Niños: La moda del celular y las pistas de una mala visión
Janeth Farfán tiene una pequeña de tres años, a quien como dice “le ha tenido que dar su celular para que vea videos y la deje trabajar”. Ella tiene su puesto de ropa en el mercado Campesino y mientras atiende a la gente, la pequeña Lucy ve musicales de la Granja. Apenas articula palabra,...



Janeth Farfán tiene una pequeña de tres años, a quien como dice “le ha tenido que dar su celular para que vea videos y la deje trabajar”. Ella tiene su puesto de ropa en el mercado Campesino y mientras atiende a la gente, la pequeña Lucy ve musicales de la Granja. Apenas articula palabra, pero sus pequeñas manos están decididas a sostener el celular a centímetros de sus ojos.
Janeth cuenta que muchas veces se ha visto preocupada y hasta se ha sentido culpable por otorgarle su celular, tanto que se ha preguntado si esto no le traerá problemas de la vista y si fuera así, qué tipo de problemas. Más aún, esta preocupación no ha sobrepasado a la otra intranquilidad que la aqueja, la de atender el puesto de ropa y ganar lo que debe para sostenerse.
En nuestro país, siete de cada diez personas presentan algún problema visual. De ese porcentaje, el 80 por ciento puede solucionarse de forma óptima y el 20 por ciento requiere mayor atención para evitar la ceguera, según el Instituto Nacional de Oftalmología (INO).
Las cifras del Censo 2012 indican que la dificultad permanente que más afecta a la población está relacionada con la vista. En total son 160.208 personas, la mayoría se encuentra en Santa Cruz (47.599) y La Paz (41.216).
Empero, aunque Tarija no ocupa los primeros lugares cada año aumentan las enfermedades visuales. Entre las más frecuentes están la conjuntivitis, las cataratas y el glaucoma. El primero y el segundo, sobre todo -según los expertos- pueden deberse al exceso de uso de teléfonos celulares y demás tecnologías en los últimos tiempos.
Pero los problemas visuales por uso de celular sobre todo se concentran en los menores a quienes muchos padres les prestan o compran estos teléfonos con el fin de trabajar sin perjuicios o tener un momento de paz. ¿Pero cuál es el costo de esta decisión?
En los últimos años han aumentado los casos de miopía entre los niños pequeños, de entre dos y cuatro años. Los oftalmólogos aseguran que esto se debe al uso de dispositivos digitales por parte de los menores. Pues a edades tempranas los niños no tienen bien desarrollados los conductos oculares, por lo que cuesta focalizar las imágenes. El aparato visual se desarrolla hasta los ocho años aproximadamente.
De acuerdo al oculista Marcelo Egüez si continuamente se les expone a estas pantallas que se ven a una distancia mínima, pueden aparecer problemas tempranos de miopía, astigmatismo y otros “errores refractivos” que hasta ahora estaban presentes sobre todo en niños algo mayorcitos, de entre los seis y 11 años.
De acuerdo a la oftalmóloga Eva Paris aunque la introducción en la vida diaria de estos aparatos es inevitable y trae muchas ventajas, también es cierto que los más pequeños se pierden muchas cosas frente a las pantallas. Incluso, se ha comprobado que los niños que pasan más tiempo al aire libre tienen menos riesgo de padecer miopía.
Pero ahora ¿cómo sé si mi pequeña o pequeño tiene problemas visuales? Según el oculista Carlos Ponce Cuenca, la edad ideal para efectuar la primera revisión a un niño, y así detectar y evitar problemas visuales, es a los tres años. Pues ésta es la etapa ideal para corregir el problema.
“En el niño se puede determinar la agudeza visual a esa edad, entre los 2 a 3 años, por lo que la edad límite para corregir un defecto visual es a los 6 o 8 años, ya que hasta esa edad se desarrolla la visión”, advierte. “La detección temprana y descarte de miopía, astigmatismo, ojo flojo y otros problemas visuales, garantizan un óptimo rendimiento escolar”, aconseja.
Los signos de alerta
Pero ésta no es la única causa del aumento de los problemas de visión de los niños. Salvador Alsina, presidente de la Asociación de Utilidad Pública de Visión y Vida, detalla que también es importante “la postura, no tener una buena higiene visual (mantener la distancia entre pantallas, vigilar la iluminación y hacer descansos visuales) y el nuevo ritmo de vida, en el que hemos reducido las horas de actividades al aire libre para aumentar el tiempo que pasamos en espacios cerrados utilizando nuestra visión próxima”.
Los expertos consultados por El País han elaborado una lista de síntomas que ofrecen pistas de que el niño posee algún defecto visual:
-Se queja de problemas para ver bien lo que se escribe o proyecta en la pizarra o en la televisión.
-Desvía un ojo y/o se queja de visión doble constante o intermitente.
-Cuando realiza actividades de cerca ve doble o borroso ocasionalmente.
-Falta de interés por la lectura o pérdida del hilo de la lectura.
-El niño al leer sigue el texto con el dedo, mueve mucho la cabeza o la tuerce.
-Giros extraños de las palabras y dificultad para recordar lo que ha leído.
-Las letras o los signos se juntan, se confunden, se invierten o mezcla las silabas al leer.
-Falta o baja comprensión de la lectura para su edad.
-Omite o añade palabras al leer y/o se salta de renglón.
-Cejas fruncidas, parpadeo excesivo u otras deformaciones faciales cuando lee.
-Fatiga constante, nerviosismo o irritabilidad después de una tarea de cerca.
-Se tuerce al escribir y/o se sale mucho al colorear.
-Inclina, gira o ladea la cabeza o la espalda al fijar la vista en alguna actividad.
-Dolores de cabeza frontales, náuseas o mareos por la tarde o después de realizar una tarea de cerca.
-Sensibilidad exagerada a la luz.
-Parpadeo y/o lagrimeo excesivo, ojos rojos o hinchados y frotamientos frecuentes de los ojos.
-Pasos falsos y caídas frecuentes o avanza la cabeza para ver mejor.
-Vocalización en voz baja durante la lectura, constatada por el movimiento de los labios.
-Se observa una rigidez corporal cuando quiere mirar los objetos de lejos.
-Mala habilidad perceptiva, invierte letras/sílabas como, por ejemplo, la confusión de la “o” por la “a”, la “n” por la “m”, la “b” por la “d”, la “p” por la “q”, etc.
-Estrabismo o bizquera hacia fuera o hacia adentro.
-Se tapa o guiña un ojo ocasionalmente para poder ver mejor con el otro.
-Se acerca mucho al libro, móvil, tablets, ordenador y/o TV.
-Déficit de atención y concentración y/o bajo rendimiento escolar.
-Baja coordinación ojos-mano (p.e. dificultad al atrapar una pelota u otra actividad parecida).
-Malestar, mareos o visión doble al ver una proyección 3D.
Tres problemas comunes en niños
Miopía
La miopía es un problema de la refracción que se manifiesta cuando el paciente percibe borrosos los objetos lejanos. La miopía se debe a que la imagen se forma delante de la retina, bien porque la córnea, el cristalino o ambos son muy potentes, o bien porque el ojo es más largo de lo normal.
Astigmatismo
El astigmatismo es un problema refractivo que se produce cuando la córnea (la capa externa y transparente del ojo) no presenta la misma curvatura en todas sus zonas. El astigmatismo afecta a la visión de cerca y de lejos.
Refracción
Los errores de refracción son trastornos oculares muy comunes, en los que el ojo no puede enfocar claramente las imágenes. El resultado es la visión borrosa, que a veces resulta tan grave que causa discapacidad visual
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Janeth cuenta que muchas veces se ha visto preocupada y hasta se ha sentido culpable por otorgarle su celular, tanto que se ha preguntado si esto no le traerá problemas de la vista y si fuera así, qué tipo de problemas. Más aún, esta preocupación no ha sobrepasado a la otra intranquilidad que la aqueja, la de atender el puesto de ropa y ganar lo que debe para sostenerse.
En nuestro país, siete de cada diez personas presentan algún problema visual. De ese porcentaje, el 80 por ciento puede solucionarse de forma óptima y el 20 por ciento requiere mayor atención para evitar la ceguera, según el Instituto Nacional de Oftalmología (INO).
Las cifras del Censo 2012 indican que la dificultad permanente que más afecta a la población está relacionada con la vista. En total son 160.208 personas, la mayoría se encuentra en Santa Cruz (47.599) y La Paz (41.216).
Empero, aunque Tarija no ocupa los primeros lugares cada año aumentan las enfermedades visuales. Entre las más frecuentes están la conjuntivitis, las cataratas y el glaucoma. El primero y el segundo, sobre todo -según los expertos- pueden deberse al exceso de uso de teléfonos celulares y demás tecnologías en los últimos tiempos.
Pero los problemas visuales por uso de celular sobre todo se concentran en los menores a quienes muchos padres les prestan o compran estos teléfonos con el fin de trabajar sin perjuicios o tener un momento de paz. ¿Pero cuál es el costo de esta decisión?
En los últimos años han aumentado los casos de miopía entre los niños pequeños, de entre dos y cuatro años. Los oftalmólogos aseguran que esto se debe al uso de dispositivos digitales por parte de los menores. Pues a edades tempranas los niños no tienen bien desarrollados los conductos oculares, por lo que cuesta focalizar las imágenes. El aparato visual se desarrolla hasta los ocho años aproximadamente.
De acuerdo al oculista Marcelo Egüez si continuamente se les expone a estas pantallas que se ven a una distancia mínima, pueden aparecer problemas tempranos de miopía, astigmatismo y otros “errores refractivos” que hasta ahora estaban presentes sobre todo en niños algo mayorcitos, de entre los seis y 11 años.
De acuerdo a la oftalmóloga Eva Paris aunque la introducción en la vida diaria de estos aparatos es inevitable y trae muchas ventajas, también es cierto que los más pequeños se pierden muchas cosas frente a las pantallas. Incluso, se ha comprobado que los niños que pasan más tiempo al aire libre tienen menos riesgo de padecer miopía.
Pero ahora ¿cómo sé si mi pequeña o pequeño tiene problemas visuales? Según el oculista Carlos Ponce Cuenca, la edad ideal para efectuar la primera revisión a un niño, y así detectar y evitar problemas visuales, es a los tres años. Pues ésta es la etapa ideal para corregir el problema.
“En el niño se puede determinar la agudeza visual a esa edad, entre los 2 a 3 años, por lo que la edad límite para corregir un defecto visual es a los 6 o 8 años, ya que hasta esa edad se desarrolla la visión”, advierte. “La detección temprana y descarte de miopía, astigmatismo, ojo flojo y otros problemas visuales, garantizan un óptimo rendimiento escolar”, aconseja.
Los signos de alerta
Pero ésta no es la única causa del aumento de los problemas de visión de los niños. Salvador Alsina, presidente de la Asociación de Utilidad Pública de Visión y Vida, detalla que también es importante “la postura, no tener una buena higiene visual (mantener la distancia entre pantallas, vigilar la iluminación y hacer descansos visuales) y el nuevo ritmo de vida, en el que hemos reducido las horas de actividades al aire libre para aumentar el tiempo que pasamos en espacios cerrados utilizando nuestra visión próxima”.
Los expertos consultados por El País han elaborado una lista de síntomas que ofrecen pistas de que el niño posee algún defecto visual:
-Se queja de problemas para ver bien lo que se escribe o proyecta en la pizarra o en la televisión.
-Desvía un ojo y/o se queja de visión doble constante o intermitente.
-Cuando realiza actividades de cerca ve doble o borroso ocasionalmente.
-Falta de interés por la lectura o pérdida del hilo de la lectura.
-El niño al leer sigue el texto con el dedo, mueve mucho la cabeza o la tuerce.
-Giros extraños de las palabras y dificultad para recordar lo que ha leído.
-Las letras o los signos se juntan, se confunden, se invierten o mezcla las silabas al leer.
-Falta o baja comprensión de la lectura para su edad.
-Omite o añade palabras al leer y/o se salta de renglón.
-Cejas fruncidas, parpadeo excesivo u otras deformaciones faciales cuando lee.
-Fatiga constante, nerviosismo o irritabilidad después de una tarea de cerca.
-Se tuerce al escribir y/o se sale mucho al colorear.
-Inclina, gira o ladea la cabeza o la espalda al fijar la vista en alguna actividad.
-Dolores de cabeza frontales, náuseas o mareos por la tarde o después de realizar una tarea de cerca.
-Sensibilidad exagerada a la luz.
-Parpadeo y/o lagrimeo excesivo, ojos rojos o hinchados y frotamientos frecuentes de los ojos.
-Pasos falsos y caídas frecuentes o avanza la cabeza para ver mejor.
-Vocalización en voz baja durante la lectura, constatada por el movimiento de los labios.
-Se observa una rigidez corporal cuando quiere mirar los objetos de lejos.
-Mala habilidad perceptiva, invierte letras/sílabas como, por ejemplo, la confusión de la “o” por la “a”, la “n” por la “m”, la “b” por la “d”, la “p” por la “q”, etc.
-Estrabismo o bizquera hacia fuera o hacia adentro.
-Se tapa o guiña un ojo ocasionalmente para poder ver mejor con el otro.
-Se acerca mucho al libro, móvil, tablets, ordenador y/o TV.
-Déficit de atención y concentración y/o bajo rendimiento escolar.
-Baja coordinación ojos-mano (p.e. dificultad al atrapar una pelota u otra actividad parecida).
-Malestar, mareos o visión doble al ver una proyección 3D.
Tres problemas comunes en niños
Miopía
La miopía es un problema de la refracción que se manifiesta cuando el paciente percibe borrosos los objetos lejanos. La miopía se debe a que la imagen se forma delante de la retina, bien porque la córnea, el cristalino o ambos son muy potentes, o bien porque el ojo es más largo de lo normal.
Astigmatismo
El astigmatismo es un problema refractivo que se produce cuando la córnea (la capa externa y transparente del ojo) no presenta la misma curvatura en todas sus zonas. El astigmatismo afecta a la visión de cerca y de lejos.
Refracción
Los errores de refracción son trastornos oculares muy comunes, en los que el ojo no puede enfocar claramente las imágenes. El resultado es la visión borrosa, que a veces resulta tan grave que causa discapacidad visual
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