Incendios en Tarija dejan una muerte y más de 180 hectáreas dañadas

Al menos 180 hectáreas afectadas y el deceso de una persona son parte de los daños causados por los incendios de magnitud registrados desde el inicio de la semana hasta la pasada jornada. Para controlar la situación tuvieron que unir esfuerzos aproximadamente 200 personas, entre Bomberos de la Policía, voluntarios, Fuerzas Armadas y comunarios que arriesgaron sus vidas.

En todos los casos, el personal tuvo que enfrentar situaciones climáticas adversas por la sequedad, las altas temperaturas y los vientos con constantes cambios de dirección.

Las autoridades dieron el miércoles un primer recuento de los daños. Entre los más graves está el deceso de Catalino Tolaba, un hombre de 74 años, cuyo cuerpo fue consumido por las llamas en la comunidad de Vizcarra, segunda sección de la provincia Avilés.

El comandante departamental de la Policía, coronel Gregorio Illanes, informó que luego del desfile del 6 de Agosto un grupo de personas se enteraron de un incendio forestal y fueron a sofocarlo. El adulto mayor sufrió un colapso cuando cooperaba en esas tareas.

“Se constituyeron a apagar el incendio forestal, pero luego de finalizar el enfriamiento se percataron de la existencia de la persona fallecida. Se presume que habría estado en el incendio, pero lo habría afectado la humareda y el monóxido de carbono. Se habría desplomado y el fuego lo alcanzó”, señaló.

Al lugar llegaron funcionarios de la fuerza anticrimen y la Fiscalía, pero por tratarse de un accidente se procedió a la entrega de los restos a la familia.

El incendio de mayor magnitud fue en la provincia Méndez, inició en Choroma y pasó a Calama. Según el director departamental de Gestión Ambiental y Cambio Climático, Reiner Figueroa, se calcula una pérdida superior a las 180 hectáreas.

El operativo duró dos días, finalizó este martes a las 18:00 horas, y requirió de la Policía, Caballeros de Fuego, Ángeles de Fuego, Braschaat, Guardianes de Méndez, Guardianes de Sama y Sernap. Incluso se tuvo que solicitar apoyo al Viceministerio de Defensa Civil, por ello el Ejército sumó una cuadrilla para la provisión de agua. En total trabajaron unas 200 personas.

Los grupos se dividieron para atacar distintos flancos, priorizando el riesgo a zonas habitadas. En esa tarea fueron fundamentales los comunarios, que guiaron a los uniformados por las rutas más adecuadas, debido a que las pendientes eran demasiado pronunciadas y la humareda era intensa.

“Los incendios forestales son bastante peligrosos, sobre todo en campo abierto. Cuando el viento sobrepasa los 30 kilómetros por hora, los bomberos tienen que ingresar con la máxima precaución”, dijo Illanes, a tiempo de llamar a las personas a evitar las quemas en esta época.

Figueroa concluyó indicando que corresponde a la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) el cálculo final y a la Policía la identificación de los responsables para que luego se los procese penalmente.