Instrumentos estacionales marcan el calendario musical tarijeño
El calendario chapaco comprende un calendario instrumental, un ciclo de tres épocas grandes consecutivas del erque, violín y caña y que están íntimamente relacionados con las festividades religiosas y populares de la región y a su vez tienen una relación estrecha con las temporadas...



El calendario chapaco comprende un calendario instrumental, un ciclo de tres épocas grandes consecutivas del erque, violín y caña y que están íntimamente relacionados con las festividades religiosas y populares de la región y a su vez tienen una relación estrecha con las temporadas lluviosa o seca, por lo que le dan una particularidad a cada una de esas celebraciones, según el antropólogo y estudioso de las costumbres tarijeñas, Daniel Vacaflores.
La época del erque comienza con la fiesta de la Virgen del Rosario, en noviembre, y termina con el entierro del Diablo, en Carnaval. La temporada del violín comienza inmediatamente después, ya en Cuaresma y se extiende a todo lo largo de la época de Pascua hasta la fiesta de la Cruz, en el mes de mayo, para continuar la época de caña que se extiende hasta la fiesta de la Virgen del Rosario.
Dentro de estas épocas grandes, cada instrumento tiene su clímax ritual cerca al final de cada época, para el erque es el Carnaval, para el violín la Pascua y para la caña la fiesta de San Roque. Estos ciclos se articulan con la época de lluvia y la temporada seca.
Para el costumbrista Luis Paulino Figueroa Guerrero, el erque y la camacheña, ambos acompañados de la caja y la quenilla, se ejecutan en las adoraciones y “arrurros” navideños desde finales de noviembre, el primer domingo de adviento en el calendario religioso de la Iglesia Católica y son característicos de la época de lluvia.
Al violín se puede considerarlo un instrumento de transición entre la época lluviosa y la seca ya que se lo interpreta a finales de la temporada húmeda que coincide con los carnavales y que a veces se extiende hasta marzo.
A finales de abril y principios de mayo las lluvias están ausentes y es la época que tiene vigencia la caña, el instrumento más largo del mundo. En agosto, que es temporada seca también entra en vigencia la quenilla en la festividad de San Lorenzo acompañando a los promesantes chunchos para luego extenderse en las festividades de Chaguaya, San Roque y otras festividades en labor paralela a la caña.
Al callarse la caña y la quenilla en las festividades de Guadalupe en Entre Ríos y Rosario en Tolomosa, se da paso a la camacheña acompañada de la caja, por lo que Figueroa toma a la primera como un instrumento de transición y de época de lluvia.
Además, En todo el departamento de Tarija ninguna reunión se puede concebir sin el acompañamiento de la guitarra, el violín y el bombo que aunque son de origen europeo están profundamente enraizados en las costumbres de nuestros pueblos y con ellos se acompañan las cuecas, bailecitos cacharpayas pasacalles y las coplas.
El erque
Es el más característico instrumento tarijeño hecho de cuerno de res y, a diferencia del pututu andino que es monocorde, tienen una embocadura hecha de caña hueca y se le pueden arrancar hasta cinco tonos diferentes, lo que no provoca aburrimiento a quienes la escuchan y es en la fiesta del carnaval la máxima expresión de su interpretación.
La interpretación de este instrumento siempre es acompañada por la caja, que marca el compás. El intérprete toca con una mano el erque y con la otra la caja.
El violín
Es el principal instrumento dela rueda chapaca, de los zapateos, contrapuntos y tonadas. Su ritmo es vivo aunque su música un tanto repetitiva y monótona, al ejecutarse la rueda emite matices diferentes cuando se da el cambio de figura o el sentido del aro, sin perder el ritmo del zapateo, menos el de la melodía con un ritmo de cuatro por cuatro y de dos por cuatro.
La caña
Es un instrumento de aire hecho de cañahueca que en la festividad de San Roque alcanza su máxima expresión y en el que los cañeros expresan su fe en un espectáculo musical coreográfico caracterizado por su esplendor y originalidad.
La caña es un instrumento largo, existen ejemplares desde 2 a 5 metros, se la interpreta dirigiendo su bocina –hecha de cuero- hacia el cielo y en la parte inferior tiene una boquilla a un costado por donde se le insufla aire y produce un sonido grave y zumbón.
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La época del erque comienza con la fiesta de la Virgen del Rosario, en noviembre, y termina con el entierro del Diablo, en Carnaval. La temporada del violín comienza inmediatamente después, ya en Cuaresma y se extiende a todo lo largo de la época de Pascua hasta la fiesta de la Cruz, en el mes de mayo, para continuar la época de caña que se extiende hasta la fiesta de la Virgen del Rosario.
Dentro de estas épocas grandes, cada instrumento tiene su clímax ritual cerca al final de cada época, para el erque es el Carnaval, para el violín la Pascua y para la caña la fiesta de San Roque. Estos ciclos se articulan con la época de lluvia y la temporada seca.
Para el costumbrista Luis Paulino Figueroa Guerrero, el erque y la camacheña, ambos acompañados de la caja y la quenilla, se ejecutan en las adoraciones y “arrurros” navideños desde finales de noviembre, el primer domingo de adviento en el calendario religioso de la Iglesia Católica y son característicos de la época de lluvia.
Al violín se puede considerarlo un instrumento de transición entre la época lluviosa y la seca ya que se lo interpreta a finales de la temporada húmeda que coincide con los carnavales y que a veces se extiende hasta marzo.
A finales de abril y principios de mayo las lluvias están ausentes y es la época que tiene vigencia la caña, el instrumento más largo del mundo. En agosto, que es temporada seca también entra en vigencia la quenilla en la festividad de San Lorenzo acompañando a los promesantes chunchos para luego extenderse en las festividades de Chaguaya, San Roque y otras festividades en labor paralela a la caña.
Al callarse la caña y la quenilla en las festividades de Guadalupe en Entre Ríos y Rosario en Tolomosa, se da paso a la camacheña acompañada de la caja, por lo que Figueroa toma a la primera como un instrumento de transición y de época de lluvia.
Además, En todo el departamento de Tarija ninguna reunión se puede concebir sin el acompañamiento de la guitarra, el violín y el bombo que aunque son de origen europeo están profundamente enraizados en las costumbres de nuestros pueblos y con ellos se acompañan las cuecas, bailecitos cacharpayas pasacalles y las coplas.
El erque
Es el más característico instrumento tarijeño hecho de cuerno de res y, a diferencia del pututu andino que es monocorde, tienen una embocadura hecha de caña hueca y se le pueden arrancar hasta cinco tonos diferentes, lo que no provoca aburrimiento a quienes la escuchan y es en la fiesta del carnaval la máxima expresión de su interpretación.
La interpretación de este instrumento siempre es acompañada por la caja, que marca el compás. El intérprete toca con una mano el erque y con la otra la caja.
El violín
Es el principal instrumento dela rueda chapaca, de los zapateos, contrapuntos y tonadas. Su ritmo es vivo aunque su música un tanto repetitiva y monótona, al ejecutarse la rueda emite matices diferentes cuando se da el cambio de figura o el sentido del aro, sin perder el ritmo del zapateo, menos el de la melodía con un ritmo de cuatro por cuatro y de dos por cuatro.
La caña
Es un instrumento de aire hecho de cañahueca que en la festividad de San Roque alcanza su máxima expresión y en el que los cañeros expresan su fe en un espectáculo musical coreográfico caracterizado por su esplendor y originalidad.
La caña es un instrumento largo, existen ejemplares desde 2 a 5 metros, se la interpreta dirigiendo su bocina –hecha de cuero- hacia el cielo y en la parte inferior tiene una boquilla a un costado por donde se le insufla aire y produce un sonido grave y zumbón.
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