Estudiantes de Tariquía pasan clases entre heces de murciélago
La Unidad Educativa de Puesto Rueda, comunidad que se encuentra dentro de la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía, se encuentra plagada de murciélagos, por esta razón las profesoras y los estudiantes deben pasar clases y cocinar sus alimentos rodeados de los desechos de esos animales,...
La Unidad Educativa de Puesto Rueda, comunidad que se encuentra dentro de la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía, se encuentra plagada de murciélagos, por esta razón las profesoras y los estudiantes deben pasar clases y cocinar sus alimentos rodeados de los desechos de esos animales, exponiéndose a enfermedades e infecciones.
La profesora de primaria de este centro educativo, Dina Colque Espinosa, manifestó que alrededor de 20 estudiantes, entre niñas y niños, pasan clases en dos instalaciones ubicadas en la comunidad de Puesto Rueda, pero la estructura se encuentra en malas condiciones. Además de que los murciélagos invadieron las aulas y excretan sobre las mesas y bancas que tiene en el lugar.
Explicó que el acceso a la Unidad Educativa es complicado y los comunarios tienen dificultades por las distancias. Por eso los niños y niñas llegan por la mañana, toman el desayuno que reciben como apoyo de las autoridades y regresan a sus casas después del almuerzo.
Esto implica que cada estudiante lleva consigo un aporte de alimentos para el almuerzo, que guardan en la misma aula en donde se realizan las clases. Pero el excremento de murciélago se encuentra esparcido por toda la infraestructura y los alimentos son manipulados en el mismo espacio.
Por esta razón la profesora expresó con suma preocupación que los estudiantes corren peligro de enfermarse y que acudieron numerosamente a las autoridades municipales, pero hasta la fecha no les dan respuesta ni soluciones.
“Están pasando clases sobre el excremento. Los baños esta en pésimas condiciones y no tenemos agua potable, ni alcantarillado. Los niños tienen que tomar agua de la quebrada e incluso a veces no tenemos agua ni para cocinar”, expuso Colque.
Por otro lado, las clases son multigrado, es decir que los estudiantes tienen diferentes edades y están en diversos cursos, pero pasan clases juntos. En esta Unidad Educativa se cursa hasta sexto de primaria y los niños y niñas deben dirigirse hasta otra comunidad para cursar los niveles siguientes, caminando durante 45 minutos de ida y de vuelta, atravesando la humedad de los caminos y el barro por las constantes lluvias.
La diferencia entre estos estudiantes y los de la ciudad es abismal. Colque pidió que se integre un servicio de transporte, como un minibús que pueda llevar gratuitamente a los niños y niñas para de alguna manera motivar a seguir su educación.
Doña Cira Aracena de Tintilay, madre de diez hijos que estudiaron en esta Unidad Educativa, y ahora abuela, explicó que las condiciones de las aulas no mejoraron en los últimos años. El panel solar que utilizaban ya venció su tiempo de utilidad y las autoridades no volvieron a cambiarlo, por el momento tienen un motor que permite tener luz por algunas horas al día, y el resto deben permanecer “en tinieblas”.
A toda esta problemática, el director Distrital de Padcaya, Ángel Tejerina, indicó que desconoce sobre la misma y que las profesoras no emitieron ninguna carta formal para trabajar conjuntamente con el Municipio, ya que esta es la instancia a la que le corresponde contribuir en las mejoras.
“Desconozco este tema. Si lo conocería hubiese instruido que hagan su solicitud al Gobierno municipal, porque no pueden estar en estas circunstancias los estudiantes”, admitió.
“No todos tienen suerte de terminar de estudiar”
Doña Cira Aracena de Tintilay, comunaria de Puesto Rueda, explicó que es muy difícil estudiar en las condiciones en las que se encuentran las comunidades de Tariquía. Ella dio gracias a la vida por haber podido enviar a todos sus hijos al internado después de cursar la primaria, pero señaló que esa no es la suerte de todos.
“Solo hay cuatro familias que hacen estudiar a sus hijos. Los demás tienen que trabajar, algunos esperan a la zafra, otros se van a la Argentina”.
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La profesora de primaria de este centro educativo, Dina Colque Espinosa, manifestó que alrededor de 20 estudiantes, entre niñas y niños, pasan clases en dos instalaciones ubicadas en la comunidad de Puesto Rueda, pero la estructura se encuentra en malas condiciones. Además de que los murciélagos invadieron las aulas y excretan sobre las mesas y bancas que tiene en el lugar.
Explicó que el acceso a la Unidad Educativa es complicado y los comunarios tienen dificultades por las distancias. Por eso los niños y niñas llegan por la mañana, toman el desayuno que reciben como apoyo de las autoridades y regresan a sus casas después del almuerzo.
Esto implica que cada estudiante lleva consigo un aporte de alimentos para el almuerzo, que guardan en la misma aula en donde se realizan las clases. Pero el excremento de murciélago se encuentra esparcido por toda la infraestructura y los alimentos son manipulados en el mismo espacio.
Por esta razón la profesora expresó con suma preocupación que los estudiantes corren peligro de enfermarse y que acudieron numerosamente a las autoridades municipales, pero hasta la fecha no les dan respuesta ni soluciones.
“Están pasando clases sobre el excremento. Los baños esta en pésimas condiciones y no tenemos agua potable, ni alcantarillado. Los niños tienen que tomar agua de la quebrada e incluso a veces no tenemos agua ni para cocinar”, expuso Colque.
Por otro lado, las clases son multigrado, es decir que los estudiantes tienen diferentes edades y están en diversos cursos, pero pasan clases juntos. En esta Unidad Educativa se cursa hasta sexto de primaria y los niños y niñas deben dirigirse hasta otra comunidad para cursar los niveles siguientes, caminando durante 45 minutos de ida y de vuelta, atravesando la humedad de los caminos y el barro por las constantes lluvias.
La diferencia entre estos estudiantes y los de la ciudad es abismal. Colque pidió que se integre un servicio de transporte, como un minibús que pueda llevar gratuitamente a los niños y niñas para de alguna manera motivar a seguir su educación.
Doña Cira Aracena de Tintilay, madre de diez hijos que estudiaron en esta Unidad Educativa, y ahora abuela, explicó que las condiciones de las aulas no mejoraron en los últimos años. El panel solar que utilizaban ya venció su tiempo de utilidad y las autoridades no volvieron a cambiarlo, por el momento tienen un motor que permite tener luz por algunas horas al día, y el resto deben permanecer “en tinieblas”.
A toda esta problemática, el director Distrital de Padcaya, Ángel Tejerina, indicó que desconoce sobre la misma y que las profesoras no emitieron ninguna carta formal para trabajar conjuntamente con el Municipio, ya que esta es la instancia a la que le corresponde contribuir en las mejoras.
“Desconozco este tema. Si lo conocería hubiese instruido que hagan su solicitud al Gobierno municipal, porque no pueden estar en estas circunstancias los estudiantes”, admitió.
“No todos tienen suerte de terminar de estudiar”
Doña Cira Aracena de Tintilay, comunaria de Puesto Rueda, explicó que es muy difícil estudiar en las condiciones en las que se encuentran las comunidades de Tariquía. Ella dio gracias a la vida por haber podido enviar a todos sus hijos al internado después de cursar la primaria, pero señaló que esa no es la suerte de todos.
“Solo hay cuatro familias que hacen estudiar a sus hijos. Los demás tienen que trabajar, algunos esperan a la zafra, otros se van a la Argentina”.
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