El legado de “Sapito” Mealla, un chapaco de pura cepa
En repetidas entrevistas Ernesto Mealla recuerda siempre a sus hermanos, Vicente y Cecilio Mealla, integrantes del grupo Los Sapos Cantores. La agrupación musical se formó en el año 1982. El sapo Mealla, como se lo conoce, lleva 53 años haciendo música y representando a Tarija. Esto le...



En repetidas entrevistas Ernesto Mealla recuerda siempre a sus hermanos, Vicente y Cecilio Mealla, integrantes del grupo Los Sapos Cantores. La agrupación musical se formó en el año 1982.
El sapo Mealla, como se lo conoce, lleva 53 años haciendo música y representando a Tarija. Esto le valió la admiración de Bolivia y el cariño de su tierra. Por lo mismo este año, en el marco del Festival del Canto y la Aloja que inició ayer, se rinde un homenaje al músico, intérprete y compositor.
La biografía de “Sapito” Mealla no es secreta en Tarija, cuentan que desde muy pequeño poseía los atributos necesarios para ser un buen carpintero y un ejemplar cantautor. Comenzó con una guitarra y un bombo, ensayó sus primeros temas musicales y en poco tiempo se convirtió en uno de los principales músicos de Tarija. La familia de Ernesto Mealla Hoyos es de origen humilde, siempre estuvo dedicada a la música y a realzar las costumbres tarijeñas.
Sus padres, Catalina Hoyos y Lauro Mealla, le dieron una niñez llena de cariño, sin embargo a los cuatro años de Ernesto llegó la desgracia, pues su padre falleció y su madre se vio en la necesidad de trabajar. La tarea no era nada sencilla Catalina debía sacar adelante a siete hijos. Ernesto cuenta que su niñez desde ese momento se volvió gris. “Mi niñez fue muy triste, porque a corta edad perdí a mi padre. En ese entonces ya mis hermanos eran jóvenes, tuvimos que sortearnos nuestras vidas para salir adelante. No fue fácil, porque era chico y no podía hacer mucho para ayudar, esto no se le deseo a nadie”, comentó. Desde ese momento Ernesto soñó con crecer rápido, ser mayor de edad, ayudar a su madre y cumplir sus metas.
Los primeros pasos en el canto los inició en el kínder y la escuela José Manuel Ávila, ubicada en el barrio Avaroa, luego ingresó al colegio Aniceto Arce. Pero sus responsabilidades eran muchas y sus necesidades aún más, por lo que no pudo concluir sus estudios secundarios. “No pude salir bachiller, porque aquellos años era difícil y sólo hice hasta primero de secundaria. Cuando estudiaba me dedicaba a trabajar, mi profesión era carpintero, oficio que desempeñé por muchos años. Es más, la carpintería era mi pasión”, relata mientras recuerda a sus maestros de este oficio, Carlos López, Nicolás Rosas y Hugo Sánchez.
Más aún, algunos recuerdos de sus inicios lo transportan al barrio Avaroa, a la escuelita José Manual Ávila, donde a sus seis años interpretó su primera canción en una hora cívica. La canción se llamaba El Gatito, “He tenido mi gatito, la, la, la… pobrecito mi gatito la, la, la”. Ése fue el inicio del gran músico tarijeño que luego ganaría muchísimos premios. “Tenía seis años y era mi primera canción. La canté junto a mi sobrino Antonio Mealla, nos regalaron un busito a mí, y a mi sobrino una pelota de goma. Eso nos venía de maravilla y ese busito que me dieron pues era como si fuese un traje. Lo cuidé bastante”, dice.
Primeros pasos
El grupo musical 23 de Marzo, forma parte de sus inicios. Luego conformó Los Trovadores Chapacos. Recuerda que estaban bajo la dirección del profesor Pastor Achá Martínez. Con esta iniciativa musical comenzó su vida como artista y con ella las giras. Así visitó Tupiza, Villazón, La Quiaca-Argentina y otros lugares del país vecino como, Mina Aguilar, Mina Pirquita, Tres Cruces y San Salvador de Jujuy. “Recuerdo que era lo más bello que nos había pasado, sobre todo cuando un 22 de noviembre nos agarró el teatro Mitre, que estaba colmado y colmado de personas, pues nosotros nos sentimos orgullos de estar ahí ante un público que nunca se había visto”, rememora. Las presentaciones hicieron emocionar y bailar a todos. De esa manera las puertas se abrían. Sus canciones eran un éxito y el público quedaba maravillado con los instrumentos chapacos. Entre las canciones más importantes de Los Trovadores Chapacos están: la Ollita de la condenada, Cueca del contra punto, A la loma me iré, Chapaco Alzao, Tonadas de Cecilio, Aguaragüe; Bajando Castellón; La Cula de 15 años; Adiós en diciembre, entre muchas otras.
Cuando Ernesto decidió volver a su país, tuvieron una nueva gira en Cochabamba y La Paz, donde casualmente se encontró con sus hermanos que eran solistas, Vicente y Cecilio Mealla. Ahí aprovecharon la oportunidad para gravar varios sencillos que con el tiempo se convirtieron en el éxito local y nacional, por sus coplas, cuecas, tonadas y bailecitos.
Para 1982, Ernesto Mealla decidió unirse a sus hermanos y conformar el afamado grupo “Los sapos cantores”. El solista Luego de un gran repertorio musical y trayectoria, Ernesto Mealla incursiona en el ámbito de solista, corría el año 1988 y su inspiración estaba a flor de piel. Así compuso canciones como Elizabeth y Kuna Kunita. El año 1990 consolidó su primera grabación lanzando un álbum titulado “Sapos Inolvidables de Tarija”.
El año 2005 grabó el sencillo “El Picaflor”, el 2008 editó la “Rompe Rompe”, tema musical que dio vida a muchos carnavales. Pero sus exitosas canciones no terminaban ahí, pues en el año 2009 sacó sus primer video musical sobre el El Picaflor y en el año 2010 grabó su último álbum titulado “La Picardía y Esencia de Tarija”, con el éxito La Cacayosa. “Desde que empecé como solista pareciera que la suerte me acompañaba pues muchas de las canciones que saqué, sin duda que fueron un éxito y golpee bastante fuerte con las grabaciones del 2005 como Nací Picaflor”, expresa Ernesto.
El homenaje Ernesto “Sapito” Mealla es uno de los cantautores más queridos en el pago, en su gran sencillez dijo que se siente honrado por el homenaje que ahora le hacen y agregó que a quienes más deberían reconocerse son a sus hermanos Cecilio y Vicente. “Ellos fueron los que dejaron huella en la música de nuestra Tarija, yo simplemente he aprendido a ver cómo puedo llegar a mi gente, y eso me ha hecho merecedor de esto. De todos modos, mil gracias a la organización, al padre (Garvin Grech) y a todos quienes eligieron a mi persona, porque no sólo yo me siento honrado sino por mi familia y por ser sanroqueño. Espero que sea una linda experiencia para los participantes y nosotros sabemos que en Tarija hay muchos artistas natos, esperamos que se acerquen a buscar la convocatoria y participen”, dijo visiblemente emocionado. “No quiero que el canto me deje, pero si yo quiero dejarlo al canto cuando mis fuerzas me digan hasta ahí nomás”, es una frase de Ernesto, el “Sapito” Mealla. El festival del Canto y la Aloja termina hoy con la premiación de los ganadores.
La consolidación del artista chapaco
Inicios El grupo musical 23 de Marzo forma parte de sus inicios. Luego conformó Los Trovadores Chapacos con el que logró gran éxito. Los Sapos Cantores de Tarija Cuando Ernesto Mealla decide unirse a sus hermanos los ya famosos Cecilio y Vicente, nace el grupo los Sapos Cantores de Tarija. Solista Como solista crea muchas canciones que logran ser un éxito a nivel nacional y departamental. Entre los temas musicales están “El Picaflor” y la “Rompe, Rompe”. [gallery ids="55568,55569,55570,55571,55572"]