¿Piensas dejar el gym?
José Arciénaga Preparador físico Aunque inicies tu actividad deportiva rebosante de buenas intenciones y con un ímpetu imparable, es normal que en un momento dado el desánimo llegue y encuentres excusas como: el frío, el calor, las agujetas o la falta de tiempo. Deja a un lado las...



José Arciénaga Preparador físico
Aunque inicies tu actividad deportiva rebosante de buenas intenciones y con un ímpetu imparable, es normal que en un momento dado el desánimo llegue y encuentres excusas como: el frío, el calor, las agujetas o la falta de tiempo. Deja a un lado las excusas para no ir al gimnasio y aprende la siguiente estrategia para no dejar el gimnasio antes de tiempo y arrepentirte.
Si estás empezando es importante que un entrenador personal te indique qué rutina de ejercicios es la adecuada para ti, atendiendo a tus características físicas y a tus preferencias. Una actividad demasiado intensa, unas repeticiones que te resulten aburridas o simplemente un deporte concreto que no te vaya, pueden hacer que desistas de tu iniciativa y te pierdas muchas satisfacciones.
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Sin duda, tener una motivación para ir al gimnasio a prueba de cualquier desánimo es una de las claves para lograr la constancia. Visualiza lo que quieres: una mejor forma física general, eliminar grasas, perder peso, mayor desarrollo muscular, unos glúteos firmes y redondeados, un torso y unos abdominales fuertes como el acero… Simplemente ¡ve a por ello! Cuando flaqueen las fuerzas, recuerda tu objetivo.
Aunque inicies tu actividad deportiva rebosante de buenas intenciones y con un ímpetu imparable, es normal que en un momento dado el desánimo llegue y encuentres excusas como: el frío, el calor, las agujetas o la falta de tiempo. Deja a un lado las excusas para no ir al gimnasio y aprende la siguiente estrategia para no dejar el gimnasio antes de tiempo y arrepentirte.
Si estás empezando es importante que un entrenador personal te indique qué rutina de ejercicios es la adecuada para ti, atendiendo a tus características físicas y a tus preferencias. Una actividad demasiado intensa, unas repeticiones que te resulten aburridas o simplemente un deporte concreto que no te vaya, pueden hacer que desistas de tu iniciativa y te pierdas muchas satisfacciones.
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Sin duda, tener una motivación para ir al gimnasio a prueba de cualquier desánimo es una de las claves para lograr la constancia. Visualiza lo que quieres: una mejor forma física general, eliminar grasas, perder peso, mayor desarrollo muscular, unos glúteos firmes y redondeados, un torso y unos abdominales fuertes como el acero… Simplemente ¡ve a por ello! Cuando flaqueen las fuerzas, recuerda tu objetivo.