“El Gordo” y los agresores tienen historiales violentos

El recluso Luis Alfredo Chumacero Cárdenas alias “El Gordo” (28), que murió tras ser quemado vivo el miércoles, al igual que los sospechosos de haberlo matado tienen antecedentes por crímenes violentos y de haber protagonizado conflictos, no solamente en Tarija sino también en otros recintos carcelarios.

A Chumacero lo incineraron con gasolina y la gravedad de sus quemaduras le causaron la muerte, pero antes de fallecer delató a los supuestos agresores por sus alias: “El Tacuba” y “El Grillo”.

El nombre del primero de ellos es Ismael Fernández, de quien se tiene antecedentes de ingresar y salir de Morros Blancos cada cierto tiempo, desde al menos el 2012. Su prontuario incluye denuncias por amenazas de asesinato, atraco, robo a domicilios y uso de arma de fuego.

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Además, protagonizó en 2013 junto a otros reos una fuga del penal y tomó años su recaptura. Volvió a escapar en 2022, pero fue atrapado poco después. Por otra parte, él también fue objeto de intento de homicidios por parte de otro privado de libertad que lo apuñaló dos veces.

El segundo sospechoso es Guillermo Junior Farfan alias "El Grillo", quien hace poco también fue noticia por fugarse del penal. Escapó con otro reo el 25 de octubre, pero lo recapturaron horas después.

Sus antecedentes incluyen cargos por homicidio en grado de tentativa y violación. También se confirmó que esta persona tiene problemas de drogodependencia.

Víctima

Luis Alfredo Chumacero era un interno del pabellón de alta seguridad, considerado como un preso peligroso. En su haber tiene cargos por asesinato, violación y robo armado.

Antes de ser derivado a Tarija, también estuvo en recintos carcelarios en Villazón y en Chuquisaca, donde también se reportaron faltas de conducta por lo que fue rotando de penal en penal.

La teoría de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y el Ministerio Público es que su muerte responde a una venganza o conflicto por poder dentro de Morros Blancos. En las siguientes horas podría confirmarse la imputación de los sindicados y no se descarta una posible complicidad de los guardias de seguridad.