Paula Zutara y Yenni Espíndola, emprender entre hija y madre
La pandemia las motivó a crear un negocio juntas.



Hija y madre, Paula Nicole Zutara Espíndola y Yenni Espíndola son dos tarijeñas emprendedoras que juntas encabezan Ma-Eni, el negocio en el que ofrecen barbijos, diademas y bufandas de su creación. Paula tiene 17 años y está a poco de terminar el colegio, mientras que Yenni, 39 años y es odontóloga de profesión.
La llegada de la pandemia por covid-19 no trajo buenas noticias para su familia, pues los llevó a pasar por un complicado momento económico. Ese fue el motivo por el que decidieron emprender. Paula recuerda que fue una tarde “como cualquier otra”, en sus palabras, cuando nació la idea. Estaba toda la familia en la mesa, ellas más el papá, abuelos y los dos hermanos de Paula.
Decidieron que lo mejor era crear un negocio propio y no esperaron nada para empezar a trabajar en él, ya que al día siguiente se pusieron manos a la obra con los preparativos y productos. Era un 18 de agosto de 2020.
“Los emprendimientos crecen de a poco”.
Eligieron trabajar con barbijos y diademas en un primer momento porque a Yenni se le da bien la costura. Sin embargo, por esos días no contaba con una máquina de costurar propia, por lo que tuvo que prestarse la de la abuela. Con el tiempo y con el crecimiento de Ma-Eni pudo adquirir una para ella.
Paula explica que los barbijos y diademas, si bien no siempre se venden juntos, muchas veces son diseñados como conjunto. Los clientes también tienen la chance de personalizar sus pedidos y de encargarlos en los packs que ofrece Ma-Eni. Hace poco implementaron las bufandas al catálogo de productos. Estas también se pueden encargar en conjunto con los barbijos y diademas o de forma individual.
Esta experiencia emprendiendo ha significado nuevos aprendizajes para Paula, algunos que destaca son: “Saber que siempre hay una manera de seguir adelante, no rendirse y ayudar a mi familia”.
Ma-Eni también llegó con algunos retos. El manejo de las redes sociales con un enfoque comercial fue uno de los más complicados. Empezaron con una página en Facebook que administra Yenni, más tarde crearon la de Instagram cuya responsabilidad recae en Paula. Ella explica que cosas como las fotografías o el texto implican un reto aparte que se perfecciona con el tiempo, y señala la constancia como un elemento clave para consolidar una página en redes sociales y un emprendimiento en general.