El 55% de semilla certificada de Tarija se vende en Santa Cruz
El director regional del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf), Luis Acosta, informó que el 55 por ciento de la producción de semilla certificada del departamento se comercializa en Santa Cruz y el otro 45 por ciento es utilizado por los productores...



El director regional del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf), Luis Acosta, informó que el 55 por ciento de la producción de semilla certificada del departamento se comercializa en Santa Cruz y el otro 45 por ciento es utilizado por los productores locales.
Arveja, papa, haba y maíz son las semillas más requeridas por los productores locales. Son 3.200 toneladas de semillas que se producen por año lo que significa un creciendo potencial que deriva en la garantía de cosechas exponenciales. Con la semilla certificada se evita el traslado de enfermedades a los suelos y su contaminación. Además del 25 al 30 por ciento de la producción se incrementa tras el uso de la semilla certifica.
Por otro lado, informó que esa institución trabaja constantemente en la certificación de semillas y plantines en el marco de la Agenda del Bicentenario 2025. “Estamos trabajando en lo que es el pilar cuatro de la agenda Patriótica 2020-2025, de soberanía científica y alimentaria, en ese sentido estamos trabajando con el tema de certificaciones de semillas y producción asexual en lo que son los plantines”, explicó.
Precisó que se trabaja en las certificaciones de semillas y plantines en el municipio de Bermejo, Cercado, en Paicho, Tomayapo y Entre Ríos, zonas donde se producen cítricos, vid, durazno, nuez y maíz, proceso en el que se capacita al menos a 750 productores. “Del año pasado hasta ahora se certificó unos 450 mil plantines en vid, cítricos y frutas de carozo y pepita. Esto equivale a un movimiento económico en Tarija de 4,5 millones de bolivianos, que es bastante interesante”, puntualizó.
Acosta remarcó sobre la importancia de los procesos de certificación que, dijo, permite lograr semillas y plantines garantizando la calidad fisiológica y fitosanitaria del producto. “También con el uso de la semilla certificada estamos garantizando un incremento en el rendimiento de alrededor del 25 al 30 por ciento en la producción, además de la eliminación de las plagas”, manifestó.
Por otro lado, señaló que en la actualidad se trabaja en la recolección de germoplasma de maíz nativo para realizar un mejoramiento genético y lograr semilla certificada de las diferentes variedades. “El Iniaf de Tarija está en condiciones de capacitar, no solo a los productores locales, sino también de otros departamentos, para transmitir experiencia en la producción local de nogal y de uva”.
Arveja, papa, haba y maíz son las semillas más requeridas por los productores locales. Son 3.200 toneladas de semillas que se producen por año lo que significa un creciendo potencial que deriva en la garantía de cosechas exponenciales. Con la semilla certificada se evita el traslado de enfermedades a los suelos y su contaminación. Además del 25 al 30 por ciento de la producción se incrementa tras el uso de la semilla certifica.
Por otro lado, informó que esa institución trabaja constantemente en la certificación de semillas y plantines en el marco de la Agenda del Bicentenario 2025. “Estamos trabajando en lo que es el pilar cuatro de la agenda Patriótica 2020-2025, de soberanía científica y alimentaria, en ese sentido estamos trabajando con el tema de certificaciones de semillas y producción asexual en lo que son los plantines”, explicó.
Precisó que se trabaja en las certificaciones de semillas y plantines en el municipio de Bermejo, Cercado, en Paicho, Tomayapo y Entre Ríos, zonas donde se producen cítricos, vid, durazno, nuez y maíz, proceso en el que se capacita al menos a 750 productores. “Del año pasado hasta ahora se certificó unos 450 mil plantines en vid, cítricos y frutas de carozo y pepita. Esto equivale a un movimiento económico en Tarija de 4,5 millones de bolivianos, que es bastante interesante”, puntualizó.
Acosta remarcó sobre la importancia de los procesos de certificación que, dijo, permite lograr semillas y plantines garantizando la calidad fisiológica y fitosanitaria del producto. “También con el uso de la semilla certificada estamos garantizando un incremento en el rendimiento de alrededor del 25 al 30 por ciento en la producción, además de la eliminación de las plagas”, manifestó.
Por otro lado, señaló que en la actualidad se trabaja en la recolección de germoplasma de maíz nativo para realizar un mejoramiento genético y lograr semilla certificada de las diferentes variedades. “El Iniaf de Tarija está en condiciones de capacitar, no solo a los productores locales, sino también de otros departamentos, para transmitir experiencia en la producción local de nogal y de uva”.