Ángela Becerra y su propuesta de urnas ecológicas para cambiar lápidas por árboles
La propuesta de Ángela busca crear bosques-cementerios para avanzar hacia la reforestación.



La vida de Ángela Becerra Tejerina está dedicada al cuidado ambiental. Aunque la formación de esta mujer tarijeña de 45 años originalmente es en la rama del Derecho, cuando fue consciente de los problemas climáticos volcó su esfuerzo hacia la ecología.
En el momento en que empezó a notar cambios en la temperatura fue que se planteó que seguramente podía hacer algo por frenar el cambio climático. Así inició a profundizar en las posibilidades y de entre el agua, los chaqueos u otros, eligió trabajar por la reforestación.
Ángela describe su labor y el producto que promociona como una de las más innovadoras e inesperadas soluciones para, por un lado, reforestar la tierra y, por el otro, evitar la tala de más árboles.
Todo comenzó cuando su amigo Herlan Prada la invitó a formar parte de su empresa “Ecomarka”. El servicio y producto que esta ofrece la cautivó de inmediato y supo que debía llevarlo a Tarija. Ángela y Ecomarka ofrecen urnas para cenizas de difuntos, la particularidad es que estas se plantan como una semilla para que de las cenizas pueda nacer una nueva vida, un árbol o una planta.
Ángela encuentra un doble significado en las urnas: primero, la familia del difunto puede contar con un árbol o planta para visitar cual una tumba, ella lo ve de una manera muy espiritual, como si la persona se manifestara en la planta; segundo, de aplicarse masivamente es un camino a la reforestación y evitaría la tala de árboles para construir ataúdes.
Ángela sueña con bosques-cementerios que doten de un nuevo significado a esas áreas donde se visitan a los que ya no están. Pero si los clientes quieren también pueden sembrar la urna en un lugar especial para ellos, por ejemplo, menciona a algunas familias en Cochabamba que la plantaron como árbol en su patio, y otra que eligió una planta para verla todos los días al frente de su departamento.
Actualmente, Ecomarka finaliza la implementación de lo que será el primer bosque-cementerio en Bolivia, este está ubicado en Cochabamba; mientras, buscan los socios para hacer lo mismo en Tarija.
El proyecto llena de ilusión a Ángela y ella solo puede ver cosas buenas en él. Añade algunos detalles, como que la urna cuenta con un sistema de geolocalización para ver su crecimiento desde cualquier lugar del mundo. Su meta es que todos sepan que los difuntos pueden ser recordados a la sombra de un árbol o mediante la fragancia de una flor.