Vía WhatsApp y Messenger
Relatos de una estafa vía internet, suman dos casos
Una de las víctimas perdió la suma de 2.400 bolivianos, y el otro Bs 300. En ambos casos bajo el mismo modus operandi, el contacto por redes sociales de un amigo o familiar del exterior



Los hechos de estafa mediante internet reaparecieron en estos tiempos de encierro ante el Covid-19 y en las últimas horas se conocieron dos nuevos casos. En uno de ellos, la víctima perdió 2.400 bolivianos y en el otro, Bs 300.
Juan (nombre ficticio) se había trasnochado el anterior viernes, por lo que estaba a punto de dormir a eso de las 9 de la mañana, hasta que recibió un mensaje de su amigo que radica en Argentina. Era un amigo de mucha confianza y que lo conoce ya de muchos años atrás, con él mantenía contacto, por lo general, vía Messenger.
Afirma que cuando comenzó a hablar con su “amigo” por el chat, no dudó ningún instante de que fuera él, pues le hablaba como siempre, fluido y como solían dialogar. Entonces, le preguntó si estaba con tiempo para hacerle un favor, a lo que la víctima le respondió que sí.
“Me dijo que estaba viniendo a Bolivia para dar una sorpresa a todos, porque toda su familia vive aquí, pero había tenido un problema con su pasaporte. Me dijo que su encomienda se estaba yendo sola y no había quien la recoja, pero como me tenía confianza, me pidió que la recoja y la lleve a mi casa. Yo de burro acepté”, cuenta.
Juan relata que su “amigo” le explicó que le iban a dejar la encomienda en su casa o por ahí en el aeropuerto, pero antes, le iba a llamar alguien del BOA pidiendo sus datos personales para confirmar que aceptaba la encomienda, dado que él tuvo algunos problemas en su vuelo. Además, le dijo también que ya no iba a poder responderle, puesto que estaba en una zona restringida.
Inmediatamente después le llamaron al celular (se veía un logo de identificación del BOA) y le preguntaron si aceptaba apoderarse de una encomienda, a lo que respondió que sí, aunque con algo de temor. Preguntó a su amigo qué es lo que había en la caja, y éste le dijo que su ahorro y algunos objetos personales de valor. Pero además, le dijo que debía recoger la encomienda antes del mediodía, es decir, antes de que los del BOA abrieran la caja.
De la misma manera le advirtió que si dejaba que abran la caja y encuentren el dinero, ellos (Boa) lo iban a declarar como lavado de dinero, por lo que iba a perder sus ahorros, así que le pidió que hiciera todo lo posible para recoger la encomienda antes del mediodía. Y le dijo, que si le pedían dinero, le prestara, pues él al llegar a Tarija se lo iba a devolver.
Nuevamente le llamó el de “BOA” y le pidió un depósito 1.000 bolivianos para caja, antes de que se abra la encomienda, y le advirtió que si abrían la caja y encontraban dinero lavado o droga, él podría ser sujeto de ir preso a la cárcel, pues se había hecho responsable de tal encomienda.
Ante el pedido de dinero, éste les dijo que no tenía y ellos le dijeron que podía depositar en cuotas, así que les dijo que podía dar 300 bolivianos, por lo que le aceptaron. Le dijeron que vaya a hacer el depósito por Tigo Money, advirtiéndole que todas las llamadas fueron grabadas y él era ahora el responsable de lo que contenía la encomienda.
Con toda la presión, asustado, sacó su moto, pidió 100 bolivianos prestados a su padre y fue a realizar el depósito. Pero tras realizar aquel depósito, le volvieron a llamar de la “aerolínea” y ya no le pedían el dinero restante para completar los Bs 1.000, sino que le pedían 14 mil bolivianos.
Ahí fue que el joven se dio cuenta de que había sido estafado, por lo que le contó lo sucedido a su padre y éste le dijo que se trataba de una estafa. Horas más tarde, habló con su amigo de Argentina, el verdadero, y éste le dijo que no había conversado con él para nada y mucho menos, le había pedido ayuda para algo.
Otro caso
De la misma manera, el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Armando Asturizaga, informó que otro caso similar fue denunciado. En esta ocasión, el denunciante relató que había recibido un mensaje vía What’sApp de su padrino que vive en Argentina, quien le pidió que recoja sus maletas del aeropuerto, pues él había sido retenido.
El denunciante aceptó ayudarle y entonces su “padrino”, le dio un número de celular del supuesto jefe del aeropuerto para que se contacte con él. Así que la víctima contactó al supuesto jefe del aeropuerto, quien le dijo que para que recoger las maletas, debía hacer un depósito de 2.400 bolivianos a Tigo Money, instrucción que fue realizada por el denunciante.
Horas más tarde, recién cayó en cuenta de la estafa, pues se contactó con su verdadero padrino y éste le dijo que no había realizado ningún vuelo y mucho menos enviado alguna maleta.
Recomendación
La autoridad policial recomendó a la población no hacer caso a ningún mensaje vía celular o internet de parientes o amigos del interior o exterior del país, en los que éstos le pidan dinero para cualquier asunto. Sugirió contactarse de manera telefónica con los amigos o familiares en cuestión, para verificar la veracidad de los mensajes.