Screen pollution: la contaminación Inevitable que crece en Tarija
Screen pollution, es un término terrorífico para la salud visual, describe una patología provocada por la llegada masiva de los dispositivos electrónicos a la vida cotidiana. Hace algunos años creíamos que Bolivia no era parte de este problema y mucho menos Tarija, pero a medida que pasó...



Screen pollution, es un término terrorífico para la salud visual, describe una patología provocada por la llegada masiva de los dispositivos electrónicos a la vida cotidiana. Hace algunos años creíamos que Bolivia no era parte de este problema y mucho menos Tarija, pero a medida que pasó el tiempo las pantallas invadieron nuestro estilo de vida.
La situación es tan cierta que el 80% de los tarijeños lo primero que hace al despertar es revisar una pantalla electrónica y lo último que hace también.
Ya en el año 2018 el número de teléfonos móviles activos en Bolivia superó al de la población total proyectada para esa gestión. Un informe de la Autoridad de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) reveló, en ese entonces, que existían 11.323.497 líneas móviles, mientras que la población nacional, según el Instituto Nacional de Estadísticas, era de 11.307.314 personas.
Los cuatro departamentos con más números móviles que su propia población son los departamentos de La Paz, Cochabamba, Oruro y Tarija; mientras que en los departamentos de Santa Cruz, Potosí, Chuquisaca, Beni y Pando, el número de teléfonos celulares es menor al de la población.
Nuestro departamento en 2018 tenía registrada 563.342 personas mientras que el número de celulares ascendía a 603.071. Más aún, esto solo nos muestra cuán inmersos estamos en el Screen Pollution (la contaminación de las pantallas). Pero, ¿qué significa esto?
Sencillamente que pasamos más de 12 horas frente a las pantallas, pero no solo eso sino que estamos de alguna manera controlados al extremo por este mecanismo. Hace algunos años en Tarija muchos adultos exclamaban “no tengo reloj porque no me gusta ser esclavo del tiempo”, empero, este dicho está cada vez más en desuso.
El control está ejercido por el móvil a través de la hora y de los grupos de los que formamos parte, (familiares, jefes y demás). Sumado a esto el daño a nuestra salud visual y mental es grande.
El País realizó un sondeo a 20 personas de entre 25 y 35 años, se les preguntó ¿Cuántas horas a la semana están sin usar su celular? 15 contestaron “solo cuando duermen, un promedio de ocho horas”, y los cinco restantes respondieron “Entre cinco a seis horas, pues aseguraron tener a menudo problemas para dormir y admitieron que lo primero que toman en manos es el celular hasta que vuelven a dormir”.
Las actividades
Pero el celular no es solo un pasatiempo, pues por medio de él se pueden hacer muchas cosas que ya los tarijeños hacen y de alguna manera ahorran tiempo. Entre estas actividades están: consultar la hora, agendar actividades, poner la alarma, saber qué tiempo hará, leer las noticias, colgar un contenido en redes sociales, jugar al solitario, ver una serie, revisar las cuentas del banco…. Prácticamente en todos los ámbitos del estilo de vida actual están presentes las pantallas. La sobredosis electrónica se ha colado en nuestras vidas de forma inefable y, como alertan los expertos, ya no solo es el tiempo que pasamos frente a las pantallas, sino de las consecuencias que tiene este comportamiento sobre la salud.
Las consecuencias visuales
Manuel Díaz Llopis, oftalmólogo explica que los efectos son tan nocivos como la posible aparición de astenopia acomodativa (cuyos principales síntomas son escozor y enrojecimiento de los ojos, así como dolor de cabeza) o la progresión de la miopía en niños derivada de esta falta de luz natural”.
El futuro visual de los más jóvenes está en juego, el mayor problema se concentra en jóvenes de 18 años. “En la mayoría de los casos, el uso del celular les lleva a buscar sitios oscuros y con poca luz, lo que se conoce como efecto caverna. Esta falta de exposición de los ojos a realizar actividades bajo luz natural guarda relación directa con el incremento de la miopía que se está observando en la población mundial”, comenta el oftalmólogo.
Las consecuencias mentales
El estar siempre conectados los usuarios consideran que tienen mayores posibilidades de solicitar ayuda en caso de necesitarlo, lo que da la sensación subjetiva de estar más acompañados, y por ende, seguros.
Pero a raíz del efecto de ser parte de un grupo se crea también la necesidad de estar continuamente conectados con el resto del mundo. En caso de no poder hacerlo, ya sea extravío del teléfono, batería agotada u olvido en casa, surge una sensación de soledad que incomoda profundamente, mostrando la carencia de la capacidad de acompañarse a sí mismo.
Más aún un efecto contrario es que a menudo quienes abusan del celular se sienten más controlados y llenos de actividades. Sobre todo quienes ya tienen una vida agitada. Esto provoca grandes episodios de estrés.
11 gestos para combatir la screen pollution
De acuerdo a la revista de salud Consumer Eroski, la buena noticia es que, si actuamos con previsión, las predicciones no se tienen por qué cumplir. ¿Qué se puede hacer? Manuel Díaz Llopis recomienda seguir una serie de pautas para realizar un uso responsable de las pantallas e intentar reducir así los posibles efectos nocivos para la salud ocular.
1. Autoevaluación. Es importante ser consciente del uso que hacemos de las pantallas en nuestro día a día. Medir el tiempo que les dedicamos y valorar si es el que se desea emplear. Prestar especial atención a las actividades que se llevan a cabo de manera simultánea con las pantallas.
2. Crear un plan personal de uso digital. Sobre todo, determinando para qué se quiere utilizar cada uno de los dispositivos. ¿Un truco? Quitar las notificaciones de la pantalla de inicio y ser uno mismo el que marca cuándo consultar el teléfono.
3. Buscar aliados. Incorporar recursos para medir, definir tiempos y buscar espacios de desconexión. Algunos sistemas operativos ya permiten establecer tiempos de uso; incorporan alarmas o establece mecanismos para dejar aparcados los dispositivos en determinados momentos.
4. Parpadear de forma voluntaria con frecuencia. Eso evitará la sequedad y la fatiga ocular.
5. Hacer descansos cortos pero periódicos. Levantando la mirada y desenfocando la pantalla. Si se tiene oportunidad, lo idóneo es mirar por la ventana o dirigir la mirada hacia algún espacio con luz natural. Y lo conveniente es tomar estos descansos cada 45 minutos. A lo largo del día, cuando se va incrementando la fatiga visual, esa frecuencia se debe incrementar.
6. Utilizar lubricantes oculares, tipo lágrimas artificiales. Es importante para prevenir el ojo seco secundario, cuyos principales síntomas son sensación de tierra, enrojecimiento y necesidad involuntaria de que se cierren los ojos. Asimismo, en ocasiones puede producir lagrimeo por rebote, visión borrosa y dificultades para la concentración.
7. Buscar la distancia adecuada de las pantallas. Lo idóneo es situarnos a una distancia de entre 35 y 50 centímetros para pantallas pequeñas (móvil, tableta) y a un mínimo de 55 centímetros para otras pantallas fijas.
8. Añadir filtro de luz azul. En el caso de que llevemos gafas graduadas.
9. Si eres padre o madre, da ejemplo. No conviene dirigirse a los hijos mientras se está usando el móvil. Lo recomendable es aglutinar las tareas que requieran el empleo de pantallas en momentos determinados y establecer un plan digital para disfrutar en familia.
10. En menores de 21 años, promover que el uso de pantallas fuera del horario escolar se haga en horas sin sol, para evitar que esa utilización de pantallas en sitios oscuros impida realizar otras actividades bajo luz natural.
11. Fijar un día a la semana sin pantallas, planteando alternativas de ocio como escapadas a la naturaleza, deporte, lectura, etc.
Datos de telefonía móvil en Bolivia
Líneas
La Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) registró de forma preliminar un total de 11.445.830 líneas móviles en Bolivia al cierre de 2018.
Portabilidad
En octubre comenzó a correr en Bolivia el derecho de portabilidad numérica para los usuarios de telefonía móvil. El país llegó tarde en esta implementación si se tiene en cuenta que funciona hace al menos diez años en otros mercados de Latinoamérica.
Uso
El 95% de los internautas utiliza el teléfono celular para navegar en internet y la mayor concentración está en el departamento de Santa Cruz, según la encuesta de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AgeTic).
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La situación es tan cierta que el 80% de los tarijeños lo primero que hace al despertar es revisar una pantalla electrónica y lo último que hace también.
Ya en el año 2018 el número de teléfonos móviles activos en Bolivia superó al de la población total proyectada para esa gestión. Un informe de la Autoridad de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) reveló, en ese entonces, que existían 11.323.497 líneas móviles, mientras que la población nacional, según el Instituto Nacional de Estadísticas, era de 11.307.314 personas.
Los cuatro departamentos con más números móviles que su propia población son los departamentos de La Paz, Cochabamba, Oruro y Tarija; mientras que en los departamentos de Santa Cruz, Potosí, Chuquisaca, Beni y Pando, el número de teléfonos celulares es menor al de la población.
Nuestro departamento en 2018 tenía registrada 563.342 personas mientras que el número de celulares ascendía a 603.071. Más aún, esto solo nos muestra cuán inmersos estamos en el Screen Pollution (la contaminación de las pantallas). Pero, ¿qué significa esto?
Sencillamente que pasamos más de 12 horas frente a las pantallas, pero no solo eso sino que estamos de alguna manera controlados al extremo por este mecanismo. Hace algunos años en Tarija muchos adultos exclamaban “no tengo reloj porque no me gusta ser esclavo del tiempo”, empero, este dicho está cada vez más en desuso.
El control está ejercido por el móvil a través de la hora y de los grupos de los que formamos parte, (familiares, jefes y demás). Sumado a esto el daño a nuestra salud visual y mental es grande.
El País realizó un sondeo a 20 personas de entre 25 y 35 años, se les preguntó ¿Cuántas horas a la semana están sin usar su celular? 15 contestaron “solo cuando duermen, un promedio de ocho horas”, y los cinco restantes respondieron “Entre cinco a seis horas, pues aseguraron tener a menudo problemas para dormir y admitieron que lo primero que toman en manos es el celular hasta que vuelven a dormir”.
Las actividades
Pero el celular no es solo un pasatiempo, pues por medio de él se pueden hacer muchas cosas que ya los tarijeños hacen y de alguna manera ahorran tiempo. Entre estas actividades están: consultar la hora, agendar actividades, poner la alarma, saber qué tiempo hará, leer las noticias, colgar un contenido en redes sociales, jugar al solitario, ver una serie, revisar las cuentas del banco…. Prácticamente en todos los ámbitos del estilo de vida actual están presentes las pantallas. La sobredosis electrónica se ha colado en nuestras vidas de forma inefable y, como alertan los expertos, ya no solo es el tiempo que pasamos frente a las pantallas, sino de las consecuencias que tiene este comportamiento sobre la salud.
Las consecuencias visuales
Manuel Díaz Llopis, oftalmólogo explica que los efectos son tan nocivos como la posible aparición de astenopia acomodativa (cuyos principales síntomas son escozor y enrojecimiento de los ojos, así como dolor de cabeza) o la progresión de la miopía en niños derivada de esta falta de luz natural”.
El futuro visual de los más jóvenes está en juego, el mayor problema se concentra en jóvenes de 18 años. “En la mayoría de los casos, el uso del celular les lleva a buscar sitios oscuros y con poca luz, lo que se conoce como efecto caverna. Esta falta de exposición de los ojos a realizar actividades bajo luz natural guarda relación directa con el incremento de la miopía que se está observando en la población mundial”, comenta el oftalmólogo.
Las consecuencias mentales
El estar siempre conectados los usuarios consideran que tienen mayores posibilidades de solicitar ayuda en caso de necesitarlo, lo que da la sensación subjetiva de estar más acompañados, y por ende, seguros.
Pero a raíz del efecto de ser parte de un grupo se crea también la necesidad de estar continuamente conectados con el resto del mundo. En caso de no poder hacerlo, ya sea extravío del teléfono, batería agotada u olvido en casa, surge una sensación de soledad que incomoda profundamente, mostrando la carencia de la capacidad de acompañarse a sí mismo.
Más aún un efecto contrario es que a menudo quienes abusan del celular se sienten más controlados y llenos de actividades. Sobre todo quienes ya tienen una vida agitada. Esto provoca grandes episodios de estrés.
11 gestos para combatir la screen pollution
De acuerdo a la revista de salud Consumer Eroski, la buena noticia es que, si actuamos con previsión, las predicciones no se tienen por qué cumplir. ¿Qué se puede hacer? Manuel Díaz Llopis recomienda seguir una serie de pautas para realizar un uso responsable de las pantallas e intentar reducir así los posibles efectos nocivos para la salud ocular.
1. Autoevaluación. Es importante ser consciente del uso que hacemos de las pantallas en nuestro día a día. Medir el tiempo que les dedicamos y valorar si es el que se desea emplear. Prestar especial atención a las actividades que se llevan a cabo de manera simultánea con las pantallas.
2. Crear un plan personal de uso digital. Sobre todo, determinando para qué se quiere utilizar cada uno de los dispositivos. ¿Un truco? Quitar las notificaciones de la pantalla de inicio y ser uno mismo el que marca cuándo consultar el teléfono.
3. Buscar aliados. Incorporar recursos para medir, definir tiempos y buscar espacios de desconexión. Algunos sistemas operativos ya permiten establecer tiempos de uso; incorporan alarmas o establece mecanismos para dejar aparcados los dispositivos en determinados momentos.
4. Parpadear de forma voluntaria con frecuencia. Eso evitará la sequedad y la fatiga ocular.
5. Hacer descansos cortos pero periódicos. Levantando la mirada y desenfocando la pantalla. Si se tiene oportunidad, lo idóneo es mirar por la ventana o dirigir la mirada hacia algún espacio con luz natural. Y lo conveniente es tomar estos descansos cada 45 minutos. A lo largo del día, cuando se va incrementando la fatiga visual, esa frecuencia se debe incrementar.
6. Utilizar lubricantes oculares, tipo lágrimas artificiales. Es importante para prevenir el ojo seco secundario, cuyos principales síntomas son sensación de tierra, enrojecimiento y necesidad involuntaria de que se cierren los ojos. Asimismo, en ocasiones puede producir lagrimeo por rebote, visión borrosa y dificultades para la concentración.
7. Buscar la distancia adecuada de las pantallas. Lo idóneo es situarnos a una distancia de entre 35 y 50 centímetros para pantallas pequeñas (móvil, tableta) y a un mínimo de 55 centímetros para otras pantallas fijas.
8. Añadir filtro de luz azul. En el caso de que llevemos gafas graduadas.
9. Si eres padre o madre, da ejemplo. No conviene dirigirse a los hijos mientras se está usando el móvil. Lo recomendable es aglutinar las tareas que requieran el empleo de pantallas en momentos determinados y establecer un plan digital para disfrutar en familia.
10. En menores de 21 años, promover que el uso de pantallas fuera del horario escolar se haga en horas sin sol, para evitar que esa utilización de pantallas en sitios oscuros impida realizar otras actividades bajo luz natural.
11. Fijar un día a la semana sin pantallas, planteando alternativas de ocio como escapadas a la naturaleza, deporte, lectura, etc.
Datos de telefonía móvil en Bolivia
Líneas
La Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) registró de forma preliminar un total de 11.445.830 líneas móviles en Bolivia al cierre de 2018.
Portabilidad
En octubre comenzó a correr en Bolivia el derecho de portabilidad numérica para los usuarios de telefonía móvil. El país llegó tarde en esta implementación si se tiene en cuenta que funciona hace al menos diez años en otros mercados de Latinoamérica.
Uso
El 95% de los internautas utiliza el teléfono celular para navegar en internet y la mayor concentración está en el departamento de Santa Cruz, según la encuesta de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AgeTic).
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