La Bifurcada, una experiencia única para el arte en Tarija
La Bifurcada no es un restobar como cualquier otro, es un espacio cultural artístico que en nueve años desde su fundación proporcionó a distintos personajes locales, nacionales e internacionales un eje de encuentro que explotó en grandes proyectos que revolucionaron la visión del arte en...
La Bifurcada no es un restobar como cualquier otro, es un espacio cultural artístico que en nueve años desde su fundación proporcionó a distintos personajes locales, nacionales e internacionales un eje de encuentro que explotó en grandes proyectos que revolucionaron la visión del arte en Tarija.
La puerta sobre la calle 15 de Abril antes de llegar a la plazuela Sucre fue uno de los lugares en los que la juventud y personajes del underground tarijeño iniciaron historias, algunas imposibles de creer, durante casi una década.
Fue verse crecer no solo como habituales conocidos de una ciudad reconocida por su bohemia y charlas que se prolongan hasta el amanecer, sino también como comunidad artística que generó un quiebre en las propuestas costumbristas y folclóricas a las que esta sociedad estuvo acostumbrada.
Si bien existieron otros centros que se formaron antes como La Vinchuca, el Bagdad y Caretas, la “experiencia Bifurcada” fue un fenómeno social que involucró el contacto familiar, musical, artístico, político, social, introspectivo y experimental. Su creador es el artista y diseñador, Ramiro Baldivieso y ahí empieza la historia.
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El 18 de diciembre del 2010 la Bifurcada fue fundada por Ramiro Baldivieso y los hermanos Gutiérrez (Pablo y Moisés) que eran los dueños de la casa. El plan era hacer el proyecto de un boliche y a través de los anteriores trabajos que realizaba Ramiro, sobre diseño en varias empresas e instituciones de Tarija, se planteó la iniciativa conjunta. Un préstamo del banco cerró el trato con los hermanos y con pocos recursos lograron abrir la Bifurcada.
“Desde el 18 de diciembre, hemos marcado la diferencia porque antes de abril pensábamos que también íbamos a poner música folclórica. El slogan era Buena Música, Buena Onda y se basaba en escuchar buena música en diferentes géneros. El día de la inauguración cambió todo porque solo pusimos rock, reggae y electrónica porque yo era el único que tenía computadora en el local y la gente estaba re prendida con el estilo. En ese momento, todos los boliches de rock habían cerrado y éramos la única alternativa y nos dimos cuenta que podíamos posicionarnos”, cuenta.
El arte surge de manera natural en este espacio. Las paredes rojas cubiertas de cuadros, pinturas, grafitis, mensajes que los visitantes dejan, el collage que empapela parte de la estructura, los baños que fueron fondo para innumerables fotografías, además de las dos composiciones del fotógrafo Sergio Bastani -que acompañaron desde un inicio el rock and roll de la Bifurcada- el cuadro del mono pintado por Diego Baldivieso y los detalles escondidos en cada rincón del lugar, desconectan al cliente de la realidad y lo introducen a esta pequeña porción del mundo.
Al fondo de ese salón y detrás de la barra siempre se encontraba don Chacho, personaje principal de memes, fotos y leyendas de la noche; la profe Estela que vio crecer con mucho cariño a varias generaciones de exalumnos y siempre apoyó las propuestas artísticas, la Katia y otras tantas personas que apoyaron desde su inicio en la atención y en la creación de eventos.
La composición de este espacio era de por sí una composición artística. En Tarija, hasta ese momento el único lugar para exponer arte era la Casa de la Cultura, pero no era de fácil acceso. La Bifurcada accedía al arte urbano y a las propuestas contemporáneas. Poco a poco el lugar se convirtió en una galería de arte y en un espacio para desarrollarlo.
En el patio trasero se realizaron varios murales de diferentes artistas reconocidos, Gabriel Aguirre Alandia (Secuaz), Enrique Alan Vega (Mechas), Martina Meyer y otros. Además, otros artistas también dejaron sus aportes como Paola Valdiviezo Torri, Valeria Chuquimia, Mariana Riera, Marco Tóxico, Pablo Perco, Ztrada, sumado a varios dibujantes argentinos, uruguayos y otros.
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La Bifurcada pareció estar siempre en movimiento. Las paredes, los objetos siempre se transformaron junto a los clientes como un crecimiento simultáneo y sincronizado. Sumado a esto, los artistas lograron vincularse con su propio mercado, por lo que también significaba un fenómeno económico del arte.
Los músicos que tocaron en la Bifurcada son incontables. Desde Los Salmones, Gogo Blues, Electroshock, Motel Grove, los hermanos Motete, el reconocido artista Gallo Favela (con diversas presentaciones de reggae, rock y acústicos) y varios DJs como Ra Beat, Pituko, Till Noon (ex mero), JOCH, Peter Ríos, Franche, Jherson, Ladd, Ninho, Nicole Suarez, Enzo, Amoruccio, Pato Pozo, Nina Schatz, Miguel Ante y varios otros reconocidos a nivel nacional.
Muchos artistas personajes que frecuentan la Bifurcada podrían contar sus experiencias, pero uno de los más reconocidos guitarristas a nivel nacional y parte fundamental del equipo de la Bifurcada es Esteban Zamora (Motete).
“La idea fue generar un ambiente para gente más alternativa que quería escuchar buena música. A medida que fueron pasando los años fue posicionándose mucho más y ahora es un referente, es un bar que mucha gente de otros lugares quiere conocer. Además se empezaron a generar otras movidas como un espacio para ir a toca música que para mí fue una experiencia increíble. Un 25 de diciembre me acuerdo que la gente ha roto todo de lo bueno que había estado”, cuenta.
Hace poco la Bifurcada cerró un ciclo desde su creación. La casa que se alquilaba para conservar el lugar será demolida y esas paredes dejarán de existir. Sin embargo, todo cambio representa un paso a la transformación. El equipo de la Bifurcada consiguió una nueva cede ubicada en la calle Sucre entre 15 de Abril y Virginio Lema. Se trata de un lugar de construcción antigua, más amplió que el anterior con una serie de espacios que servirán como galerías de arte y lienzos para las nuevas expresiones artísticas de quien decida ser parte del proyecto.
Más detalles sobre el lugar
La puerta
La puerta sobre la calle 15 de Abril antes de llegar a la plazuela Sucre, fue uno de los lugares en los que la juventud y personajes del underground tarijeño iniciaron historias, algunas imposibles de creer, durante casi una década. Fue verse crecer no solo como habituales conocidos de una ciudad reconocida por su bohemia y charlas que se prolongan hasta el amanecer, sino también como comunidad artística que generó un quiebre en las propuestas costumbristas y folclóricas a las que esta sociedad estuvo acostumbrada.
Las paredes
Las paredes rojas cubiertas de cuadros, pinturas, grafitis, mensajes que los visitantes dejan, el collage que empapelaba parte de la estructura, sumado a los baños que fueron fondo para innumerables fotografías, las dos composiciones del fotógrafo Sergio Bastani que acompañaron desde un inicio el rock and roll de la Bifurcada, el cuadro del mono pintado por Diego Baldivieso y los detalles escondidos en cada rincón del lugar, desconectaban al cliente de la realidad y lo introducían a esta pequeña porción del mundo
Los músicos
Los músicos que tocaron en la Bifurcada son incontables. Desde Los Salmones, Gogo Blues, Electroshock, Motel Grove, los hermanos Motete, Gallo Favela y varios DJs como Ra Beat, Pituko, Till Noon (ex mero), JOCH, Peter Ríos, Franche, Jherson, Ladd, Ninho, Nicole Suarez, Enzo, Amoruccio, Pato Pozo, Nina Schatz, Miguel Ante y varios otros reconocidos a nivel nacional.
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La puerta sobre la calle 15 de Abril antes de llegar a la plazuela Sucre fue uno de los lugares en los que la juventud y personajes del underground tarijeño iniciaron historias, algunas imposibles de creer, durante casi una década.
Fue verse crecer no solo como habituales conocidos de una ciudad reconocida por su bohemia y charlas que se prolongan hasta el amanecer, sino también como comunidad artística que generó un quiebre en las propuestas costumbristas y folclóricas a las que esta sociedad estuvo acostumbrada.
Si bien existieron otros centros que se formaron antes como La Vinchuca, el Bagdad y Caretas, la “experiencia Bifurcada” fue un fenómeno social que involucró el contacto familiar, musical, artístico, político, social, introspectivo y experimental. Su creador es el artista y diseñador, Ramiro Baldivieso y ahí empieza la historia.
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El 18 de diciembre del 2010 la Bifurcada fue fundada por Ramiro Baldivieso y los hermanos Gutiérrez (Pablo y Moisés) que eran los dueños de la casa. El plan era hacer el proyecto de un boliche y a través de los anteriores trabajos que realizaba Ramiro, sobre diseño en varias empresas e instituciones de Tarija, se planteó la iniciativa conjunta. Un préstamo del banco cerró el trato con los hermanos y con pocos recursos lograron abrir la Bifurcada.
“Desde el 18 de diciembre, hemos marcado la diferencia porque antes de abril pensábamos que también íbamos a poner música folclórica. El slogan era Buena Música, Buena Onda y se basaba en escuchar buena música en diferentes géneros. El día de la inauguración cambió todo porque solo pusimos rock, reggae y electrónica porque yo era el único que tenía computadora en el local y la gente estaba re prendida con el estilo. En ese momento, todos los boliches de rock habían cerrado y éramos la única alternativa y nos dimos cuenta que podíamos posicionarnos”, cuenta.
El arte surge de manera natural en este espacio. Las paredes rojas cubiertas de cuadros, pinturas, grafitis, mensajes que los visitantes dejan, el collage que empapela parte de la estructura, los baños que fueron fondo para innumerables fotografías, además de las dos composiciones del fotógrafo Sergio Bastani -que acompañaron desde un inicio el rock and roll de la Bifurcada- el cuadro del mono pintado por Diego Baldivieso y los detalles escondidos en cada rincón del lugar, desconectan al cliente de la realidad y lo introducen a esta pequeña porción del mundo.
Al fondo de ese salón y detrás de la barra siempre se encontraba don Chacho, personaje principal de memes, fotos y leyendas de la noche; la profe Estela que vio crecer con mucho cariño a varias generaciones de exalumnos y siempre apoyó las propuestas artísticas, la Katia y otras tantas personas que apoyaron desde su inicio en la atención y en la creación de eventos.
La composición de este espacio era de por sí una composición artística. En Tarija, hasta ese momento el único lugar para exponer arte era la Casa de la Cultura, pero no era de fácil acceso. La Bifurcada accedía al arte urbano y a las propuestas contemporáneas. Poco a poco el lugar se convirtió en una galería de arte y en un espacio para desarrollarlo.
En el patio trasero se realizaron varios murales de diferentes artistas reconocidos, Gabriel Aguirre Alandia (Secuaz), Enrique Alan Vega (Mechas), Martina Meyer y otros. Además, otros artistas también dejaron sus aportes como Paola Valdiviezo Torri, Valeria Chuquimia, Mariana Riera, Marco Tóxico, Pablo Perco, Ztrada, sumado a varios dibujantes argentinos, uruguayos y otros.
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La Bifurcada pareció estar siempre en movimiento. Las paredes, los objetos siempre se transformaron junto a los clientes como un crecimiento simultáneo y sincronizado. Sumado a esto, los artistas lograron vincularse con su propio mercado, por lo que también significaba un fenómeno económico del arte.
Los músicos que tocaron en la Bifurcada son incontables. Desde Los Salmones, Gogo Blues, Electroshock, Motel Grove, los hermanos Motete, el reconocido artista Gallo Favela (con diversas presentaciones de reggae, rock y acústicos) y varios DJs como Ra Beat, Pituko, Till Noon (ex mero), JOCH, Peter Ríos, Franche, Jherson, Ladd, Ninho, Nicole Suarez, Enzo, Amoruccio, Pato Pozo, Nina Schatz, Miguel Ante y varios otros reconocidos a nivel nacional.
Muchos artistas personajes que frecuentan la Bifurcada podrían contar sus experiencias, pero uno de los más reconocidos guitarristas a nivel nacional y parte fundamental del equipo de la Bifurcada es Esteban Zamora (Motete).
“La idea fue generar un ambiente para gente más alternativa que quería escuchar buena música. A medida que fueron pasando los años fue posicionándose mucho más y ahora es un referente, es un bar que mucha gente de otros lugares quiere conocer. Además se empezaron a generar otras movidas como un espacio para ir a toca música que para mí fue una experiencia increíble. Un 25 de diciembre me acuerdo que la gente ha roto todo de lo bueno que había estado”, cuenta.
Hace poco la Bifurcada cerró un ciclo desde su creación. La casa que se alquilaba para conservar el lugar será demolida y esas paredes dejarán de existir. Sin embargo, todo cambio representa un paso a la transformación. El equipo de la Bifurcada consiguió una nueva cede ubicada en la calle Sucre entre 15 de Abril y Virginio Lema. Se trata de un lugar de construcción antigua, más amplió que el anterior con una serie de espacios que servirán como galerías de arte y lienzos para las nuevas expresiones artísticas de quien decida ser parte del proyecto.
Más detalles sobre el lugar
La puerta
La puerta sobre la calle 15 de Abril antes de llegar a la plazuela Sucre, fue uno de los lugares en los que la juventud y personajes del underground tarijeño iniciaron historias, algunas imposibles de creer, durante casi una década. Fue verse crecer no solo como habituales conocidos de una ciudad reconocida por su bohemia y charlas que se prolongan hasta el amanecer, sino también como comunidad artística que generó un quiebre en las propuestas costumbristas y folclóricas a las que esta sociedad estuvo acostumbrada.
Las paredes
Las paredes rojas cubiertas de cuadros, pinturas, grafitis, mensajes que los visitantes dejan, el collage que empapelaba parte de la estructura, sumado a los baños que fueron fondo para innumerables fotografías, las dos composiciones del fotógrafo Sergio Bastani que acompañaron desde un inicio el rock and roll de la Bifurcada, el cuadro del mono pintado por Diego Baldivieso y los detalles escondidos en cada rincón del lugar, desconectaban al cliente de la realidad y lo introducían a esta pequeña porción del mundo
Los músicos
Los músicos que tocaron en la Bifurcada son incontables. Desde Los Salmones, Gogo Blues, Electroshock, Motel Grove, los hermanos Motete, Gallo Favela y varios DJs como Ra Beat, Pituko, Till Noon (ex mero), JOCH, Peter Ríos, Franche, Jherson, Ladd, Ninho, Nicole Suarez, Enzo, Amoruccio, Pato Pozo, Nina Schatz, Miguel Ante y varios otros reconocidos a nivel nacional.
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