Cultura y tradición, base de la apuesta económica para Tarija
El folclore, la gastronomía, el etnoturismo o las rutas de la fe del departamento de Tarija serán el soporte de la implementación del modelo de la economía naranja que propone la Gobernación, pero ¿realmente será suficiente para sostener al departamento y es favorable para todos los...



El folclore, la gastronomía, el etnoturismo o las rutas de la fe del departamento de Tarija serán el soporte de la implementación del modelo de la economía naranja que propone la Gobernación, pero ¿realmente será suficiente para sostener al departamento y es favorable para todos los sectores que se desenvuelven en el arte, la cultura y los emprendimientos?
El modelo de la economía naranja tiene una base: gastar recursos versus generar riqueza. Los antiguos modelos extractivistas de recursos renovables y no renovables de un determinado territorio - como la economía de la renta de hidrocarburos- generó un paradigma del gasto público y privado. Sin embargo, en países que han adoptado la economía naranja como Colombia, Perú y Chile se instauró un “nuevo chip” en la población: la generación de riqueza a partir del talento humano.
La gastronomía, el arte urbano, el folclore, el turismo, la educación y la tecnología forman parte de los soportes de la economía naranja. El secretario de Coordinación de la Gobernación, Waldemar Peralta, indicó que desde la innovación se generará un conjunto de patentes a partir del talento y de la creatividad humana.
Advierten de una “privatización” de la cultura
Sin embargo, no todas las opiniones respecto al nuevo modelo de economía son positivas. Desde Colombia hay varias críticas sobre el posicionamiento del discurso de Duque en base a la economía naranja. El escritor y comunicador de Bogotá, Duván Carvajal Restrepo, en una entrevista con El País explicó que el presidente Iván Duque pretende que la cultura y el arte sea parte de la economía como cualquier negocio y eso significa que el Estado ya no tiene injerencias, pero tampoco ninguna responsabilidad.
“Es decir, que el Estado ya no tendrá que aportar a la cultura y al arte. Es la venta de la cultura y el arte. Como si los artistas fuesen grandes empresarios y como si el arte tuviese una responsabilidad económica cuando no la tiene. El Estado tiene la obligatoriedad de entregar recursos porque un país sin patrimonio, un país sin cultura y un país sin arte no tiene identidad. Los recortes económicos en una reforma tributaria atraviesan al arte y la cultura. La economía naranja es una gran mentira.”, sostuvo.
En Bogotá, hubo una oleada de marchas de protesta efectuadas por artistas de varias ramas en contra de las políticas de Duque porque se cerraron apoyos al sector después de privatizar y patentar la cultura y el arte.
“El presidente de Colombia, Iván Duque, sostuvo la candidatura a partir de la implementación de la economía naranja y para nosotros es un ejemplo fundamental por lo cual es uno de los componentes de uno de los paradigmas del modelo departamental más las alianzas público privadas, más la explotación de productos de alto valor y más educación y capacitación”, explicó.
La Gobernación recurrirá al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para importar experiencias y avanzar en diferentes ámbitos como el turismo. Tarija desarrolló paquetes turísticos que aun no son suficientes para sustentar el departamento. De esta manera, se realizará una evaluación para determinar el costo y el valor de estos atractivos.
“¿Cuánto cuesta la fiesta de Comadres? ¿Cuándo cuesta la fiesta de San Roque? ¿Cuánto cuesta la poesía tarijeña, o los cantores tarijeños, o la innovación de los chapacos? Debemos ver como monetizamos eso y como empezamos a generar incentivos para que se avance, pero no desde esfuerzos artesanales sino con políticas que puedan generar una transformación”, dijo. Otro ejemplo que se remarca en la propuesta es la revolución gastronómica de Perú.
Para el BID, la economía naranja abarca a las industrias culturales y creativas, en disciplinas como la arquitectura, la artesanía, las artes audiovisuales, el diseño gráfico e industrial, la moda, la música, los servicios digitales y el software. Según los datos de su página en internet, en 2015 generó 124.000.000 de dólares y dio empleo a 1.900.000 de personas en América Latina y el Caribe.
Las innovaciones nacidas de las industrias culturales y creativas pueden mejorar la productividad de sectores tradicionales como el comercio minorista, la educación, el transporte o el turismo. Además, el desarrollo de estas industrias fomenta la formación de nuevos talentos necesarios para incrementar la competitividad de las economías de la región ante el avance de tecnologías como la robótica y la inteligencia artificial.
El modelo de la economía naranja tiene una base: gastar recursos versus generar riqueza. Los antiguos modelos extractivistas de recursos renovables y no renovables de un determinado territorio - como la economía de la renta de hidrocarburos- generó un paradigma del gasto público y privado. Sin embargo, en países que han adoptado la economía naranja como Colombia, Perú y Chile se instauró un “nuevo chip” en la población: la generación de riqueza a partir del talento humano.
La gastronomía, el arte urbano, el folclore, el turismo, la educación y la tecnología forman parte de los soportes de la economía naranja. El secretario de Coordinación de la Gobernación, Waldemar Peralta, indicó que desde la innovación se generará un conjunto de patentes a partir del talento y de la creatividad humana.
Advierten de una “privatización” de la cultura
Sin embargo, no todas las opiniones respecto al nuevo modelo de economía son positivas. Desde Colombia hay varias críticas sobre el posicionamiento del discurso de Duque en base a la economía naranja. El escritor y comunicador de Bogotá, Duván Carvajal Restrepo, en una entrevista con El País explicó que el presidente Iván Duque pretende que la cultura y el arte sea parte de la economía como cualquier negocio y eso significa que el Estado ya no tiene injerencias, pero tampoco ninguna responsabilidad.
“Es decir, que el Estado ya no tendrá que aportar a la cultura y al arte. Es la venta de la cultura y el arte. Como si los artistas fuesen grandes empresarios y como si el arte tuviese una responsabilidad económica cuando no la tiene. El Estado tiene la obligatoriedad de entregar recursos porque un país sin patrimonio, un país sin cultura y un país sin arte no tiene identidad. Los recortes económicos en una reforma tributaria atraviesan al arte y la cultura. La economía naranja es una gran mentira.”, sostuvo.
En Bogotá, hubo una oleada de marchas de protesta efectuadas por artistas de varias ramas en contra de las políticas de Duque porque se cerraron apoyos al sector después de privatizar y patentar la cultura y el arte.
“El presidente de Colombia, Iván Duque, sostuvo la candidatura a partir de la implementación de la economía naranja y para nosotros es un ejemplo fundamental por lo cual es uno de los componentes de uno de los paradigmas del modelo departamental más las alianzas público privadas, más la explotación de productos de alto valor y más educación y capacitación”, explicó.
La Gobernación recurrirá al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para importar experiencias y avanzar en diferentes ámbitos como el turismo. Tarija desarrolló paquetes turísticos que aun no son suficientes para sustentar el departamento. De esta manera, se realizará una evaluación para determinar el costo y el valor de estos atractivos.
“¿Cuánto cuesta la fiesta de Comadres? ¿Cuándo cuesta la fiesta de San Roque? ¿Cuánto cuesta la poesía tarijeña, o los cantores tarijeños, o la innovación de los chapacos? Debemos ver como monetizamos eso y como empezamos a generar incentivos para que se avance, pero no desde esfuerzos artesanales sino con políticas que puedan generar una transformación”, dijo. Otro ejemplo que se remarca en la propuesta es la revolución gastronómica de Perú.
Para el BID, la economía naranja abarca a las industrias culturales y creativas, en disciplinas como la arquitectura, la artesanía, las artes audiovisuales, el diseño gráfico e industrial, la moda, la música, los servicios digitales y el software. Según los datos de su página en internet, en 2015 generó 124.000.000 de dólares y dio empleo a 1.900.000 de personas en América Latina y el Caribe.
Las innovaciones nacidas de las industrias culturales y creativas pueden mejorar la productividad de sectores tradicionales como el comercio minorista, la educación, el transporte o el turismo. Además, el desarrollo de estas industrias fomenta la formación de nuevos talentos necesarios para incrementar la competitividad de las economías de la región ante el avance de tecnologías como la robótica y la inteligencia artificial.