Las viudas a todo llorar
Mojazón en la Villa Avaroa
Un Barrio de pura cepa, la Villa Avaroa siempre arma alta fiesta en carnavales.
Ya pasó, ya se fue, pero quedan las reminiscencias de un carnaval de locos como solo podía suceder en la Villa Avaroa. Las calles se llenaron de pura pena. De todas las puertas y esquinas salieron viudas despampanantes, desfachatadas, a llorar a moco tendido por el entierro del diablito que de tanta fiesta no tuvo más que morir. Y es que, si no se muere el diablo, si no se regresa a su casa, pues, el Carnaval no se acaba nunca y la dicha no tiene final.
¿Cuántas de esas viudas-por-un-día habrán comprado su propia ropa, y cuántas les habrán rescatado las pilchas a sus esposas, amigas, y qué dirás?
Destacan algunas estampas de verdadera mojazón perpetrada por la juventud de la Villa Avaroa. Por suerte, nuestro querido fotógrafo salvó el equipo, que a poco estaba de convertirse en un equipo profesional para tomas subacuáticas.
Aún más, enviamos un saludo a Los Locos de Malikibu, tremenda cofradía que este año ha festejado sus bodas de oro, aguantándose carnaval tras carnaval desde 1973. ¡Felicidades y que vengan otros 50 años más!
De yapa, la alegría también se extendió en el Mercado Campesino, y para muestra un par de fotografías de un martes de ch’alla donde la felicidad se define en alta resolución. ¡Que siga siendo churo el carnaval en Tarija!
Fotos: Grover Peralta