Indígenas dicen que no se hizo nada para atender el Pilcomayo
Los pueblos indígenas que pertenecen a ocho comunidades asentadas en la ribera del río Pilcomayo señalaron que no se hizo nada desde el Gobierno Nacional y Departamental para frenar las consecuencias de la crecida en época de lluvia. Es la misma historia todos los años. Los pueblos...



Los pueblos indígenas que pertenecen a ocho comunidades asentadas en la ribera del río Pilcomayo señalaron que no se hizo nada desde el Gobierno Nacional y Departamental para frenar las consecuencias de la crecida en época de lluvia.
Es la misma historia todos los años. Los pueblos indígenas deben enfrentarse con el cause del Pilcomayo, perder sus pertenencias y pedir a las autoridades ayuda, que en la mayoría de los casos llega tarde.
El secretario de los Pueblos Indígenas de la Gobernación, Felipe Moza, advirtió que los recursos que maneja la Oficina Técnica Nacional de los Ríos Pilcomayo y Bermejo (OTN -PB) son mal utilizados. “Se han utilizado 10 millones de bolivianos para el río Guadalquivir, que no tiene nada que ver con el proyecto. El Gobierno está utilizando mal los recursos por un tema político”, dijo.
Moza informó que convocará a una reunión al director ejecutivo de la OTN-PB, Rubén Vaca, para abordar la preocupación que existe por parte de los pueblos indígenas que viven a la ribera de esta Cuenca. La gestión pasada, hubo una reunión con autoridades nacionales para trabajar varias temáticas sobre el Pilcomayo, como los desastres que causan sus crecidas y la contaminación por los desechos químicos por parte de las empresas mineras que son vertidas a sus aguas.
Sin embargo, Vaca desmintió estas declaraciones e indicó que la OTN-PB funciona únicamente con recursos del departamento, es decir con dos millones de bolivianos que no significan una ayuda considerable para la magnitud de los desastres. A su vez, la ayuda que se pidió al Gobierno nacional fue rechazada y solo mediante una nueva ley se destinará recursos para la problemática. “El Gobierno no nos da ni 50 centavos y para cambiar esto tendríamos que presentar una ley, lo que significa tiempo”.
Por otra parte, Moza expuso que no hay un presupuesto destinado para el río Pilcomayo, pero en la reunión que se tuvo con el gobernador, Adrián Oliva, se garantizó disponer recursos y establecer un programa para evitar las pérdidas en los tres primeros meses que forman parte de la época de lluvia. Una comisión departamental viajará a las comunidades que se extienden en el contorno del río en Villa Montes para verificar la situación que atraviesan las familias después de las alertas declaradas.
El pueblo Weenhayek se encuentra en el margen derecho y la anterior semana se anunció una crecida de 500 metros hacia las comunidades de D’Orbigny y Crevaux. “El año pasado tuvimos muchas reuniones para ver la creciente del río Pilcomayo. Hoy tenemos otra reunión con la Gobernación para inyectar recursos. La OTN, la institución principal para velar sobre este río, no se manifestó. No sabemos cuánto presupuesto tiene”, dijo.
Alerta roja y naranja pone en emergencia a Tarija
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) declaró alerta naranja y roja por una probable crecida de ríos por las lluvias que se registrarán en Tarija. La alerta naranja supone ascensos en la Cuenca Media y Baja del río Pilcomayo y en la Cuenca del río Bermejo, que afectarían a Talula, Viña Quemada, Puente Aruma, Villa Montes y Tumusla.
El aviso de alerta hidrológica fue emitido para el periodo del 10 al 13 de enero. En el río Bermejo, se espera ascensos próximos a los niveles de seguridad en áreas próximas a las poblaciones cercanas.
Cabe recordar que en gestiones pasadas las consecuencias en el bienestar de las familias fueron notorias. Los pobladores de las comunidades se enfermaron con neumonía, pulmonía, resfríos agudos y diarrea. El Gobierno Departamental delegó a personal técnico para que ayude a las familias afectadas y también se desplegó a los militares y demás instituciones encargadas de este tipo de emergencias; sin embargo, la prevención para estas situaciones no es aplicada. Porque las familias vuelven a estas zonas de desastres y al siguiente año se repite la situación.
El capitán grande del pueblo Weenhayek, Moisés Sapiranda, explicó que las autoridades dilataron los procedimientos y las acciones que se deben realizar en caso de emergencia.
El gobernador de Boquerón -departamento de Paraguay-, Darío Medina, declaró en el diario digital Ñandutí que se esperan más lluvias desde Bolivia y Argentina. “Esas lluvias por efecto del Niño podría traernos problemas y debemos estar preparados, el Pilcomayo es un río migrante y cuando viene lo hace con fuerza y tenemos que prepararnos”, dijo.
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Es la misma historia todos los años. Los pueblos indígenas deben enfrentarse con el cause del Pilcomayo, perder sus pertenencias y pedir a las autoridades ayuda, que en la mayoría de los casos llega tarde.
El secretario de los Pueblos Indígenas de la Gobernación, Felipe Moza, advirtió que los recursos que maneja la Oficina Técnica Nacional de los Ríos Pilcomayo y Bermejo (OTN -PB) son mal utilizados. “Se han utilizado 10 millones de bolivianos para el río Guadalquivir, que no tiene nada que ver con el proyecto. El Gobierno está utilizando mal los recursos por un tema político”, dijo.
Moza informó que convocará a una reunión al director ejecutivo de la OTN-PB, Rubén Vaca, para abordar la preocupación que existe por parte de los pueblos indígenas que viven a la ribera de esta Cuenca. La gestión pasada, hubo una reunión con autoridades nacionales para trabajar varias temáticas sobre el Pilcomayo, como los desastres que causan sus crecidas y la contaminación por los desechos químicos por parte de las empresas mineras que son vertidas a sus aguas.
Sin embargo, Vaca desmintió estas declaraciones e indicó que la OTN-PB funciona únicamente con recursos del departamento, es decir con dos millones de bolivianos que no significan una ayuda considerable para la magnitud de los desastres. A su vez, la ayuda que se pidió al Gobierno nacional fue rechazada y solo mediante una nueva ley se destinará recursos para la problemática. “El Gobierno no nos da ni 50 centavos y para cambiar esto tendríamos que presentar una ley, lo que significa tiempo”.
Por otra parte, Moza expuso que no hay un presupuesto destinado para el río Pilcomayo, pero en la reunión que se tuvo con el gobernador, Adrián Oliva, se garantizó disponer recursos y establecer un programa para evitar las pérdidas en los tres primeros meses que forman parte de la época de lluvia. Una comisión departamental viajará a las comunidades que se extienden en el contorno del río en Villa Montes para verificar la situación que atraviesan las familias después de las alertas declaradas.
El pueblo Weenhayek se encuentra en el margen derecho y la anterior semana se anunció una crecida de 500 metros hacia las comunidades de D’Orbigny y Crevaux. “El año pasado tuvimos muchas reuniones para ver la creciente del río Pilcomayo. Hoy tenemos otra reunión con la Gobernación para inyectar recursos. La OTN, la institución principal para velar sobre este río, no se manifestó. No sabemos cuánto presupuesto tiene”, dijo.
Alerta roja y naranja pone en emergencia a Tarija
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) declaró alerta naranja y roja por una probable crecida de ríos por las lluvias que se registrarán en Tarija. La alerta naranja supone ascensos en la Cuenca Media y Baja del río Pilcomayo y en la Cuenca del río Bermejo, que afectarían a Talula, Viña Quemada, Puente Aruma, Villa Montes y Tumusla.
El aviso de alerta hidrológica fue emitido para el periodo del 10 al 13 de enero. En el río Bermejo, se espera ascensos próximos a los niveles de seguridad en áreas próximas a las poblaciones cercanas.
Cabe recordar que en gestiones pasadas las consecuencias en el bienestar de las familias fueron notorias. Los pobladores de las comunidades se enfermaron con neumonía, pulmonía, resfríos agudos y diarrea. El Gobierno Departamental delegó a personal técnico para que ayude a las familias afectadas y también se desplegó a los militares y demás instituciones encargadas de este tipo de emergencias; sin embargo, la prevención para estas situaciones no es aplicada. Porque las familias vuelven a estas zonas de desastres y al siguiente año se repite la situación.
El capitán grande del pueblo Weenhayek, Moisés Sapiranda, explicó que las autoridades dilataron los procedimientos y las acciones que se deben realizar en caso de emergencia.
El gobernador de Boquerón -departamento de Paraguay-, Darío Medina, declaró en el diario digital Ñandutí que se esperan más lluvias desde Bolivia y Argentina. “Esas lluvias por efecto del Niño podría traernos problemas y debemos estar preparados, el Pilcomayo es un río migrante y cuando viene lo hace con fuerza y tenemos que prepararnos”, dijo.
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