandro Ibañez.
Trabajo
Para la elaboración de una pieza en joyería se requieren numerosas horas de trabajo. Esto se refiere a la creación en el diseño y ejecución minuciosa, además de la milimétrica en su elaboración.
Competencia desleal
Las redes sociales son la principal plataforma en la que se comercializan joyas que no son lo que afirman ser. Las réplicas y las falsificaciones de joyas son productos que generaron alta demanda en Tarija.
Una de las debilidades de este comercio es el que no existe una institución que regule la venta de este tipo de productos o alguien que coadyuve a identificar si las mismas son legítimas. Uno de los emprendedores que inició con la venta de la marca Swarovski en la ciudad de Tarija nos cuenta sobre esta actividad.
Comienza diciendo que Swarovski es una marca de productos de lujo con piedras brillantes parecidas a los diamantes y a las circonitas. Su inconfundible brillo conquista cada año a millones de mujeres que lucen orgullosas sus preciosas joyas, mismas que les dan un aspecto de distinción y elegancia sin igual.
Todas las piezas de la marca Swarovski lucen pequeños cristales tallados que emulan a las joyas de los grandes diseñadores, estos cristales se fabrican en la planta de producción de “Wattens” en Austria con una mezcla de cuarzo, arena y minerales.
La fórmula exacta que las compone es uno de los secretos mejor guardados de esta empresa, cabe destacar que el cristal de Swarovski no es una piedra, sino un tipo de vidrio hecho con óxido de silicio, un mineral compuesto de cuarzo y plomo.
Los retos en la venta de Swarovski
Desde hace 15 años y nacido en Tarija Alejandro Ibañez, propietario de Alexxander Joyas, comenzó a incursionar en el rubro de la joyería, él cuenta que hasta hace unos años trabajaba con bijouteria, es decir con materiales más ordinarios, luego comenzó el trabajo con rubís, esmeraldas, oro, plata, diamantes, piedras preciosas, y ahora la marca Swarovski.
“Quizás por el mercado en Tarija no pretendo llegar a un nivel de materiales muy caros, porque existen piedras preciosas que pueden costar arriba de los mil dólares y por una pieza muy pequeña. Mis trabajos los realizo a pedido y decidí quedarme con la marca Swarovski, en la cual me fui especializando a lo largo de los años para explicar a mis clientes sobre sus propiedades y cómo reconocerlos, etc.”, contó.
Para Ibañez la joyería es el arte de la “precisión”, pues se trata de trabajos milimétricos y “minuciosos”, ya que así lo exige cada pieza, más aún se debe mantener un precio accesible al mercado tarijeño para generar ventas, ésta es una situación que fue entendiendo con los años. En Tarija una persona no suele pagar mucho por una obra.
Ibáñez nos muestra algunas de las piezas que crea a partir de su imaginación para luego plasmarlas en algo concreto y físico. Evidenciamos que existen piezas desde los 80 bolivianos las cuales en otros departamentos se comercializan desde los 200 a los 500 bolivianos.
Una de las principales luchas de los joyeros legalmente establecidos en la ciudad de Tarija, que según Ibáñez poseen alrededor de cinco establecimientos comerciales, es la de enfrentarse a los vendedores de réplicas y cristales falsos. Es tanta la imitación que estas joyas son difíciles de reconocer, especialmente para los usuarios que adquieren estos productos.
“Muchas veces incluso a mí me confundieron con el tema del brillo, los cortes y a pesar que Swarovski emite comunicados constantemente sobre la venta de falsificaciones y cómo reconocerlos cada vez se vuelve más difícil reconocerlas, habría que contar con una lupa para verificar el cristal. Más aún, la diferencia básica es el precio, si algo es muy barato, una persona tiene que saber que hay algo raro”, suspiró.
Explicó que los costos no pueden abaratarse hasta llegar a 30 o 50 bolivianos en un producto Swarovski y menos cuando cuenta con materiales como el oro o la plata. Ibañez afirmó encontrarse “entristecido” debido a que este tipo de competencia estaría “desvirtuando” el concepto de joyería.
Redes sociales y la venta de cristales
Una de las plataformas que se convirtió en la preferida por parte de los vendedores informales de este tipo de joyas son las redes sociales, especialmente Facebook. De acuerdo a una búsqueda evidenciamos al menos 12 personas que comercializan productos Swarovski desde 30 bolivianos.
Algunas de las características de los cristales Swarovski están en la gran luminosidad que es fruto de la técnica de tallado que se realiza creando diferentes capas superpuestas. Esta particularidad permite jugar con las formas, los acabados y los efectos de las piezas.
Si una persona la observa de cerca se puede apreciar la exactitud de los cortes en las piezas. Para lograr otros tipos de acabados en las piedras, como si tuvieran un aspecto de arco iris, algunos cristales son revestidos con aurora boreal tipo “AB”.
Pero estos detalles no son visibles a primera vista y especialmente en espacios de venta que son altamente concurridos, como las diferentes ferias que se realizan en varios espacios de la ciudad.
Falta de control y fiscalización
Actualmente en la ciudad de Tarija la licencia de funcionamiento que otorga la Alcaldía a los vendedores de joyas etiqueta al rubro como “Artesano” y no se delimita el trabajo al que se dedica cada establecimiento. La situación difiere entre un establecimiento comercial que se dedica a la venta de productos textiles a otro que comercializa joyería de alto valor.
Ibañez afirmó que existe una total falta de control sobre la venta de joyas en la ciudad de Tarija, peor aun cuando no surgen políticas y una institución que se dedique a la fiscalización de los comerciantes en este rubro citando como ejemplo España, un país que ya cuenta con una institución que verifica que los productos en joyería que se comercializan, mantengan los materiales con los que el vendedor afirma que cuentan como ser oro, cristales certificados, entre otros.
“La única garantía que tenemos nosotros que adquirimos los productos Swarovski de los reempaquetadores en Bolivia, es que desde la fábrica los mandan en cajas bien selladas, con un sello de homologación y el nombre hasta en el último detalle de cada producto, pero una vez que se saca el cristal para una pieza, no hay un nombre que permita al cliente reconocer su veracidad”, explicó.
El creador “Swarovski”
Daniel Swartz, quien luego decidió cambiar su apellido por Swarovski, nació un 24 de octubre de 1862 en North Bohemia en la República Checa, su familia ya contaba con artistas especializados en el cristal cortado.
Su padre se dedicaba a tallar cristal y en aquel entonces, tenía una pequeña fábrica de vidrio. Éste fue el lugar donde el joven Swarovski empezó como aprendiz y adquiriendo las habilidades y conocimientos relacionados con la talla de cristal. Aprendió rápido y en 1892 patentó una máquina de corte eléctrico que cortaba cristal con mayor precisión que a mano, tres años más tarde fundó con otros dos socios la fábrica de Swarovski en los Alpes austríacos.
La visión de Daniel Swarovski era crear “un diamante para cada persona”. Desde entonces la empresa empezó a fabricar joyas expandiéndose rápidamente, creando vestidos y ropas adornadas con cristales de Swarovski, objetos de decoración, prismáticos, etc.
El arte de cada joya y el artista
Piezas
Cada trabajo o joya elaborada por un artista a su cliente, cuenta una historia y detalles diseñados específicamente para la persona que lo encarga, así lo afirmó el propietario de “Alexxander Joyas”, Alejandro Ibañez.
Trabajo
Para la elaboración de una pieza en joyería se requieren numerosas horas de trabajo. Esto se refiere a la creación en el diseño y ejecución minuciosa, además de la milimétrica en su elaboración.
Competencia desleal
Las redes sociales son la principal plataforma en la que se comercializan joyas que no son lo que afirman ser. Las réplicas y las falsificaciones de joyas son productos que generaron alta demanda en Tarija.