El incendio, los silencios y el MAS marcan la semana política
La semana política ha venido una vez más marcada por el incendio en la Chiquitanía, aunque con parámetros muy diferentes a la de la anterior semana precisamente por la decisión anunciada de Evo Morales de suspender la campaña “al menos por una semana”, que obligó al resto a hacer lo...



La semana política ha venido una vez más marcada por el incendio en la Chiquitanía, aunque con parámetros muy diferentes a la de la anterior semana precisamente por la decisión anunciada de Evo Morales de suspender la campaña “al menos por una semana”, que obligó al resto a hacer lo propio, y que ha servido para que el MAS recupere terreno.
En lo más crudo del incendio, el candidato de Comunidad Ciudadana recibió la mejor noticia desde que está oficialmente en campaña, pues la encuesta de Ipsos para RTP, una de las más confiables por la trayectoria de la consultora y el origen indisimulado de la televisora, lo situó a solo tres puntos de Evo Morales en primera vuelta 31 – 28, y le otorgó una holgada victoria de diez puntos en segunda vuelta.
Mesa no se veía en una de esas desde que anunció su candidatura el octubre pasado y la encuesta de Página Siete lo puso primero con 41 por ciento. Desde entonces no ha parado de caer y caer mientras era objeto de todo tipo de asedio por parte del resto de candidatos de oposición, que tienen clara la estrategia. Sin embargo, el compromiso de no hacer campaña diluyó el impacto.
Eso y que al día siguiente circuló una encuesta falsa de ATB, aunque algún medio como La Estrella le dio credibilidad, en la que Morales volvía a doblar a Mesa.
En una conferencia desde el Chapare hace una semana, Morales quitó todos los argumentos a la oposición sobre el incendio: abrió la puerta a la ayuda internacional, suspendió campaña, trazó prioridades; unos días después declaró además la pausa ecológica sobre los predios quemados. Al mismo tiempo, redobló sus apariciones en el incendio, incluso con las polémicas fotografías en overol azul que, más allá de críticas específicas, lograron el objetivo. El Supertanker y las lluvias hicieron el resto, los focos de calor han bajado a 200, y aunque nadie puede cantar victoria todavía y los fuegos pueden reactivarse en cualquier momento, pronto se pasará a otro escenario.
Cálculos en Tarija
Con los ojos centrados en la información nacional, la política en Tarija ha entrado en la fase económica de cada año. Primero porque los recursos se están reduciendo por las menores ventas a Argentina, segundo porque el 2020 es año electoral y nadie quiere asumir un recorte.
Los alcaldes apuran los débitos de 2018, con la Ley en la mano, pero con un sentido de la oportunidad poco corporativo. Los subgobernadores piden presupuesto para acabar todas sus obras y no cargar el costo político de no hacerlo, y la Gobernación alista el POA más raquítico de la última década.
Encerrado
Quecaña no ha explicado aún la fórmula del convenio, pero ha dado la orden de proceder a la Empresa Boliviana de Construcción, contratada en un proceso exprés
Todo esto afecta evidentemente a lo político y a la proyección de unos y otros. La canasta alimentaria, por ejemplo, amenaza con volverse como un boomerang contra el subgobernador Johnny Torres; el SUS sigue dependiendo en Tarija de la buena voluntad del Susat en gran medida; los proyectos concurrentes no avanzan pese a los débitos.
El municipio de Tarija también ha advertido de una caída de IDH del orden del 20%, lo que supondrá un ejercicio de reasignación de recursos sobre prioridades que pueden afectar a algunos de los proyectos “emblemáticos”, como el puente 4 de Julio, aunque con los nuevos equilibrios en el Concejo tampoco puede resultar complejo.
Más errático está el ejecutivo regional del Chaco, José Quecaña, que tras cinco años rogando por proyectos y financiación ante el bloqueo que genera la deuda heredada – similar a la de la Gobernación, pero llevada con sigilo -, ha tenido que hacer concesiones presupuestarias para, por ejemplo, iniciar la construcción de la doble vía en Yacuiba.
Quecaña no ha explicado aún la fórmula del convenio, pero ha dado la orden de proceder a la Empresa Boliviana de Construcción, contratada en un proceso exprés. Eso sí, cargar contra la prensa, sí lo sabe hacer.
En lo más crudo del incendio, el candidato de Comunidad Ciudadana recibió la mejor noticia desde que está oficialmente en campaña, pues la encuesta de Ipsos para RTP, una de las más confiables por la trayectoria de la consultora y el origen indisimulado de la televisora, lo situó a solo tres puntos de Evo Morales en primera vuelta 31 – 28, y le otorgó una holgada victoria de diez puntos en segunda vuelta.
Mesa no se veía en una de esas desde que anunció su candidatura el octubre pasado y la encuesta de Página Siete lo puso primero con 41 por ciento. Desde entonces no ha parado de caer y caer mientras era objeto de todo tipo de asedio por parte del resto de candidatos de oposición, que tienen clara la estrategia. Sin embargo, el compromiso de no hacer campaña diluyó el impacto.
Eso y que al día siguiente circuló una encuesta falsa de ATB, aunque algún medio como La Estrella le dio credibilidad, en la que Morales volvía a doblar a Mesa.
En una conferencia desde el Chapare hace una semana, Morales quitó todos los argumentos a la oposición sobre el incendio: abrió la puerta a la ayuda internacional, suspendió campaña, trazó prioridades; unos días después declaró además la pausa ecológica sobre los predios quemados. Al mismo tiempo, redobló sus apariciones en el incendio, incluso con las polémicas fotografías en overol azul que, más allá de críticas específicas, lograron el objetivo. El Supertanker y las lluvias hicieron el resto, los focos de calor han bajado a 200, y aunque nadie puede cantar victoria todavía y los fuegos pueden reactivarse en cualquier momento, pronto se pasará a otro escenario.
Cálculos en Tarija
Con los ojos centrados en la información nacional, la política en Tarija ha entrado en la fase económica de cada año. Primero porque los recursos se están reduciendo por las menores ventas a Argentina, segundo porque el 2020 es año electoral y nadie quiere asumir un recorte.
Los alcaldes apuran los débitos de 2018, con la Ley en la mano, pero con un sentido de la oportunidad poco corporativo. Los subgobernadores piden presupuesto para acabar todas sus obras y no cargar el costo político de no hacerlo, y la Gobernación alista el POA más raquítico de la última década.
Encerrado
Quecaña no ha explicado aún la fórmula del convenio, pero ha dado la orden de proceder a la Empresa Boliviana de Construcción, contratada en un proceso exprés
Todo esto afecta evidentemente a lo político y a la proyección de unos y otros. La canasta alimentaria, por ejemplo, amenaza con volverse como un boomerang contra el subgobernador Johnny Torres; el SUS sigue dependiendo en Tarija de la buena voluntad del Susat en gran medida; los proyectos concurrentes no avanzan pese a los débitos.
El municipio de Tarija también ha advertido de una caída de IDH del orden del 20%, lo que supondrá un ejercicio de reasignación de recursos sobre prioridades que pueden afectar a algunos de los proyectos “emblemáticos”, como el puente 4 de Julio, aunque con los nuevos equilibrios en el Concejo tampoco puede resultar complejo.
Más errático está el ejecutivo regional del Chaco, José Quecaña, que tras cinco años rogando por proyectos y financiación ante el bloqueo que genera la deuda heredada – similar a la de la Gobernación, pero llevada con sigilo -, ha tenido que hacer concesiones presupuestarias para, por ejemplo, iniciar la construcción de la doble vía en Yacuiba.
Quecaña no ha explicado aún la fórmula del convenio, pero ha dado la orden de proceder a la Empresa Boliviana de Construcción, contratada en un proceso exprés. Eso sí, cargar contra la prensa, sí lo sabe hacer.