¿Sabes por qué eructamos?
Elías Vidaurre Médico A nadie le agrada tener que eructar en público, pero ¿cuántas veces sucede que no lo puedes evitar? Seguro que más de las que quisieras. Mientras somos niños todo está permitido y hasta es una muestra positiva de que luego de hacerlo no tendrá dolor de...



Elías Vidaurre Médico
A nadie le agrada tener que eructar en público, pero ¿cuántas veces sucede que no lo puedes evitar? Seguro que más de las que quisieras. Mientras somos niños todo está permitido y hasta es una muestra positiva de que luego de hacerlo no tendrá dolor de estómago; sin embargo, desde que llega la adolescencia en adelante las cosas cambian y eructar se convierte en mala educación la mayoría de las veces.
Conociendo más
En algunos sitios el hacerlo y de forma exagerada es señal de que la comida ha sido del agrado. El hecho está relacionado con algo así como una sensación de plenitud digestiva, a veces se producen a voluntad para sentir alivio y otras no se pueden controlar, generando ruido a la vez que se despide aire por la boca. Cuando estos suceden varias veces al acabar de comer, por lo general, es porque se ha tragado aire durante la ingesta.
El eructo, que en la mayoría de los casos viene acompañado de un sonido, es consecuencia de la aparición de una burbuja de aire en el estómago. A los bebés les suele suceder a menudo, a la hora de empezar a comer. También ocurre, como bien es sabido, al beber bebidas gaseosas. Conocido también como “ventosidad oral” o “flatos orales”, el eructo puede ser causado también por muchos alimentos como ciertas verduras (por ejemplo, brócoli o coliflor), frutas (pera, manzana), productos lácteos, entre otros.
Así pues, eructar es algo normal y común, que suele darse antes o después de las comidas. No hay por qué preocuparse, a menos que estas manifestaciones se hagan excesivas y pasen a ser crónicas.
Sin embargo existen algunas causas que generan eructos, entre ellas tenemos: Comer demasiado rápido (que supone tragar aire en exceso conforme masticas los alimentos), fumar, mascar chicle, consumir demasiadas bebidas gaseosas, padecer acidez o reflujo gastroesofágico, tener el estómago inflamado (gastritis), estar pasando por una época llena de ansiedad o estrés, comer mucho o alimentarnos de demasiados grasos y finalmente, las alergias o intolerancias alimentarias.
El hecho está relacionado con algo así como una sensación de plenitud digestiva
No hay por qué preocuparse, a menos que estas manifestaciones se hagan excesivas
El eructo es consecuencia de la aparición de una burbuja de aire en el estómago
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A nadie le agrada tener que eructar en público, pero ¿cuántas veces sucede que no lo puedes evitar? Seguro que más de las que quisieras. Mientras somos niños todo está permitido y hasta es una muestra positiva de que luego de hacerlo no tendrá dolor de estómago; sin embargo, desde que llega la adolescencia en adelante las cosas cambian y eructar se convierte en mala educación la mayoría de las veces.
Conociendo más
En algunos sitios el hacerlo y de forma exagerada es señal de que la comida ha sido del agrado. El hecho está relacionado con algo así como una sensación de plenitud digestiva, a veces se producen a voluntad para sentir alivio y otras no se pueden controlar, generando ruido a la vez que se despide aire por la boca. Cuando estos suceden varias veces al acabar de comer, por lo general, es porque se ha tragado aire durante la ingesta.
El eructo, que en la mayoría de los casos viene acompañado de un sonido, es consecuencia de la aparición de una burbuja de aire en el estómago. A los bebés les suele suceder a menudo, a la hora de empezar a comer. También ocurre, como bien es sabido, al beber bebidas gaseosas. Conocido también como “ventosidad oral” o “flatos orales”, el eructo puede ser causado también por muchos alimentos como ciertas verduras (por ejemplo, brócoli o coliflor), frutas (pera, manzana), productos lácteos, entre otros.
Así pues, eructar es algo normal y común, que suele darse antes o después de las comidas. No hay por qué preocuparse, a menos que estas manifestaciones se hagan excesivas y pasen a ser crónicas.
Sin embargo existen algunas causas que generan eructos, entre ellas tenemos: Comer demasiado rápido (que supone tragar aire en exceso conforme masticas los alimentos), fumar, mascar chicle, consumir demasiadas bebidas gaseosas, padecer acidez o reflujo gastroesofágico, tener el estómago inflamado (gastritis), estar pasando por una época llena de ansiedad o estrés, comer mucho o alimentarnos de demasiados grasos y finalmente, las alergias o intolerancias alimentarias.
El hecho está relacionado con algo así como una sensación de plenitud digestiva
No hay por qué preocuparse, a menos que estas manifestaciones se hagan excesivas
El eructo es consecuencia de la aparición de una burbuja de aire en el estómago
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