Ana Romero y el valor del bordado típico artesanal
En dos años Ana logró que sus productos lleguen fuera del país.



A sus 32 años, Ana Karina Romero Torrejón se desempeña como arquitecta a la par que encabeza un emprendimiento de accesorios basados en la técnica del bordado. Su negocio, de nombre “Andaluza”, pasó en cuestión de pocos años de ser un emprendimiento unipersonal a dar trabajo a mujeres en situaciones de vulnerabilidad.
Pero la historia de “Andaluza” tiene su origen en marzo de 2019, cuando Ana se presentó a la Incubadora de Empresas para buscar la consolidación de su nueva marca. Con la idea de “valorizar los bordados típicos artesanales y realzar la cultura del departamento”, Ana se lanzó como emprendedora por segunda ocasión -antes ya había incursionado con un negocio de bisutería.
Con ese objetivo como norte Ana empezó a realizar los diseños, bordados, costuras, ventas y entregas, pues, en sus palabras, “era la todóloga de ‘Andaluza’”. Pero ella era consciente de cuánto esfuerzo requería al inicio para consolidar el emprendimiento. Además, cuenta que siempre le han gustado los trabajos manuales, motivo por el que su anterior emprendimiento también los requería.
“‘Andaluza’ nació para valorizar el bordado típico artesanal”.
Aunque afirma que ya dominaba varias técnicas para crear sus accesorios, optó por centrarse en el bordado. Para ello tomó cursos y se capacitó mejor en la técnica. Pero había otro motivo detrás de la capacitación. Ana sabía que deseaba ayudar de alguna manera a las poblaciones femeninas en situaciones de vulneración, por lo que tenía la intención de poder apoyar a algunas mujeres capacitándolas y dándoles trabajo en “Andaluza” ni bien se consolide en el mercado.
Con su emprendimiento Ana fue una de las ganadoras de la Incubadora de Empresas el 2019. Esa gran alegría fue potenciada por la buena aceptación que sus productos tuvieron desde los primeros días. Entonces “Andaluza” producía solo accesorios bordados, pero hoy la gama de productos es más amplia, pues tiene líneas de prendas de vestir y de accesorios para el hogar, todo en base a bordado artesanal.
Otro de los logros de Ana está compuesto por la presencia de sus productos en tiendas en Tarija, Cochabamba y La Paz, con las que logró trascender el vínculo virtual con los clientes. También ha logrado ventas a Argentina, Paraguay y España, lo cual le deja a Ana la ilusión de poder algún día consolidarse fuera de los límites del mercado nacional.