SUS, Feminismo y huelga en el municipio para una semana corta
No por corta dejó de ser intensa la semana política en Tarija, al menos en el plano ejecutivo, pues la Asamblea sigue alargando su verano a cuenta del Carnaval. El SUS sigue en primera plana para el Gobierno Departamental, que empieza a jugar fichas rumbo a las elecciones. En el Chaco vuelven...
No por corta dejó de ser intensa la semana política en Tarija, al menos en el plano ejecutivo, pues la Asamblea sigue alargando su verano a cuenta del Carnaval. El SUS sigue en primera plana para el Gobierno Departamental, que empieza a jugar fichas rumbo a las elecciones. En el Chaco vuelven las prisas por la transición de competencias mientras que en el Gobierno Municipal de Cercado, una huelga de funcionarios amenaza con amargarle el último año de gestión al alcalde Rodrigo Paz. Todo esto ha venido cruzado transversalmente por la movilización del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que cada vez levanta más ampollas entre quienes quieren conservar el orden establecido y entre los que quieren decir que son progresistas, pero se les atragantan las “bromas”. Por partes.
El SUS no va a llegar a Tarija, al menos por el momento. El Ministerio ha pedido plazo hasta el 12 de marzo para estudiar la contrapropuesta de la Gobernación de Tarija para acordar un convenio que respete los avances logrados por la autonomía departamental en ni más ni menos que diez años y el Gobernador Adrián Oliva les ha ofrecido el día 13 a cualquier hora para hablar de ello. El mensaje es claro: Hay voluntad, pero nadie puede obligar a asumir un sistema peor que el que se tiene. Al menos no políticamente. El alcalde de El Valle y jefe de la FAM utilizó el sábado para sentarse con Evo Morales y el resto de alcaldes y escenificar un apoyo al programa que nadie sabe qué beneficios traerá a los municipios tarijeños en el caso de que se empiece a aplicar, pues cubre menos de lo que actualmente cubre el Susat.
La jugada es complicada para los intereses del MAS Tarija, que ve como de nuevo un buen programa del Gobierno que le podía permitir recuperar terreno se hace añicos por la nula gestión política en su implementación local. Los últimos números que circulan por las altas esferas han aterrorizado a los actores más prominentes del partido, que parecen dispuestos a firmar una tregua entre ellos para tratar de recuperar algo de terreno, aunque el panorama, reconocen en privado, es desalentador.
Tariquía, más que palabras
El otro tema de fondo que corre por las instituciones nacionales y tarijeñas es el avance sobre la Reserva Nacional de Flora y Fauna de YPFB Chaco por un lado y Petrobras por otro. Un avance que no ha sido socializado y que solo se justifica por la urgencia en encontrar recursos hidrocarburíferos que mejoren las reservas y permitan afrontar los contratos de exportación o proyectos de industrialización, actualmente en riesgo.
Por el momento el rechazo es mayoritario en Tarija, pero se han concretado pocas acciones jurídicas, incluidas las varias veces anunciadas.
El Ministerio de Hidrocarburos, que debe rendir cuentas de su trabajo en Tarija, ha elegido la ciudad de Yacuiba para hacerlo, una vez más, y eludir así preguntas incómodas.
Problemas en la Alcaldía
En general el sindicalismo boliviano es inconsistente y las demandas laborales, incongruentes. La situación es peor en las instituciones públicas, pues hacen de la ley su sayo y acomodan las leyes laborales a su antojo, sea la general, sea la del funcionario público, sea la de contrataciones, para mantener un séquito fiel sin estabilidad laboral. Todo esto se hace, claro, con el visto bueno del sindicato.
En los últimos meses el alcalde Rodrigo Paz ha hecho varias promesas que no acaba de cumplir. También con los trabajadores. Y estos se han lanzado ahora a reclamar sus derechos ya regulados por un laudo arbitral que ya es de última instancia. La cuestión es que con ítems hay pocos y los consultores – legión – son nomás eso, producto sin derechos y como al sindicato no le importó mucho nunca, pues ahora se paga.
La Alcaldía tiene razón en que los recursos han caído, el personal es abundante y no se pueden sobrepasar los límites de contratación y gastos de funcionamiento so pena de que los enemigos, que son también legión, cursen denuncias severas. Tampoco dejan de tener razón aquellos que no entienden como el último año de gestión, en víspera de una campaña donde se supone se buscará una reelección, a alguien se le puede ocurrir abrir una vía de tensión con los trabajadores.
Feminismo transversal
Y mientras esto pasaba, la agenda feminista volvió a primera plana y con más fuerza. El clamor mundial también se siente en Tarija y a más de uno le da dolor de cabeza. Las marchas todavía no son masivas y todavía hay demasiados prejuicios con la denominación feminista, cada vez más demonizada por unos y más asumida por otros.
Desigualdad
El dato de brecha salarial en Latinoamérica entre hombres y mujeres que desempeñan el mismo cargo es del 22%
Los datos hablan por sí solos: Las mujeres siguen estudiando en promedio dos años menos que los varones, cobran un 22 por ciento menos, son cabeza de familia en el 60% de los hogares monoparentales y trabajan más horas en casa y menos fuera de casa que los varones, que lo hacen justo al revés. Datos que explican la desigualdad y que para unos es cuestión de darwinismo y para los otros, de abandono del Estado.
Lo cierto también es que el debate en Bolivia no pasó del maquillaje. Que “papá Estado” decretó tolerancia y las florcitas siguieron circulando por los grupos de whatsapp, a pesar de Loza y sus afrentas delictuosas sobre la trata de mujeres o el Presidente Evo Morales contando sus cuentitos de infancia sin mayor gracia.
El SUS no va a llegar a Tarija, al menos por el momento. El Ministerio ha pedido plazo hasta el 12 de marzo para estudiar la contrapropuesta de la Gobernación de Tarija para acordar un convenio que respete los avances logrados por la autonomía departamental en ni más ni menos que diez años y el Gobernador Adrián Oliva les ha ofrecido el día 13 a cualquier hora para hablar de ello. El mensaje es claro: Hay voluntad, pero nadie puede obligar a asumir un sistema peor que el que se tiene. Al menos no políticamente. El alcalde de El Valle y jefe de la FAM utilizó el sábado para sentarse con Evo Morales y el resto de alcaldes y escenificar un apoyo al programa que nadie sabe qué beneficios traerá a los municipios tarijeños en el caso de que se empiece a aplicar, pues cubre menos de lo que actualmente cubre el Susat.
La jugada es complicada para los intereses del MAS Tarija, que ve como de nuevo un buen programa del Gobierno que le podía permitir recuperar terreno se hace añicos por la nula gestión política en su implementación local. Los últimos números que circulan por las altas esferas han aterrorizado a los actores más prominentes del partido, que parecen dispuestos a firmar una tregua entre ellos para tratar de recuperar algo de terreno, aunque el panorama, reconocen en privado, es desalentador.
Tariquía, más que palabras
El otro tema de fondo que corre por las instituciones nacionales y tarijeñas es el avance sobre la Reserva Nacional de Flora y Fauna de YPFB Chaco por un lado y Petrobras por otro. Un avance que no ha sido socializado y que solo se justifica por la urgencia en encontrar recursos hidrocarburíferos que mejoren las reservas y permitan afrontar los contratos de exportación o proyectos de industrialización, actualmente en riesgo.
Por el momento el rechazo es mayoritario en Tarija, pero se han concretado pocas acciones jurídicas, incluidas las varias veces anunciadas.
El Ministerio de Hidrocarburos, que debe rendir cuentas de su trabajo en Tarija, ha elegido la ciudad de Yacuiba para hacerlo, una vez más, y eludir así preguntas incómodas.
Problemas en la Alcaldía
En general el sindicalismo boliviano es inconsistente y las demandas laborales, incongruentes. La situación es peor en las instituciones públicas, pues hacen de la ley su sayo y acomodan las leyes laborales a su antojo, sea la general, sea la del funcionario público, sea la de contrataciones, para mantener un séquito fiel sin estabilidad laboral. Todo esto se hace, claro, con el visto bueno del sindicato.
En los últimos meses el alcalde Rodrigo Paz ha hecho varias promesas que no acaba de cumplir. También con los trabajadores. Y estos se han lanzado ahora a reclamar sus derechos ya regulados por un laudo arbitral que ya es de última instancia. La cuestión es que con ítems hay pocos y los consultores – legión – son nomás eso, producto sin derechos y como al sindicato no le importó mucho nunca, pues ahora se paga.
La Alcaldía tiene razón en que los recursos han caído, el personal es abundante y no se pueden sobrepasar los límites de contratación y gastos de funcionamiento so pena de que los enemigos, que son también legión, cursen denuncias severas. Tampoco dejan de tener razón aquellos que no entienden como el último año de gestión, en víspera de una campaña donde se supone se buscará una reelección, a alguien se le puede ocurrir abrir una vía de tensión con los trabajadores.
Feminismo transversal
Y mientras esto pasaba, la agenda feminista volvió a primera plana y con más fuerza. El clamor mundial también se siente en Tarija y a más de uno le da dolor de cabeza. Las marchas todavía no son masivas y todavía hay demasiados prejuicios con la denominación feminista, cada vez más demonizada por unos y más asumida por otros.
Desigualdad
El dato de brecha salarial en Latinoamérica entre hombres y mujeres que desempeñan el mismo cargo es del 22%
Los datos hablan por sí solos: Las mujeres siguen estudiando en promedio dos años menos que los varones, cobran un 22 por ciento menos, son cabeza de familia en el 60% de los hogares monoparentales y trabajan más horas en casa y menos fuera de casa que los varones, que lo hacen justo al revés. Datos que explican la desigualdad y que para unos es cuestión de darwinismo y para los otros, de abandono del Estado.
Lo cierto también es que el debate en Bolivia no pasó del maquillaje. Que “papá Estado” decretó tolerancia y las florcitas siguieron circulando por los grupos de whatsapp, a pesar de Loza y sus afrentas delictuosas sobre la trata de mujeres o el Presidente Evo Morales contando sus cuentitos de infancia sin mayor gracia.