Trabajadores de El Pariente en la mira por la muerte de Oriel
Los verdugos del futbolista eran clientes frecuentes de este local en el que se expenden bebidas alcohólicas. La Policía no descarta que haya nexos o complicidad
La Policía maneja la hipótesis de que el administrador y los guardias de seguridad del local El Pariente tienen alguna participación en el caso de asesinato del futbolista y peluquero, Oriel Cayo. Actualmente hay cuatro personas, dos mujeres y dos varones, con detención preventiva en el penal de Morros, por ser los presuntos autores materiales de este hecho. Se espera que las investigaciones revelen si hubo otros cómplices.
“La Policía sigue con las investigaciones y vamos a sugerir al Ministerio Público que amplíe las investigaciones contra los guardias de seguridad y el administrador del local (El Pariente), porque ellos conocen perfectamente qué tipos de clientes asisten al lugar. No queremos adelantarnos, sin embargo, podría existir cierta participación de alguno de los guardias (...)”, informó el comandante de la Policía en Tarija, Gregorio Illanes.
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Los cuatro antisociales enviados con detención preventiva por seis meses al penal de Morros Blancos eran clientes frecuentes del local El Pariente, lo que hace presumir a la Policía que el administrador y los guardias de seguridad conocían de la actividad ilícita a la que se dedicaban.
“Porque ellos, los guardias y el administrador de un local, conocen perfectamente a los clientes y saben quiénes se dedican a estas actividades ilícitas, entonces se va a realizar el informe correspondiente para poder ampliar y seguir con las investigaciones”, aseveró.
Illanes reveló que los cuatro acusados por el asesinato de Oriel estaban bajo influencia alcohólica al momento de ser aprehendidos, lo que hace presumir que tras cometer el macabro asesinato siguieron consumiendo bebidas alcohólicas las horas posteriores.
El cuerpo de Oriel fue encontrado destrozado la madrugada del lunes en un descampado del barrio German Busch. La víctima, horas antes, compartió bebidas alcohólicas con los cuatro aprehendidos, que fueron identificados por las cámaras de seguridad del local.
Kevin López Rivera de 30 años, Richard Ugarte Menacho de 38 años, Maira Fabiana López de 36 años y Gabriela Guerrero Espinoza tendrían un nexo familiar, los varones son hermanos y las mujeres serían sus parejas. Según las primeras investigaciones, estas personas conformaron un “clan de pildoritas”, que se dedicaba a dopar a sus víctimas para robarles sus pertenencias.
La fiscal departamental, Sandra Gutiérrez, precisó que las investigaciones indican que Oriel se durmió en el auto por el somnífero que le pusieron en la bebida y despertó cuando los antisociales trataban de robarle su celular y otras pertenencias.
“Es ahí donde lo apuñalan y lo tiran al piso, minutos después ellos retornan para ver si estaba vivo o no, al percatarse que estaba vivo es que proceden a arrollarlo con el vehículo, un auto blanco. Su brazo (de Oriel) se atasca en la parte inferior del auto y lo arrastran por casi dos kilómetros, es ahí donde ya el pierde la vida en ese momento, eso tenemos de investigaciones preliminares”, aseveró la autoridad.