Logre un descanso reparador
Elías Vidaurre Médico Un buen descanso se logra cuando la gente acepta que la naturaleza haga su trabajo; es decir, que estamos hechos para dormir la tercera parte de nuestras vidas y no hay que pelear contra eso, pese a que la tendencia en una época llena de ocupaciones como esta, es la...



Elías Vidaurre Médico
Un buen descanso se logra cuando la gente acepta que la naturaleza haga su trabajo; es decir, que estamos hechos para dormir la tercera parte de nuestras vidas y no hay que pelear contra eso, pese a que la tendencia en una época llena de ocupaciones como esta, es la de acortar los periodos de sueño y de ocio.
A tomar en cuenta
Pocos saben, por ejemplo, que antes de ir a la cama es necesario relajar la mente y el cuerpo, y eso empieza por asumir que el día terminó y que las cosas pendientes pueden resolverse en la siguiente jornada de estudio o de trabajo. En ese orden de ideas, está contraindicado desarrollar tareas que demanden esfuerzos físicos o altas dosis de concentración antes de acostarse.
Nunca se acueste con el estómago lleno ni vacío, sus movimientos alteran el sueño. Antes de acostarse húyales a los dulces, a las comidas pesadas y a los condimentos. Si es de sueño ligero o insomne, bájele al consumo de bebidas estimulantes como el café, el té, las bebidas colas y el chocolate, sobre todo después de las 5 de la tarde.
Está comprobado que las ondas electromagnéticas de los electrodomésticos y los aparatos electrónicos hacen muy frágil el sueño y limitan el descanso. La estimulación lumínica mantiene activos los sistemas de alerta. Así que lo recomendable es alejar estos aparatos de su cama, incluido el celular.
Practicar ejercicio aeróbico por lo menos 15 minutos todos los días mejora los ciclos de sueño. Varios estudios afirman que hacer actividad física regular de este tipo (caminar en forma vigorosa, trotar, nadar) estimula la producción de serotonina, una hormona que ayuda a regular el reloj interno. Lo mejor es practicarlo de día, en las horas de mayor actividad, y no antes de irse a dormir, para que su organismo no se tensione ni se ponga alerta.
[gallery type="rectangular" ids="9223"]
En cuanto al colchón, busque uno que sea firme e indeformable, límpielo siempre.
El trago es un depresor del sistema nervioso y puede alterar los ciclos de sueño.
Si insiste en trabajar en la cama, su cerebro nunca la asociará con el descanso.
Un buen descanso se logra cuando la gente acepta que la naturaleza haga su trabajo; es decir, que estamos hechos para dormir la tercera parte de nuestras vidas y no hay que pelear contra eso, pese a que la tendencia en una época llena de ocupaciones como esta, es la de acortar los periodos de sueño y de ocio.
A tomar en cuenta
Pocos saben, por ejemplo, que antes de ir a la cama es necesario relajar la mente y el cuerpo, y eso empieza por asumir que el día terminó y que las cosas pendientes pueden resolverse en la siguiente jornada de estudio o de trabajo. En ese orden de ideas, está contraindicado desarrollar tareas que demanden esfuerzos físicos o altas dosis de concentración antes de acostarse.
Nunca se acueste con el estómago lleno ni vacío, sus movimientos alteran el sueño. Antes de acostarse húyales a los dulces, a las comidas pesadas y a los condimentos. Si es de sueño ligero o insomne, bájele al consumo de bebidas estimulantes como el café, el té, las bebidas colas y el chocolate, sobre todo después de las 5 de la tarde.
Está comprobado que las ondas electromagnéticas de los electrodomésticos y los aparatos electrónicos hacen muy frágil el sueño y limitan el descanso. La estimulación lumínica mantiene activos los sistemas de alerta. Así que lo recomendable es alejar estos aparatos de su cama, incluido el celular.
Practicar ejercicio aeróbico por lo menos 15 minutos todos los días mejora los ciclos de sueño. Varios estudios afirman que hacer actividad física regular de este tipo (caminar en forma vigorosa, trotar, nadar) estimula la producción de serotonina, una hormona que ayuda a regular el reloj interno. Lo mejor es practicarlo de día, en las horas de mayor actividad, y no antes de irse a dormir, para que su organismo no se tensione ni se ponga alerta.
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En cuanto al colchón, busque uno que sea firme e indeformable, límpielo siempre.
El trago es un depresor del sistema nervioso y puede alterar los ciclos de sueño.
Si insiste en trabajar en la cama, su cerebro nunca la asociará con el descanso.