Ricardo Carvalho, el ojo por encima de la cámara
Aunque Ricardo no lo planeó, la fotografía invadió su día a día para siempre.



Cuando en 2015 Ricardo Carvalho inició su camino como fotógrafo, no imaginaba que cinco años después viviría de ello. Para entonces ya trabajaba con audiovisuales, pues Ricardo estudiaba Comunicación Social y se desempeñaba en el área del diseño gráfico. Para trabajar con material propio fue que se propuso empezar a tomar fotos.
La primera cámara de Ricardo fue la de su celular, con ella se embarcó en el fotoproducto para nutrir su repertorio. Pero a la par asistía a eventos de música para realizar coberturas. La música es otra de las áreas a las que dedica su tiempo, es por ello que sus numerosos amigos y contactos lo invitaban a los conciertos para que tome fotos.
Era 2016 y Ricardo aprovechó cada concierto para mejorar su fotografía, pues, al ser estos en interiores y de noche, tuvo que aprender a manipular la luz de todas las maneras. Esta afición le significó un ascenso inesperado como fotógrafo, ya que, cuando alcanzaba niveles más profesionales, conoció a un productor que hizo despegar su trabajo. Mientras se mantuvo en ese rubro, Ricardo pudo fotografiar a músicos como Maná o Maluma.
En 2018 recibió una oferta para ejercer como fotoperiodista. Ese sería el inicio de una carrera que, aunque no lo esperaba, le permitió descubrir pasiones y una vida llena de emoción. Ricardo se ha enfrentado a todo tipo de acontecimientos como fotoperiodista en la ciudad de La Paz.
“Es un trabajo muy apasionante y requiere de ello para hacerlo bien”.
Desde eventos deportivos hasta manifestaciones sociales y enfrentamientos han pasado por su lente. Ricardo describe su oficio como algo apto solo para quienes son realmente apasionados del fotoperiodismo. Más allá de los correteos por la ciudad, lo que puede intimidar de su labor son las coberturas de manifestaciones y enfrentamientos. Entre los recuerdos que su mente guarda está, por ejemplo, el recibir una granada de gas en la espalda y tener que seguir trabajando.
Ricardo se desempeña es esa labor periodística sin agenda ni horarios. Sin embargo, a la par trata de “seguir siendo” músico, dado que por las noches ensaya con sus compañeros; además, es estudiante de literatura, aunque se le dificulta por los horarios, él trata de tomar al menos una materia por semestre.
Por último, Ricardo hace énfasis en cuán importante es entrenar el ojo para ser fotógrafo. Él aún toma fotos con su celular en algunas ocasiones, por lo que sentencia: “Lo importante no es el equipo, sino estudiar y ver muchas fotos”.