San Luis, una lucha más allá de los malos olores
San Luis es uno de los barrios más antiguos de Tarija, hace casi un siglo el cantón San Luis pasó a formar parte de la comunidad del mismo nombre y hace aproximadamente 50 años el Gobierno Municipal de la provincia Cercado, a solicitud de los comunarios, lo elevó a categoría de barrio. Sin...
San Luis es uno de los barrios más antiguos de Tarija, hace casi un siglo el cantón San Luis pasó a formar parte de la comunidad del mismo nombre y hace aproximadamente 50 años el Gobierno Municipal de la provincia Cercado, a solicitud de los comunarios, lo elevó a categoría de barrio. Sin embargo, luce como un barrio de reciente creación con calles de tierra, mala iluminación, lotes baldíos e inseguridad ciudadana.
La presidenta del barrio San Luis, Gabriela Panique, asegura que muchos de los problemas que afronta el barrio se deben a la presencia de las lagunas de oxidación instaladas hace 30 años en la zona y que la han convertido, según sus palabras, en “el baño de Tarija”.
Los más antiguos habitantes del lugar recuerdan que les prometieron que se crearía un cordón forestal alrededor de las lagunas para evitar la propagación del olor. Sin embargo, esto jamás se cumplió. Hay quienes recuerdan que les tomaron por ingenuos, ya que, para tranquilizarlos y apaciguar el rechazo inicial, les indicaron que se llegaría a tener una vistosa laguna con patos, pero en la actualidad el panorama es muy distinto al prometido: todos los desechos del alcantarillado de la ciudad desembocan en las lagunas de oxidación de San Luis.
“Entre lo que nos han prometido estaba que estas lagunas tendrían una duración de 10 o 15 años, ya vamos por los 30, estas laguna ya están colapsadas y creo que es momento de hacer un cierre y abandono de ellas, se prometió tratar estas aguas para que no haya malos olores, pero no se cumplió”, dijo Panique, que no se acaba de fiar del proyecto de Mitigación de Olores, pese a que ya está en marcha para dar soluciones a un barrio en el que viven más de 800 familias.
Panique asegura que los vecinos del barrio han sufrido tantos años los malos olores, la presencia de zancudos, han padecido enfermedades relacionadas con la presencia de las lagunas de oxidación que ahora rechazan que se pueda instalar la macroplanta de tratamiento de aguas residuales en ese barrio.
“La Gobernación ha presentado un proyecto desde la época de Lino Condori, ahora se está ejecutando, pero no se ha socializado, nosotros hemos analizado con ingenieros y hemos visto que hay muchas observaciones, cosas que no son favorables para nosotros, por ello como vecinos hemos presentado propuestas elaboradas por expertos, porque hay otras alternativas”, explicó.
La presidenta dijo que la molestia de los vecinos surgió porque no les dejaron participar de la tercera mesa técnica e ignoran si las propuestas que llevaron fueron tomadas en cuenta, asimismo, dijo que no les permitieron participar de la firma del convenio que fue firmado por Carlos Dávila, que no era reconocido por los vecinos.
Panique aclaró que no se oponen a la construcción de la macro planta de tratamiento de aguas residuales porque entienden que es la solución definitiva para los problemas que generan las lagunas de oxidación, pero consideran que existen otros lugares donde puede ser emplazado el proyecto, que no sea en el barrio San Luis, sin embargo, están a la espera del estudio que lleva adelante el Gobierno central.
El anhelo de los vecinos del barrio San Luis es el cierre y abandono de las lagunas de oxidación para dejar atrás los malos olores, la contaminación y la invasión de zancudos que afecta a ese barrio.
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Alcantarillado
Paradójicamente el barrio San Luis donde se recogen las aguas residuales de cerca de 90 barrios de la ciudad desde hace 30 años recién en la gestión 2017 pudo contar con alcantarillado. “Hace unos dos años atrás recién como barrio hemos tenido el alcantarillado cuyas aguas no van a las lagunas de oxidación sino a cámaras, donde se tiene que hacer mantenimiento y esas aguas van al río Guadalquivir, y seguimos contaminando ese río, pero nos falta alcantarillado en un 20 por ciento del barrio”, refirió.
Postergación
San Luís, zona agrícola productiva, pasó a ser una de las áreas menos valoradas por los tarijeños. ¿La razón? Los olores fétidos que aun emanan de las lagunas de oxidación y que derivan en una tormentosa proliferación de zancudos en la época de calor. El problema se expande paulatinamente y se deja sentir cada vez más en el resto de la ciudad.
La pestilencia fétida no sólo se siente en el Distrito 11, si no que todavía se expande en ocasiones hasta el centro de la ciudad. En determinadas horas es ya perceptible en las orillas del Guadalquivir que se hallan a escasos 300 metros de la plaza Luis de Fuentes.
Todos estos aspectos han hecho que se frenara el crecimiento del barrio por la devaluación del precio de los lotes y casas en los diferentes barrios que colindan con las lagunas de oxidación; que en los últimos meses se han vuelto a incrementar.
Inseguridad
A consecuencia de la devaluación de los inmuebles en la zona, existen muchos lotes baldíos que generan inseguridad, pues en horas de la noche, principalmente, estos espacios son utilizados por parroquianos y delincuentes, por lo que los robos, los asaltos y agresiones a los vecinos son constantes.
La falta de atención por parte de las autoridades se evidencia en la mala iluminación de las calles y avenidas y la falta de cámaras de seguridad, lo que contribuye a la inseguridad ciudadana.
Esta realidad que vive el barrio pone de manifiesto que contrariamente al desarrollo prometido por las autoridades de turno cuando gestionaron la instalación de las lagunas de oxidación en San Luis, a lo largo de estos 30 años se han incumplido estos compromisos y el barrio de San Luis ha sido abandonado y postergado.
Salud
El convivir casi tres décadas en una zona contaminada por residuos biológicos ha generado problemas de salud, según afirman los vecinos de la zona.La situación se agrava en verano, pues a causa del incremento de la temperatura los mosquitos acompañan el olor nauseabundo que ocasiona dolores de cabeza, mareos y afecciones a la piel.
El olor es intenso en los horarios de 5.00 a 7.00, al medio día y al caer la noche. Todas las viviendas se impregnan de la pestilencia, por lo que es mejor permanecer con las puertas y ventanas cerradas.
El médico, Nelson Averanga, constató que los olores emanados por las lagunas de oxidación generan enfermedades respiratorias y afecciones a la piel.
Las vías de acceso
San Luis, aparte del gran problema que generan las lagunas de oxidación, tiene que lidiar con otras dificultades como la presencia del aeropuerto al lado izquierdo del barrio y el río Guadalquivir al lado derecho lo que hace que el barrio sólo tenga una vía de acceso y otra de salida.
Panique señaló que hay un proyecto para hacer una doble vía, que brindaría una nueva vía de acceso a San Luis, sin embargo, aún ven muy lejano este proyecto.
Otros problemas
Pese a ser un barrio antiguo, a la fecha San Luis sólo tiene un 60 por ciento de sus calles con empedrado o asfalto. Panique señaló que aún hay una serie de problemas por resolver en el barrio donde hay algunas urbanizaciones que aún no tienen servicios básicos, otras no cuentan con planimetrías aprobadas lo que impide que los dueños de lotes y casa puedan tramitar su derecho propietario, hay aún un gran porcentaje de calles que no tienen nombre, “La urbanización Oller por ejemplo, no tiene luz, no tiene agua”, señaló.
Se perdió 12,5 millones
Hace más de diez años ya existían reclamos para que se emplace una planta de tratamiento de aguas residuales e incluso se perdieron los 12,5 millones de euros de la Cooperación Holandesa por la falta de un terreno para su emplazamiento. La administración de la Gobernación de Lino Condori, pese a que manejó más de 400 millones de dólares anuales en los últimos dos años no logró garantizar los 60 millones que requería el proyecto.
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La macroplanta se hace esperar, avanza mitigación
La solución definitiva para el barrio San Luis está en la construcción de una macroplanta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) que debe procesar las aguas servidas de los 90 barrios que desembocan en las lagunas de oxidación.
El presidente Evo Morales se comprometió a destinar 30 millones de dólares para la construcción de la PTAR, sin embargo, a la fecha existe incertidumbre en cuanto a la participación del Gobierno Central en este proyecto.
Lo que si se ha cumplido es la ejecución del estudio para la “Construcción Colectores y Planta de Tratamiento de Aguas Residuales”, que permitirá conocer el mejor lugar para emplazar la PTAR, así como el costo que demandará el proyecto. Al momento no se ha concluido este proyecto cuya segunda etapa debía ser concluida en agosto de este año.A la fecha, lo que si avanza en el proyecto de Mitigación de olores que lleva adelante la Gobernación del Departamento.
El jueves pasado el gobernador, Adrián Oliva, anunció el inició de la segunda etapa de ejecución de las obras complementarias del proyecto de control de olores en las lagunas de estabilización de San Luis.
“Espero que se deje de hablar de San Luis, para hablar de las lagunas de San Luis; que dejemos este como un mal recuerdo del pasado, porque juntos lo podamos haber resuelto”, expresó Oliva.
El proyecto se adjudicó a la empresa SYL Ingenieros, donde la Gobernación de Tarija invertirá un poco más de 31 millones de bolivianos. La obra permitirá controlar y disminuir la emanación de malos olores generados en las lagunas de estabilización, mediante el incremento del valor de la eficiencia del sistema de tratamiento de las aguas residuales, según información de la Gobernación.
Oliva destacó que paralelamente se está ejecutando la construcción de la planta de tratamiento en la zona de San Blas, la misma que una vez sea concluida en la siguiente gestión será la primera planta de aguas residuales de Tarija, gracias al esfuerzo conjunto de la Gobernación con el Municipio de Cercado.
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PROBLEMAS QUE IMPLICA EL VIVIR CON LAS LAGUNAS
Enfermedades
El convivir 3 décadas en una zona contaminada por residuos biológicos ha generado problemas de salud, según afirman los vecinos de la zona. La situación se agrava en verano, pues los mosquitos acompañan el olor nauseabundo que ocasiona dolores de cabeza, mareos, afecciones respiratorias y de la piel.
Postergación
Pese a ser un barrio antiguo, a la fecha San Luis sólo tiene un 60 por ciento de sus calles con empedrado o asfalto. Aún hay una serie de problemas por resolver en el barrio donde algunas urbanizaciones aún no tienen servicios básicos.
Inseguridad
A consecuencia de la devaluación de los inmuebles en la zona, existen muchos lotes baldíos que generan inseguridad, pues en horas de la noche, principalmente, estos espacios son utilizados por parroquianos y delincuentes, por lo que los robos, los asaltos y agresiones a los vecinos son constantes.
La presidenta del barrio San Luis, Gabriela Panique, asegura que muchos de los problemas que afronta el barrio se deben a la presencia de las lagunas de oxidación instaladas hace 30 años en la zona y que la han convertido, según sus palabras, en “el baño de Tarija”.
Los más antiguos habitantes del lugar recuerdan que les prometieron que se crearía un cordón forestal alrededor de las lagunas para evitar la propagación del olor. Sin embargo, esto jamás se cumplió. Hay quienes recuerdan que les tomaron por ingenuos, ya que, para tranquilizarlos y apaciguar el rechazo inicial, les indicaron que se llegaría a tener una vistosa laguna con patos, pero en la actualidad el panorama es muy distinto al prometido: todos los desechos del alcantarillado de la ciudad desembocan en las lagunas de oxidación de San Luis.
“Entre lo que nos han prometido estaba que estas lagunas tendrían una duración de 10 o 15 años, ya vamos por los 30, estas laguna ya están colapsadas y creo que es momento de hacer un cierre y abandono de ellas, se prometió tratar estas aguas para que no haya malos olores, pero no se cumplió”, dijo Panique, que no se acaba de fiar del proyecto de Mitigación de Olores, pese a que ya está en marcha para dar soluciones a un barrio en el que viven más de 800 familias.
Panique asegura que los vecinos del barrio han sufrido tantos años los malos olores, la presencia de zancudos, han padecido enfermedades relacionadas con la presencia de las lagunas de oxidación que ahora rechazan que se pueda instalar la macroplanta de tratamiento de aguas residuales en ese barrio.
“La Gobernación ha presentado un proyecto desde la época de Lino Condori, ahora se está ejecutando, pero no se ha socializado, nosotros hemos analizado con ingenieros y hemos visto que hay muchas observaciones, cosas que no son favorables para nosotros, por ello como vecinos hemos presentado propuestas elaboradas por expertos, porque hay otras alternativas”, explicó.
La presidenta dijo que la molestia de los vecinos surgió porque no les dejaron participar de la tercera mesa técnica e ignoran si las propuestas que llevaron fueron tomadas en cuenta, asimismo, dijo que no les permitieron participar de la firma del convenio que fue firmado por Carlos Dávila, que no era reconocido por los vecinos.
Panique aclaró que no se oponen a la construcción de la macro planta de tratamiento de aguas residuales porque entienden que es la solución definitiva para los problemas que generan las lagunas de oxidación, pero consideran que existen otros lugares donde puede ser emplazado el proyecto, que no sea en el barrio San Luis, sin embargo, están a la espera del estudio que lleva adelante el Gobierno central.
El anhelo de los vecinos del barrio San Luis es el cierre y abandono de las lagunas de oxidación para dejar atrás los malos olores, la contaminación y la invasión de zancudos que afecta a ese barrio.
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Alcantarillado
Paradójicamente el barrio San Luis donde se recogen las aguas residuales de cerca de 90 barrios de la ciudad desde hace 30 años recién en la gestión 2017 pudo contar con alcantarillado. “Hace unos dos años atrás recién como barrio hemos tenido el alcantarillado cuyas aguas no van a las lagunas de oxidación sino a cámaras, donde se tiene que hacer mantenimiento y esas aguas van al río Guadalquivir, y seguimos contaminando ese río, pero nos falta alcantarillado en un 20 por ciento del barrio”, refirió.
Postergación
San Luís, zona agrícola productiva, pasó a ser una de las áreas menos valoradas por los tarijeños. ¿La razón? Los olores fétidos que aun emanan de las lagunas de oxidación y que derivan en una tormentosa proliferación de zancudos en la época de calor. El problema se expande paulatinamente y se deja sentir cada vez más en el resto de la ciudad.
La pestilencia fétida no sólo se siente en el Distrito 11, si no que todavía se expande en ocasiones hasta el centro de la ciudad. En determinadas horas es ya perceptible en las orillas del Guadalquivir que se hallan a escasos 300 metros de la plaza Luis de Fuentes.
Todos estos aspectos han hecho que se frenara el crecimiento del barrio por la devaluación del precio de los lotes y casas en los diferentes barrios que colindan con las lagunas de oxidación; que en los últimos meses se han vuelto a incrementar.
Inseguridad
A consecuencia de la devaluación de los inmuebles en la zona, existen muchos lotes baldíos que generan inseguridad, pues en horas de la noche, principalmente, estos espacios son utilizados por parroquianos y delincuentes, por lo que los robos, los asaltos y agresiones a los vecinos son constantes.
La falta de atención por parte de las autoridades se evidencia en la mala iluminación de las calles y avenidas y la falta de cámaras de seguridad, lo que contribuye a la inseguridad ciudadana.
Esta realidad que vive el barrio pone de manifiesto que contrariamente al desarrollo prometido por las autoridades de turno cuando gestionaron la instalación de las lagunas de oxidación en San Luis, a lo largo de estos 30 años se han incumplido estos compromisos y el barrio de San Luis ha sido abandonado y postergado.
Salud
El convivir casi tres décadas en una zona contaminada por residuos biológicos ha generado problemas de salud, según afirman los vecinos de la zona.La situación se agrava en verano, pues a causa del incremento de la temperatura los mosquitos acompañan el olor nauseabundo que ocasiona dolores de cabeza, mareos y afecciones a la piel.
El olor es intenso en los horarios de 5.00 a 7.00, al medio día y al caer la noche. Todas las viviendas se impregnan de la pestilencia, por lo que es mejor permanecer con las puertas y ventanas cerradas.
El médico, Nelson Averanga, constató que los olores emanados por las lagunas de oxidación generan enfermedades respiratorias y afecciones a la piel.
Las vías de acceso
San Luis, aparte del gran problema que generan las lagunas de oxidación, tiene que lidiar con otras dificultades como la presencia del aeropuerto al lado izquierdo del barrio y el río Guadalquivir al lado derecho lo que hace que el barrio sólo tenga una vía de acceso y otra de salida.
Panique señaló que hay un proyecto para hacer una doble vía, que brindaría una nueva vía de acceso a San Luis, sin embargo, aún ven muy lejano este proyecto.
Otros problemas
Pese a ser un barrio antiguo, a la fecha San Luis sólo tiene un 60 por ciento de sus calles con empedrado o asfalto. Panique señaló que aún hay una serie de problemas por resolver en el barrio donde hay algunas urbanizaciones que aún no tienen servicios básicos, otras no cuentan con planimetrías aprobadas lo que impide que los dueños de lotes y casa puedan tramitar su derecho propietario, hay aún un gran porcentaje de calles que no tienen nombre, “La urbanización Oller por ejemplo, no tiene luz, no tiene agua”, señaló.
Se perdió 12,5 millones
Hace más de diez años ya existían reclamos para que se emplace una planta de tratamiento de aguas residuales e incluso se perdieron los 12,5 millones de euros de la Cooperación Holandesa por la falta de un terreno para su emplazamiento. La administración de la Gobernación de Lino Condori, pese a que manejó más de 400 millones de dólares anuales en los últimos dos años no logró garantizar los 60 millones que requería el proyecto.
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La macroplanta se hace esperar, avanza mitigación
La solución definitiva para el barrio San Luis está en la construcción de una macroplanta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) que debe procesar las aguas servidas de los 90 barrios que desembocan en las lagunas de oxidación.
El presidente Evo Morales se comprometió a destinar 30 millones de dólares para la construcción de la PTAR, sin embargo, a la fecha existe incertidumbre en cuanto a la participación del Gobierno Central en este proyecto.
Lo que si se ha cumplido es la ejecución del estudio para la “Construcción Colectores y Planta de Tratamiento de Aguas Residuales”, que permitirá conocer el mejor lugar para emplazar la PTAR, así como el costo que demandará el proyecto. Al momento no se ha concluido este proyecto cuya segunda etapa debía ser concluida en agosto de este año.A la fecha, lo que si avanza en el proyecto de Mitigación de olores que lleva adelante la Gobernación del Departamento.
El jueves pasado el gobernador, Adrián Oliva, anunció el inició de la segunda etapa de ejecución de las obras complementarias del proyecto de control de olores en las lagunas de estabilización de San Luis.
“Espero que se deje de hablar de San Luis, para hablar de las lagunas de San Luis; que dejemos este como un mal recuerdo del pasado, porque juntos lo podamos haber resuelto”, expresó Oliva.
El proyecto se adjudicó a la empresa SYL Ingenieros, donde la Gobernación de Tarija invertirá un poco más de 31 millones de bolivianos. La obra permitirá controlar y disminuir la emanación de malos olores generados en las lagunas de estabilización, mediante el incremento del valor de la eficiencia del sistema de tratamiento de las aguas residuales, según información de la Gobernación.
Oliva destacó que paralelamente se está ejecutando la construcción de la planta de tratamiento en la zona de San Blas, la misma que una vez sea concluida en la siguiente gestión será la primera planta de aguas residuales de Tarija, gracias al esfuerzo conjunto de la Gobernación con el Municipio de Cercado.
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PROBLEMAS QUE IMPLICA EL VIVIR CON LAS LAGUNAS
Enfermedades
El convivir 3 décadas en una zona contaminada por residuos biológicos ha generado problemas de salud, según afirman los vecinos de la zona. La situación se agrava en verano, pues los mosquitos acompañan el olor nauseabundo que ocasiona dolores de cabeza, mareos, afecciones respiratorias y de la piel.
Postergación
Pese a ser un barrio antiguo, a la fecha San Luis sólo tiene un 60 por ciento de sus calles con empedrado o asfalto. Aún hay una serie de problemas por resolver en el barrio donde algunas urbanizaciones aún no tienen servicios básicos.
Inseguridad
A consecuencia de la devaluación de los inmuebles en la zona, existen muchos lotes baldíos que generan inseguridad, pues en horas de la noche, principalmente, estos espacios son utilizados por parroquianos y delincuentes, por lo que los robos, los asaltos y agresiones a los vecinos son constantes.