La planta petroquímica no llegará, al menos, hasta 2023
El Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez cumplió, o el ejecutivo Regional José Quecaña logró que cumpliera. Como fuere, la cuestión es que Yacuiba pudo escuchar las explicaciones pertinentes sobre el futuro de la planta petroquímica de propileno y polipropileno además de las...



El Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez cumplió, o el ejecutivo Regional José Quecaña logró que cumpliera. Como fuere, la cuestión es que Yacuiba pudo escuchar las explicaciones pertinentes sobre el futuro de la planta petroquímica de propileno y polipropileno además de las abundantes cifras optimistas que acompañan siempre las exposiciones del Ministro y su equipo.
Otra cuestión es que las explicaciones fueran satisfactorias. El encargado de poner el cascabel al gato fue el presidente interino de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Óscar Barriga, quien en la conferencia de prensa finalmente dispuesta al filo del mediodía develó la fecha: En 2023, al final de 2023, la planta estará concluida o casi concluida. Barriga soltó la cifra como quien negocia en el mercado, como quien sabe que el comprador aceptará la que sea. Así fue. Los congregados mantuvieron el rictus sin saber si era caro o barato. Barriga todavía añadió que el único retraso que se tiene es el que va desde la licitación caída en junio hasta la que se prevé lanzar en agosto de este año, sin hacer mención a que en esta ocasión se va a licitar por separado el estudio a detalle y posteriormente la construcción.
“La licitación del Estudio de Ingeniería a Detalle de la planta se va hacer en agosto de este año; acabados los estudios que estimamos demanden entre 8 a 9 meses, inmediatamente licitamos la construcción de la planta Propileno - Polipropileno. El lugar de la planta no se mueve, es el Gran Chaco. Traemos hasta el lugar la certeza de que sí se construirá, esa es la postura clara y concreta para que no se tergiverse más el proyecto” sentenció el Ministro Luis Alberto Sánchez.
La licitación lanzada en 2016, bajo la modalidad FEED – EPC, estuvo abierta unos nueve meses. El cambio de modalidad y la inclusión de un nuevo estudio cuyos resultados llegarían, si todo va bien, en marzo de 2019. En caso de darle mucha celeridad, se podría adjudicar las obras en plena campaña electoral de 2020, siempre que no se adelante.
Ni Sánchez ni Barriga se detuvieron en los detalles sobre las modalidades, pero sí tuvieron tiempo de criticar algunas observaciones realizadas en diferentes medios. Sánchez negó que falte gas para el proyecto utilizando un argumento particular. “Para la petroquímica no hace falta gas, hace falta propano, del GLP”. El GLP es el principal producto que se extrae actualmente de la planta separadora de líquidos del Gran Chaco una vez se procesa el gas natural que se extrae de las entrañas tarijeñas y se exporta después a Brasil y Argentina.
Tanto Barriga como Sánchez hicieron referencia a la información publicada por El Deber que hacía referencia a un gasto de 500 millones sobre este proyecto. Ambos indicaron que el crédito de 1.800 millones de dólares entregados por el Banco Central de Bolivia sigue intacto y que apenas se han gastado 20 millones de dólares en este proyecto. “Ni el 0,01” dijo. En ese monto se contemplarían los estudios que en dos ocasiones se adjudicaron a Tecnimont.
Apuesta por la industrialización
A pesar de los retrasos, incertidumbres y perjuicios generados, la apuesta del Ministerio de Hidrocarburos sigue firme. Así lo aseveró el ministro Sánchez al considerar el tema como una apuesta que cambie el futuro del Chaco.
“Uno de los temas importantes temas analizados con YPFB, va más allá de la planta y es que alrededor de la planta se deben asentar empresas que transformen el producto de la planta, pelets, que son la materia prima de la industria de los plásticos, empresas que transformen la materia prima en productos con valor agregado: sillas mesas, accesorios de los motorizados, de aviación, entre muchos otros”, destacó Sánchez, a tiempo de señalar que la intención es que cuando arranque el funcionamiento de la planta petroquímica, estas empresas también ya estén asentadas y arranquen paralelamente, “queremos un polo petroquímico aquí en El Chaco”.
En este sentido, aseguró que en el mes de agosto el sector hidrocarburos a la cabeza del Ministerio de Hidrocarburos, llevará adelante un evento referido al proyecto de Petroquímica en el Gran Chaco, “el compromiso del ministerio y de YPFB está hecho, organizaremos uno de los congresos más importantes de petroquímica del sur para atraer nuevas inversiones e industrias al chaco”.
El 45%, a puerta cerrada
El Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez mantuvo encuentro con las autoridades a puerta cerrada. La preocupación en el Chaco responde a la pérdida específica de peso de los pozos en su territorio en la producción global, lo que ha alimentado la petición de las regiones productoras de modificar la Ley del 45% para que cada cual reciba ese porcentaje en función de la producción en su provincia.
Sánchez, que enmarca la polémica del 45% en un tema departamental pese a ser una Ley Nacional la que lo regula, no solo negó que los pozos del Chaco hayan declinado respecto al conjunto, sino que comprometió la perforación de un primer pozo exploratorio en Yacuiba.
Otra cuestión es que las explicaciones fueran satisfactorias. El encargado de poner el cascabel al gato fue el presidente interino de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Óscar Barriga, quien en la conferencia de prensa finalmente dispuesta al filo del mediodía develó la fecha: En 2023, al final de 2023, la planta estará concluida o casi concluida. Barriga soltó la cifra como quien negocia en el mercado, como quien sabe que el comprador aceptará la que sea. Así fue. Los congregados mantuvieron el rictus sin saber si era caro o barato. Barriga todavía añadió que el único retraso que se tiene es el que va desde la licitación caída en junio hasta la que se prevé lanzar en agosto de este año, sin hacer mención a que en esta ocasión se va a licitar por separado el estudio a detalle y posteriormente la construcción.
“La licitación del Estudio de Ingeniería a Detalle de la planta se va hacer en agosto de este año; acabados los estudios que estimamos demanden entre 8 a 9 meses, inmediatamente licitamos la construcción de la planta Propileno - Polipropileno. El lugar de la planta no se mueve, es el Gran Chaco. Traemos hasta el lugar la certeza de que sí se construirá, esa es la postura clara y concreta para que no se tergiverse más el proyecto” sentenció el Ministro Luis Alberto Sánchez.
La licitación lanzada en 2016, bajo la modalidad FEED – EPC, estuvo abierta unos nueve meses. El cambio de modalidad y la inclusión de un nuevo estudio cuyos resultados llegarían, si todo va bien, en marzo de 2019. En caso de darle mucha celeridad, se podría adjudicar las obras en plena campaña electoral de 2020, siempre que no se adelante.
Ni Sánchez ni Barriga se detuvieron en los detalles sobre las modalidades, pero sí tuvieron tiempo de criticar algunas observaciones realizadas en diferentes medios. Sánchez negó que falte gas para el proyecto utilizando un argumento particular. “Para la petroquímica no hace falta gas, hace falta propano, del GLP”. El GLP es el principal producto que se extrae actualmente de la planta separadora de líquidos del Gran Chaco una vez se procesa el gas natural que se extrae de las entrañas tarijeñas y se exporta después a Brasil y Argentina.
Tanto Barriga como Sánchez hicieron referencia a la información publicada por El Deber que hacía referencia a un gasto de 500 millones sobre este proyecto. Ambos indicaron que el crédito de 1.800 millones de dólares entregados por el Banco Central de Bolivia sigue intacto y que apenas se han gastado 20 millones de dólares en este proyecto. “Ni el 0,01” dijo. En ese monto se contemplarían los estudios que en dos ocasiones se adjudicaron a Tecnimont.
Apuesta por la industrialización
A pesar de los retrasos, incertidumbres y perjuicios generados, la apuesta del Ministerio de Hidrocarburos sigue firme. Así lo aseveró el ministro Sánchez al considerar el tema como una apuesta que cambie el futuro del Chaco.
“Uno de los temas importantes temas analizados con YPFB, va más allá de la planta y es que alrededor de la planta se deben asentar empresas que transformen el producto de la planta, pelets, que son la materia prima de la industria de los plásticos, empresas que transformen la materia prima en productos con valor agregado: sillas mesas, accesorios de los motorizados, de aviación, entre muchos otros”, destacó Sánchez, a tiempo de señalar que la intención es que cuando arranque el funcionamiento de la planta petroquímica, estas empresas también ya estén asentadas y arranquen paralelamente, “queremos un polo petroquímico aquí en El Chaco”.
En este sentido, aseguró que en el mes de agosto el sector hidrocarburos a la cabeza del Ministerio de Hidrocarburos, llevará adelante un evento referido al proyecto de Petroquímica en el Gran Chaco, “el compromiso del ministerio y de YPFB está hecho, organizaremos uno de los congresos más importantes de petroquímica del sur para atraer nuevas inversiones e industrias al chaco”.
El 45%, a puerta cerrada
El Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez mantuvo encuentro con las autoridades a puerta cerrada. La preocupación en el Chaco responde a la pérdida específica de peso de los pozos en su territorio en la producción global, lo que ha alimentado la petición de las regiones productoras de modificar la Ley del 45% para que cada cual reciba ese porcentaje en función de la producción en su provincia.
Sánchez, que enmarca la polémica del 45% en un tema departamental pese a ser una Ley Nacional la que lo regula, no solo negó que los pozos del Chaco hayan declinado respecto al conjunto, sino que comprometió la perforación de un primer pozo exploratorio en Yacuiba.