Tarija, la semilla certificada se usa en 30% de los cultivos
Del total de los cultivos agrícolas en Tarija, solo en el 30 por ciento se usa semilla certificada para la producción, así lo muestran los datos del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf). Alrededor de un 40 por ciento menos de lo que se da en el ámbito nacional....
Del total de los cultivos agrícolas en Tarija, solo en el 30 por ciento se usa semilla certificada para la producción, así lo muestran los datos del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf). Alrededor de un 40 por ciento menos de lo que se da en el ámbito nacional. Sin embargo, hay un aumento respecto a otros años.
Según esa institución, en el año 2009 y 2010 la producción con semilla certificada apenas alcanzaba el 15 por ciento. Para el año 2013, el Censo Agrícola del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra que se subió a un 24,6 por ciento. En la actualidad se llega al 30 por ciento.
La producción con ese tipo de semilla en Bolivia es del 52 por ciento, por debajo de Brasil que llega a un 67 por ciento y Argentina con 60.
El director regional del Iniaf en Tarija, Luis Acosta, sostiene que está demostrado científicamente que sembrar con semilla certificada significa garantizar un 30 por ciento de producción. Además, implica que está libre de plagas y enfermedades, al margen de multiplicar la producción.
“Una semilla certificada quiere decir que pasó por un proceso de verificación, primero en campo y luego en laboratorio, donde se hace un análisis -comentó el funcionario- no usarla en el cultivo, expone a una contaminación de los suelos, si eso sucede se tendrá un menor rendimiento”.
Es así que para este año la meta es llegar a las 2.600 toneladas de semilla certificada, a la fecha el objetivo está alcanzado en un 95 por ciento. Hace nueve años, la producción alcanzaba solo a 1.050.
Se calcula que solo la producción de semilla mueve alrededor de 18 millones de bolivianos en Tarija. El Iniaf trabaja con asociaciones de productores, principalmente de papa, trigo, arveja y maíz.
El ejecutivo de la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija, Osvaldo Fernández, sostuvo que como sector pedirán al Iniaf que también puedan certificar la semilla de haba, la cual se produce en la zona alta del departamento.
Por otro lado, manifestó que producir con semilla certificada trae sus beneficios, puso como ejemplo que de una arroba de arveja que cuesta 300 bolivianos, rinde entre 60 y 80 quintales. A diferencia de la común, que no llegan ni a 20 quintales, en otros casos ni siquiera nace.
“Hay algunos compañeros que tienen un poco más de recursos, entonces prefieren hacerlo con ese tipo de semilla, otros también no pueden comprarla, así que lo hacen con la normal -comentó el dirigente- pero lo que sí sabemos es que una buena semilla tiene su recompensa, aumenta el rendimiento”.
Acosta explicó que el porcentaje bajo de parcelas de producción con semilla certificada (30 por ciento) en Tarija, se debe principalmente a una socialización con el sector del agro, en cuanto a los beneficios que tiene su uso.
El funcionario sostuvo que si bien la semilla certificada es un poco más cara, el productor recuperará hasta cinco o seis veces más, por lo que el costo económico pasa a un segundo plano.
En los últimos cinco años, el Iniaf liberó ocho nuevas variedades de semillas para un mayor rendimiento en la producción del departamento de Tarija. Se trata de trigo “Iniaf Yesera”, que triplica el rendimiento promedio; mientras en el caso del maíz se tiene cuatro híbridos que son el INIAF 1, INIAF 2, INIAF choclero amarillo y el blanco.
Además está la variedad de papa que se llama Marcela, que rinde más de 30 toneladas por hectárea de producción. En hortalizas desarrollaron la denominada globosa, que aumenta el rendimiento y se disminuye el ácido en el producto. En el caso de la zanahoria altiplano, se logró reducir la medula para aumentar el rendimiento.
LOS BENEFICIOS DE LA
SEMILLA CERTIFICADA
Luis Acosta
Una semilla certificada quiere decir que pasó por un proceso de verificación, primero en campo y luego en laboratorio, donde se hace un análisis. No usarla en el cultivo, expone a una contaminación de los suelos, si eso sucede, se tendrá un menor rendimiento en la producción.
Osvaldo Fernández
Hay algunos compañeros que tienen un poco más de recursos, entonces prefieren hacerlo con ese tipo de semilla, otros también no pueden comprarla, así que lo hacen con la normal. Pero lo que sí sabemos es que una buena semilla tiene su recompensa, aumenta el rendimiento.
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Según esa institución, en el año 2009 y 2010 la producción con semilla certificada apenas alcanzaba el 15 por ciento. Para el año 2013, el Censo Agrícola del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra que se subió a un 24,6 por ciento. En la actualidad se llega al 30 por ciento.
La producción con ese tipo de semilla en Bolivia es del 52 por ciento, por debajo de Brasil que llega a un 67 por ciento y Argentina con 60.
El director regional del Iniaf en Tarija, Luis Acosta, sostiene que está demostrado científicamente que sembrar con semilla certificada significa garantizar un 30 por ciento de producción. Además, implica que está libre de plagas y enfermedades, al margen de multiplicar la producción.
“Una semilla certificada quiere decir que pasó por un proceso de verificación, primero en campo y luego en laboratorio, donde se hace un análisis -comentó el funcionario- no usarla en el cultivo, expone a una contaminación de los suelos, si eso sucede se tendrá un menor rendimiento”.
Es así que para este año la meta es llegar a las 2.600 toneladas de semilla certificada, a la fecha el objetivo está alcanzado en un 95 por ciento. Hace nueve años, la producción alcanzaba solo a 1.050.
Se calcula que solo la producción de semilla mueve alrededor de 18 millones de bolivianos en Tarija. El Iniaf trabaja con asociaciones de productores, principalmente de papa, trigo, arveja y maíz.
El ejecutivo de la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija, Osvaldo Fernández, sostuvo que como sector pedirán al Iniaf que también puedan certificar la semilla de haba, la cual se produce en la zona alta del departamento.
Por otro lado, manifestó que producir con semilla certificada trae sus beneficios, puso como ejemplo que de una arroba de arveja que cuesta 300 bolivianos, rinde entre 60 y 80 quintales. A diferencia de la común, que no llegan ni a 20 quintales, en otros casos ni siquiera nace.
“Hay algunos compañeros que tienen un poco más de recursos, entonces prefieren hacerlo con ese tipo de semilla, otros también no pueden comprarla, así que lo hacen con la normal -comentó el dirigente- pero lo que sí sabemos es que una buena semilla tiene su recompensa, aumenta el rendimiento”.
Acosta explicó que el porcentaje bajo de parcelas de producción con semilla certificada (30 por ciento) en Tarija, se debe principalmente a una socialización con el sector del agro, en cuanto a los beneficios que tiene su uso.
El funcionario sostuvo que si bien la semilla certificada es un poco más cara, el productor recuperará hasta cinco o seis veces más, por lo que el costo económico pasa a un segundo plano.
En los últimos cinco años, el Iniaf liberó ocho nuevas variedades de semillas para un mayor rendimiento en la producción del departamento de Tarija. Se trata de trigo “Iniaf Yesera”, que triplica el rendimiento promedio; mientras en el caso del maíz se tiene cuatro híbridos que son el INIAF 1, INIAF 2, INIAF choclero amarillo y el blanco.
Además está la variedad de papa que se llama Marcela, que rinde más de 30 toneladas por hectárea de producción. En hortalizas desarrollaron la denominada globosa, que aumenta el rendimiento y se disminuye el ácido en el producto. En el caso de la zanahoria altiplano, se logró reducir la medula para aumentar el rendimiento.
LOS BENEFICIOS DE LA
SEMILLA CERTIFICADA
Luis Acosta
Una semilla certificada quiere decir que pasó por un proceso de verificación, primero en campo y luego en laboratorio, donde se hace un análisis. No usarla en el cultivo, expone a una contaminación de los suelos, si eso sucede, se tendrá un menor rendimiento en la producción.
Osvaldo Fernández
Hay algunos compañeros que tienen un poco más de recursos, entonces prefieren hacerlo con ese tipo de semilla, otros también no pueden comprarla, así que lo hacen con la normal. Pero lo que sí sabemos es que una buena semilla tiene su recompensa, aumenta el rendimiento.
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