Juana Luz Ortega, “los recuerdos no envejecen, ni la energía de aprender”
SéCom* Sus pequeños ojos se agrandan cuando expresa ‘’la edad no se dice, pero tengo 72 años y unos cuantos días más’’. Se trata Juana Luz Ortega Calderón, ella estudia en la Universidad del Adulto Mayor (UDAM), donde es conocida por su gracia, amabilidad y su entusiasmo por...



SéCom*
Sus pequeños ojos se agrandan cuando expresa ‘’la edad no se dice, pero tengo 72 años y unos cuantos días más’’. Se trata Juana Luz Ortega Calderón, ella estudia en la Universidad del Adulto Mayor (UDAM), donde es conocida por su gracia, amabilidad y su entusiasmo por aprender.
En este momento está de pie en su tienda de artículos para bebés, pero de inmediato toma asiento. Es delgada, las arrugas de sus morenas manos delatan su edad, en la izquierda lleva orgullosa un anillo de oro, es de matrimonio. Con la mirada serena dice que para ella lo más importante es Dios. “Siempre está conmigo”, asegura.
Cuenta que vive junto a cinco miembros de su familia; su esposo Carlos García, sus dos hijas y tres nietas. El día para Juana comienza desde muy temprano, a las siete de la mañana ella y sus nietas acomodan la mesa para servir el desayuno, “lo más importante es tener la mesa bien limpia, para consumir los alimentos”, explica.
[caption id="attachment_514377" align="alignleft" width="225"] Juana Luz Ortega Calderón[/caption]
Mientras terminan de acomodar, Juana camina hacia la cocina y abre su libro de recetas. ‘’Yo desde que me levanto ya estoy pensando en lo que voy a cocinar’’ dice y es en ese momento en el que empieza a preparar varias delicias que acompañan al desayuno.
Más aún, su cocinar siempre lo acompaña con buena música.
Juana comenta que el mejor recuerdo de su niñez fue cuando vivía en Padcaya. Con una risa contagiosa dice que le gustaba ir detrás de la iglesia porque había muchos árboles de Ceibo. Sus hojas caían al suelo, donde ella se acostaba y sentía que éstas se convertían en una gran alfombra, rodeada de naturaleza.
Con el pasar de los años Juana y sus cuatro hermanas llegaron a la ciudad de Tarija, más aún su madre trabajaba mucho para mantenerlas, por lo que la veían muy poco. Esto provocó que Juana tuviera una relación muy cercana con su hermana mayor, quien se encargaba del cuidado de todas las hermanas.
Hoy –tras muchos años del fallecimiento de su hermana mayor- Juana revela que le ha costado recuperarse de su perdida. ‘’Fue un momento muy duro, porque no la vi morir’’, dice y agrega que su hermana tuvo una caída y no supo nada de ella hasta su muerte. Pues su demás familia no quiso avisarle por el dolor que sentiría. ‘’Recuerdo que cuando apagaban las luces yo siempre iba a su cama a dormir, siempre, hasta el día que me casé’’, cuenta.
Agrega que la noticia de la muerte de su hermana le llegó un día domingo del año 2011, recalca que fue el momento más doloroso de su vida. En ese tiempo Juana asistía a la Escuela de Bellas Artes, además que hacía cursos para actualizar su carrera como contadora.
Mientras hablamos Carlos, su esposo, guarda los artículos de su tienda, Juana baja el tono de su voz dispuesta a contarnos otro pasaje de su vida ‘’mientras estaba estudiando me sentía enferma, no había quién me revise. La Caja siempre estaba llena y nunca podía ir, pero un día encontré a una amiga y me dijo que vaya a la Caja, voy y me encuentro con la doctora, quien dijo que me estaba esperando. Esto fue un milagro y una oportunidad que Dios me dio”, asegura.
La enfermera le reveló que tenía tumores malignos en el estómago, Juana tenía cáncer y ella no lo sabía. ‘’La doctora en principio no me ocultó que tenía cáncer, solo me dijo eso y yo no sabía lo que era’’. Más aún, la médica le recomendó hacerse operar de inmediato. ‘’Yo no tenía plata debajo del colchón’’ dice Juana y agrega ‘’gracias a Dios un señor nos dio un adelanto para comprar un terreno que teníamos y ese dinero me ayudó’’.
Luego de sus tratamientos y quimioterapias finalmente se recuperó, gracias también al apoyo de sus nietas, que siempre estuvieron acompañándola. Hoy ya pasaron ocho años desde que Juana enfermó. ‘’Estuve tres años curándome y me sané, gracias a Dios’’, dice con una sonrisa triunfante.
Para Juana lo más importante es tener a su familia unida. Junto a su esposo llevan 50 años de casados. En medio de risas revela que se casó cuando tenía 23 años ‘’no tenía ni una silla’’ dice, y afirma que lo primero que hizo fue trabajar con su marido.
Ya llevan 19 años de jubilación, pero actualmente ambos aún trabajan en su tienda, sin embargo Juana asegura que le encanta aprender, por lo que se considera una mujer muy enérgica y activa. Fue esto lo que la llevó a inscribirse a la UDAM.
‘’Yo estaba escuchando la radio y escuché sobre la Universidad del Adulto Mayor hace unos cinco años atrás, puntualmente en el 2015. Me llamó la atención y me incorporé’’, afirma y cuenta que en la UDAM hizo muchas amistades, ‘’tengo tres mejores amigas; Carmen Mendoza, Ana Rosa y Vicky Baldivieso’’, detalla y añade que su materia favorita es la danzaterapia, sobre todo porque ama bailar.
Para finalizar Juana afirma que le gusta compartir con sus compañeras y compañeros, disfruta de estar juntos, pero más que eso, valora mucho el poder crear recuerdos mientras aprenden.
Universidad del Adulto Mayor
La UDAM es un programa desarrollado por la Pastoral de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” en todas sus regionales. Posee una antigüedad de seis años en nuestro departamento. El objetivo central es mejorar la calidad de vida del adulto mayor y brindarle conocimientos para su vida práctica; inicialmente comenzaron en 2015 con la participación de 20 adultos mayores y actualmente hay 60 estudiantes.
Las personas interesadas en ser parte de la Universidad del Adulto Mayor deben tener como mínimo 59 años. La carrera dura cuatro años en los cuales cumplen con 10 materias en campos como psicología, lengua y arte, espiritualidad, salud y actividad física, entre otras.
Las clases se realizan los sábados por la tarde de 15:00 a 19:00. El programa consta de 5 módulos, cada uno dura alrededor de ocho sábados, el costo de cada módulo es de 260 bolivianos.
Apuntes sobre la UDAM
Proyecto
El proyecto comenzó en la ciudad de La Paz en el año 2009, desde ese punto se fue replicando en distintos departamentos del país. En Tarija sus inicios se remontan al año 2014.
Certificación
El primer año obtienen el certificado de gestores sociales, el segundo año de gestores en servicios comunitarios I, la tercera gestión logran la certificación de gestores en servicios comunitarios II, y por último el cuarto año se certifican como gestores en desarrollo personal.
Requisito
Las personas interesadas en ser parte de la Universidad del Adulto Mayor deben tener como mínimo 59 años. La carrera dura cuatro años en los cuales cumplen con 10 materias en campos como psicología, lengua y arte, espiritualidad, salud y actividad física, entre otras.
* Esta crónica fue escrita por estudiantes de la materia de Periodismo Impreso de la UCB Tarija: Katherine Rodríguez, Natalia Antezana, Emily Copa, Seleste Gareca, Josué Salinas, María José Vargas
Sus pequeños ojos se agrandan cuando expresa ‘’la edad no se dice, pero tengo 72 años y unos cuantos días más’’. Se trata Juana Luz Ortega Calderón, ella estudia en la Universidad del Adulto Mayor (UDAM), donde es conocida por su gracia, amabilidad y su entusiasmo por aprender.
En este momento está de pie en su tienda de artículos para bebés, pero de inmediato toma asiento. Es delgada, las arrugas de sus morenas manos delatan su edad, en la izquierda lleva orgullosa un anillo de oro, es de matrimonio. Con la mirada serena dice que para ella lo más importante es Dios. “Siempre está conmigo”, asegura.
Cuenta que vive junto a cinco miembros de su familia; su esposo Carlos García, sus dos hijas y tres nietas. El día para Juana comienza desde muy temprano, a las siete de la mañana ella y sus nietas acomodan la mesa para servir el desayuno, “lo más importante es tener la mesa bien limpia, para consumir los alimentos”, explica.
[caption id="attachment_514377" align="alignleft" width="225"] Juana Luz Ortega Calderón[/caption]
Mientras terminan de acomodar, Juana camina hacia la cocina y abre su libro de recetas. ‘’Yo desde que me levanto ya estoy pensando en lo que voy a cocinar’’ dice y es en ese momento en el que empieza a preparar varias delicias que acompañan al desayuno.
Más aún, su cocinar siempre lo acompaña con buena música.
Juana comenta que el mejor recuerdo de su niñez fue cuando vivía en Padcaya. Con una risa contagiosa dice que le gustaba ir detrás de la iglesia porque había muchos árboles de Ceibo. Sus hojas caían al suelo, donde ella se acostaba y sentía que éstas se convertían en una gran alfombra, rodeada de naturaleza.
Con el pasar de los años Juana y sus cuatro hermanas llegaron a la ciudad de Tarija, más aún su madre trabajaba mucho para mantenerlas, por lo que la veían muy poco. Esto provocó que Juana tuviera una relación muy cercana con su hermana mayor, quien se encargaba del cuidado de todas las hermanas.
Hoy –tras muchos años del fallecimiento de su hermana mayor- Juana revela que le ha costado recuperarse de su perdida. ‘’Fue un momento muy duro, porque no la vi morir’’, dice y agrega que su hermana tuvo una caída y no supo nada de ella hasta su muerte. Pues su demás familia no quiso avisarle por el dolor que sentiría. ‘’Recuerdo que cuando apagaban las luces yo siempre iba a su cama a dormir, siempre, hasta el día que me casé’’, cuenta.
Agrega que la noticia de la muerte de su hermana le llegó un día domingo del año 2011, recalca que fue el momento más doloroso de su vida. En ese tiempo Juana asistía a la Escuela de Bellas Artes, además que hacía cursos para actualizar su carrera como contadora.
Mientras hablamos Carlos, su esposo, guarda los artículos de su tienda, Juana baja el tono de su voz dispuesta a contarnos otro pasaje de su vida ‘’mientras estaba estudiando me sentía enferma, no había quién me revise. La Caja siempre estaba llena y nunca podía ir, pero un día encontré a una amiga y me dijo que vaya a la Caja, voy y me encuentro con la doctora, quien dijo que me estaba esperando. Esto fue un milagro y una oportunidad que Dios me dio”, asegura.
La enfermera le reveló que tenía tumores malignos en el estómago, Juana tenía cáncer y ella no lo sabía. ‘’La doctora en principio no me ocultó que tenía cáncer, solo me dijo eso y yo no sabía lo que era’’. Más aún, la médica le recomendó hacerse operar de inmediato. ‘’Yo no tenía plata debajo del colchón’’ dice Juana y agrega ‘’gracias a Dios un señor nos dio un adelanto para comprar un terreno que teníamos y ese dinero me ayudó’’.
Luego de sus tratamientos y quimioterapias finalmente se recuperó, gracias también al apoyo de sus nietas, que siempre estuvieron acompañándola. Hoy ya pasaron ocho años desde que Juana enfermó. ‘’Estuve tres años curándome y me sané, gracias a Dios’’, dice con una sonrisa triunfante.
Para Juana lo más importante es tener a su familia unida. Junto a su esposo llevan 50 años de casados. En medio de risas revela que se casó cuando tenía 23 años ‘’no tenía ni una silla’’ dice, y afirma que lo primero que hizo fue trabajar con su marido.
Ya llevan 19 años de jubilación, pero actualmente ambos aún trabajan en su tienda, sin embargo Juana asegura que le encanta aprender, por lo que se considera una mujer muy enérgica y activa. Fue esto lo que la llevó a inscribirse a la UDAM.
‘’Yo estaba escuchando la radio y escuché sobre la Universidad del Adulto Mayor hace unos cinco años atrás, puntualmente en el 2015. Me llamó la atención y me incorporé’’, afirma y cuenta que en la UDAM hizo muchas amistades, ‘’tengo tres mejores amigas; Carmen Mendoza, Ana Rosa y Vicky Baldivieso’’, detalla y añade que su materia favorita es la danzaterapia, sobre todo porque ama bailar.
Para finalizar Juana afirma que le gusta compartir con sus compañeras y compañeros, disfruta de estar juntos, pero más que eso, valora mucho el poder crear recuerdos mientras aprenden.
Universidad del Adulto Mayor
La UDAM es un programa desarrollado por la Pastoral de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” en todas sus regionales. Posee una antigüedad de seis años en nuestro departamento. El objetivo central es mejorar la calidad de vida del adulto mayor y brindarle conocimientos para su vida práctica; inicialmente comenzaron en 2015 con la participación de 20 adultos mayores y actualmente hay 60 estudiantes.
Las personas interesadas en ser parte de la Universidad del Adulto Mayor deben tener como mínimo 59 años. La carrera dura cuatro años en los cuales cumplen con 10 materias en campos como psicología, lengua y arte, espiritualidad, salud y actividad física, entre otras.
Las clases se realizan los sábados por la tarde de 15:00 a 19:00. El programa consta de 5 módulos, cada uno dura alrededor de ocho sábados, el costo de cada módulo es de 260 bolivianos.
Apuntes sobre la UDAM
Proyecto
El proyecto comenzó en la ciudad de La Paz en el año 2009, desde ese punto se fue replicando en distintos departamentos del país. En Tarija sus inicios se remontan al año 2014.
Certificación
El primer año obtienen el certificado de gestores sociales, el segundo año de gestores en servicios comunitarios I, la tercera gestión logran la certificación de gestores en servicios comunitarios II, y por último el cuarto año se certifican como gestores en desarrollo personal.
Requisito
Las personas interesadas en ser parte de la Universidad del Adulto Mayor deben tener como mínimo 59 años. La carrera dura cuatro años en los cuales cumplen con 10 materias en campos como psicología, lengua y arte, espiritualidad, salud y actividad física, entre otras.
* Esta crónica fue escrita por estudiantes de la materia de Periodismo Impreso de la UCB Tarija: Katherine Rodríguez, Natalia Antezana, Emily Copa, Seleste Gareca, Josué Salinas, María José Vargas