Fiscal general asegura que caso Mariscal sigue abierto
El caso del periodista desaparecido Cristian Mariscal sigue en la nada, ya pasaron cinco años desde el último día que se lo vio por última vez. El fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, llegó a Tarija para decir que no se ha cerrado el proceso de investigación, lo mismo que sostuvo su...



El caso del periodista desaparecido Cristian Mariscal sigue en la nada, ya pasaron cinco años desde el último día que se lo vio por última vez. El fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, llegó a Tarija para decir que no se ha cerrado el proceso de investigación, lo mismo que sostuvo su antecesor Ramiro Guerrero y el fiscal departamental, Gilbert Muñoz, hasta que dejó ese cargo, hace más de un año.
Lanchipa sostuvo que el actual fiscal departamental, Aimoré Francisco Álvarez Barba, tiene que hacer una permanente evaluación de este caso y de otros. Sin embargo, no precisó avances nuevos que se tengan al respecto y no supo dar una respuesta clara ni precisar, solo se limitó a mencionar que pidieron un informe en general de toda la gestión.
Esta situación apunta a darle la razón a la familia y sus abogados quienes hace un año desafiaron al Ministerio Público a demostrar que el caso no está cerrado, en el sentido de que “revelen qué fiscal está asignado al caso, que digan con qué número de TAR está signado el caso, en qué juzgado cautelar se desarrolla el control jurisdiccional, que digan qué policía de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) está a asignado a la investigación, además que expliquen qué tipo de pericia o de investigación se realiza”. Para la familia, nada de eso existe.
El comandante departamental de la Policía Boliviana en Tarija, Freddy Gordi, días después que asumió el cargo (enero del 2018), declaro a radio Fides que iba coordinar con la Fiscalía para ver la manera de retomar el caso Mariscal. Luego de ello no se supo nada más de manera oficial y pública.
Lanchipa insistió en que ordenó un trabajo con rigurosidad, con la mayor transparencia, objetividad y responsabilidad que se merece hacer en la Fiscalía.
A la fecha sólo queda el mal sabor de la contaminación de pruebas y la activación de búsqueda internacional, que según la defensa, es sólo una distracción más porque no hubo ni los mínimos elementos para sostener que el periodista tarijeño haya salido al exterior.
La historia es de sobra conocida, se cuenta de adelante atrás y viceversa, se reconocen los puntos oscuros, los lugares donde faltan respuestas. El caso pasó a otra instancia cuando en el primer semestre del 2016 todos los imputados fueron sobreseídos.
Lo cierto es que ya pasaron más de cinco años, no hay Cristian, no hay investigadores ni pericias en curso, no hay imputados, no hay justicia. Y tampoco hay olvido.
Lanchipa sostuvo que el actual fiscal departamental, Aimoré Francisco Álvarez Barba, tiene que hacer una permanente evaluación de este caso y de otros. Sin embargo, no precisó avances nuevos que se tengan al respecto y no supo dar una respuesta clara ni precisar, solo se limitó a mencionar que pidieron un informe en general de toda la gestión.
Esta situación apunta a darle la razón a la familia y sus abogados quienes hace un año desafiaron al Ministerio Público a demostrar que el caso no está cerrado, en el sentido de que “revelen qué fiscal está asignado al caso, que digan con qué número de TAR está signado el caso, en qué juzgado cautelar se desarrolla el control jurisdiccional, que digan qué policía de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) está a asignado a la investigación, además que expliquen qué tipo de pericia o de investigación se realiza”. Para la familia, nada de eso existe.
El comandante departamental de la Policía Boliviana en Tarija, Freddy Gordi, días después que asumió el cargo (enero del 2018), declaro a radio Fides que iba coordinar con la Fiscalía para ver la manera de retomar el caso Mariscal. Luego de ello no se supo nada más de manera oficial y pública.
Lanchipa insistió en que ordenó un trabajo con rigurosidad, con la mayor transparencia, objetividad y responsabilidad que se merece hacer en la Fiscalía.
A la fecha sólo queda el mal sabor de la contaminación de pruebas y la activación de búsqueda internacional, que según la defensa, es sólo una distracción más porque no hubo ni los mínimos elementos para sostener que el periodista tarijeño haya salido al exterior.
La historia es de sobra conocida, se cuenta de adelante atrás y viceversa, se reconocen los puntos oscuros, los lugares donde faltan respuestas. El caso pasó a otra instancia cuando en el primer semestre del 2016 todos los imputados fueron sobreseídos.
Lo cierto es que ya pasaron más de cinco años, no hay Cristian, no hay investigadores ni pericias en curso, no hay imputados, no hay justicia. Y tampoco hay olvido.