Evaristo Puma León, un pintor de su realidad
La exposición más reciente del artista plástico, Evaristo Puma León, está disponible hasta este sábado en la galería de la Casa de la Cultura.
“De Lazareto a San Roque”, es la más reciente exposición del artista tarijeño, Evaristo Puma León, e incluye obras que preparó en los últimos dos años y que retratan las costumbres y tradiciones de Tarija. Como se ve en “Herencia” o “Levántate, peregrino”, el pintor quiso aprovechar la coyuntura para poner atención en la Fiesta Grande de Tarija. “La temática ha sido un 70% San Roque y los chunchos, y los demás ya son paisajes, figura humana, cerámicas, escultura, acuarela”, dijo en entrevista con Pura Cepa.
Dos o tres de sus obras se diferencian completamente de su registro habitual, realista a su manera y proporción, y nos presenta imágenes icónicas en un estilo de geometría abstracta, como se ve en “Alfarera” y “La piedad”. Otras dos o tres son dedicadas al estudio de la figura femenina, presentada al estilo pin-up, y son obras que destacan por su ejecución y por ser un punto intermedio entre las estaciones que dan título a la exposición.
Orígenes del artista
Evaristo Puma León fue docente del Instituto de Formación Artística José Santos Mujica Mier durante 26 años. Ya se ha jubilado, pero sigue produciendo como artista plástico en su propio taller.
“A mí me gustaba siempre hacer dibujos, pinturas. Ahí el profesor me llevó a la Escuela de Artes. Me inscribió y yo empecé a estudiar ya más profundo”, recuerda Evaristo aquel tiempo de la niñez cerca de Padcaya, haciendo referencia precisamente al señor José Santos Mujica Mier, que fue quien lo inició en el arte. “Sí, yo he trabajado con él en su taller. Iba mucho a aprender con él, y bueno, nos teníamos tanto cariño que fue mi padrino de matrimonio”.
Puma León piensa que de no haberse encontrado nunca con José Santos, igual habría sido artista de cualquier manera. “Siempre me ha gustado. Hubiera estudiado, me hubiera apoyado, hubiera ido al magisterio, o a estudiar en Sucre, o sino en cualquier otra universidad”.
El artista es perseverante
Generalmente, se escucha que vivir del arte es para morirse de hambre. Para Evaristo Puma León, el arte es un oficio que requiere mucha práctica. “A los chicos les dicen que elijan carreras bien pagadas. Pero el arte, si vos lo llevas a la par con tu trabajo, digamos del magisterio, lo puedes lograr”.
Puma León hacía su propia obra en sus horas libres, además de cumplir encargos. “Para tener un estilo, hay que practicar muchísimo. El artista tiene que ser muy metódico y perseverante”, comenta el pintor que no se ha conformado con un estilo y ha sabido explorar materiales, corrientes y nuevas perspectivas. “He practicado muchas otras ramas, como la acuarela, pero siempre buscando lo más real de la persona”.
Respecto a la realidad, Puma León destaca una de las obras que se encuentran en su exposición. “En la calle” presenta el retrato de una mujer indigente, basado en una fotografía que fue tomada en los años ochenta del siglo pasado, “en aquella época donde el dinero se devaluó mucho, no valía casi nada”, recuerda el artista.
Testigo de los tiempos
Evaristo Puma León es originario de la zona de Padcaya, “más allá, a mitad de camino”. El arte lo trajo hacia Tarija. Con el tiempo, se volvió testigo de los cambios que ha tenido la ciudad. “He tenido muchos amigos y colegas que han llegado aquí con la relocalización. Han llegado en cantidad. Hemos tenido que acogerlos. En aquel tiempo, trabajaba en el colegio Juan Pablo II, y ahí les dieron un barrio entero donde llegó mucha gente de las minas”.
En algún momento, su aula se llenó de alumnos potosinos. “Como se dice, se han vuelto ya chapacos. Algunos han hecho su familia aquí, se han casado también. Y también han sufrido mucho por ambientarse a las costumbres”.
Él, como un trabajador del arte, también ha visto cambiar su oficio. Antes era habitual contar con modelos en las academias, quienes posaban para que los artistas en formación tuvieran idea y experiencia de lo que es retratar la figura humana al vivo. “He practicado muchos años el dibujo de la figura humana. La mujer tiene mucho para trabajar, la forma, el movimiento, los tonos del cuerpo”, dice y hace referencia a obras como “Modelo I” y “Modelo II”.
Será el correr de los tiempos, la idiosincrasia tarijeña, la elevada violencia contra la mujer, o una mezcla de todos estos motivos, pero el ítem de modelo vivo ya no existe en las pocas academias de arte que hay en Tarija. Es un tema pendiente para el gremio del arte: “Si quieres dibujar o pintar, la mujer tiene una figura muy importante para aprender a expresar. Para los artistas y para los jóvenes que están aprendiendo, es otra cosa dibujar a un modelo vivo”.