“Chiquis” Cartagena y el estado del teatro en Tarija (II)
Con casi 40 años de labor teatral, Julián Cartagena tiene algo que decir acerca de la manera en que se hace teatro en Tarija.



Para el Chiquis, el problema fundamental del teatro en Tarija es que hay muy pocos grupos. “Raspando, debemos llegar a cuatro, con una producción muy débil, nada agresiva”, dice el empírico maestro, que va más adentro para señalar la falta de formación de actrices y actores como causa primera. “Solo realizamos pequeños talleres que no siempre influyen en la formación de un nuevo grupo o de más obras”.
En una ciudad de casi 270 mil habitantes, cuatro grupos de teatro tienen además unas condiciones de producción muy adversas. “Aún si cada grupo hiciera dos obras por año, solo se hacen algunas funciones, y a cada una de ellas en el mejor de los casos asisten unas 200 personas”. Incluso siendo optimista, no sale la cuenta. “Que cada grupo haga unas 10 funciones, con eso llegamos a 16.000 espectadores. Eso no es nada”.
“Es bello que haya unos pocos haciendo teatro. Pero lo que falta es tener más grupos, eso nos permitiría tener competencia y mejorar nuestro trabajo”
Como sea, el fuego del teatro no se apaga en él, aunque el crecimiento de este arte parezca un sueño en Tarija. “Es bello que haya unos pocos haciendo teatro. Pero lo que falta es tener más grupos, eso nos permitiría tener competencia y mejorar nuestro trabajo”. La otra parte la deben poner las instituciones públicas y educativas. Evidentemente.
Resulta que el teatro es fundamental para la formación de las personas y para el análisis de los problemas sociales. “Ellos lo saben, pero no lo asumen. La distrital de educación, la dirección de cultura de la gobernación, peor la Alcaldía, no se molestaron en continuar con los festivales de teatro intercolegial”. Son eventos como los festivales, concursos, ferias y muestras de teatro dentro y fuera de los colegios los que permitirán formar un público, incentivar el desarrollo del arte teatral y nutrir la cultura.
Otro aspecto a cuidar es la publicidad. Para Chiquis, “sería bueno tener vitrinas llamativas en los lugares donde se concentra la gente, la plaza principal, el parque Bolívar, la plazuela Sucre, los ambientes de la universidad. Eso permitiría que las personas se enteren de las ofertas artísticas. Lo de las redes es muy volátil”.
Por lo pronto, Chiquis solo puede continuar con la labor de su grupo. “Este año ya es muerto porque vienen los exámenes. Para este fin de año volveremos a dar talleres para niños, adolescentes, jóvenes y mayores. Después, retomaremos una obra que se quedó a medias por la pandemia. Se llama ‘No hay ladrón que por bien no venga’. Es una bella obra”.